Mi padre me ense?¨® a escuchar y ahora he ganado un Oscar de la m¨²sica
El chelista Pablo Ferr¨¢ndez ha vuelto a ser nombrado Mejor Artista Joven del a?o en los Classical Music Awards y sabe a qui¨¦n se lo debe
Una historia de ¨¦xito nunca es la historia de una sola persona. Detr¨¢s de todo logro personal siempre hay alguien que lo ha propiciado de forma directa o indirecta. Un h¨¦roe an¨®nimo. En las semanas previas al D¨ªa del Padre, contaremos en esta secci¨®n historias de este tipo de h¨¦roes en el caso de ¨¦xitos conocidos. Los lectores que quieran contar la historia de sus h¨¦roes personales pueden hacerlo en esta web creada especialmente para ellos por Perfumes Loewe: www.7loewe.com.
La historia de Pablo Ferr¨¢ndez es la del amor a la m¨²sica sin complejos ni fronteras, ese amor que aprendi¨®, no pod¨ªa ser de otra manera, de su propio padre. Chelista de la Orquesta Nacional de Espa?a, desde los atriles le ha contagiado el esp¨ªritu para llegar a los 25 a?os a ser distinguido como Mejor Artista Joven del a?o en los ¨²ltimos Classical Music Awards. Su padre le puso el nombre de Pablo por Pau Casals, la leyenda del violonchelo, una figura que cambi¨® la vida de su progenitor y que predestin¨® al chelista madrile?o a una vida de romance con el hermano mediano de la cuerda.
Para el instrumento anterior al que tengo ahora, mis padres pusieron todos sus ahorros para comprarlo y siempre han estado ah¨ª. Si estoy donde estoy ahora es gracias a ellos, eso sin duda
¡°Cuando mi padre ten¨ªa 18 a?os estaba estudiando Ciencias. Un d¨ªa escuch¨® un disco de Pau Casals y se qued¨® tan impresionado por aquella m¨²sica que lo dej¨® todo para empezar a estudiar chelo. Cuando conoci¨® a mi madre y me tuvieron a m¨ª, me llamaron Pablo por Casals y toco el chelo por Casals¡±, cuenta Pablo. Empez¨® con la m¨²sica a los dos a?os. Con una madre profesora de m¨²sica y un padre chelista en la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE) parec¨ªa lo l¨®gico. Su madre, de hecho, invent¨® un m¨¦todo llamado El Mago Diapas¨®n para educar el o¨ªdo absoluto, y lo prob¨® con su propio hijo con exitoso resultado. ¡°Estudi¨¦ con mi madre desde los tres a?os y con mi padre di clases cuando era un poco m¨¢s mayor, a partir de los ocho a?os. Me ayud¨® mucho y me llev¨® a estudiar con Asier Polo hasta que entr¨¦ en la Escuela Reina Sof¨ªa con 13 a?os¡±, explica.
Su familia respira m¨²sica por todas partes, y son un macizo bloque muy unido, entre otras cosas, por la m¨²sica. A Pablo solo le salen palabras de elogio cuando habla de su progenitor. ¡°Es el mejor padre, igual que mi madre es la mejor madre. Nos han ayudado mucho tanto a m¨ª como a mi hermana, que toca la viola, vive en Berl¨ªn y es una crack. He tenido mucha suerte porque siempre me ha apoyado al cien por cien. Para el instrumento anterior al que tengo ahora, mis padres pusieron todos sus ahorros para comprarlo y siempre han estado ah¨ª. Si estoy donde estoy ahora es gracias a ellos, eso sin duda¡±, dice el violonchelista.
Su padre es un idealista, o eso dice Pablo. Y conociendo la historia de c¨®mo lo dej¨® todo para empezar a estudiar violonchelo a una edad tan tard¨ªa, no cabe duda. ¡°Mi padre empez¨® tan tarde que nunca se plante¨® ser solista. Le encantaba la m¨²sica, le encantaba el chelo, pero una carrera de solista empezando a los 18 a?os es algo casi imposible. Los primeros a?os fueron muy duros, estudiando ocho horas al d¨ªa durante muchos a?os. Pero no se arrepiente, porque la m¨²sica en nuestra familia es lo m¨¢ximo¡±, dice Pablo, que nunca se ha planteado otra cosa que no sea consagrar su vida al violonchelo, con el que lleva conviviendo como un hermano desde sus primeros recuerdos.
Cuando mi padre ten¨ªa 18 a?os estaba estudiando Ciencias. Un d¨ªa escuch¨® un disco de Pau Casals y se qued¨® tan impresionado por aquella m¨²sica que lo dej¨® todo para empezar a estudiar chelo. Cuando conoci¨® a mi madre y me tuvieron a m¨ª, me llamaron Pablo por Casals y toco el chelo por Casals
Cuando su padre, gallego, lleg¨® a Madrid una vez cumplida la mayor¨ªa de edad, fue cuando conoci¨® a su madre, que entonces era guitarrista flamenca. ¡°Era buen¨ªsima, tocaba en Nueva York y comparti¨® escenario con Paco de Luc¨ªa. Luego lo dej¨® para tirar hacia lo cl¨¢sico y, cuando yo nac¨ª, para educarme a m¨ª. Fue la primera mujer que gan¨® un premio, el tercero, en el Concurso Nacional de Guitarra. Pero los gitanos se enfadaron porque para ellos la guitarra la ten¨ªa que tocar un hombre. Y cuando gan¨® el premio, la persiguieron y tuvo que esconderse en el hotel y aquello la traumatiz¨®, haciendo que abandonara la guitarra. A¨²n as¨ª, para ella el flamenco sigue siendo algo muy especial y lo escucha continuamente¡±, explica el m¨²sico. Luego, pasada la boda, vinieron los tiempos m¨¢s duros, cuando sus padres vivieron muy humildemente en Madrid mientras su padre estudiaba para convertirse en un m¨²sico profesional. Luego, cambiaron el rumbo hacia Barcelona. ¡°Mi padre cogi¨® un puesto en el Liceo de Barcelona antes de tener la plaza de la ONE, una ¨¦poca en la que viv¨ªan m¨¢s desahogados, pero lleg¨® un momento en el que crey¨® que ten¨ªa que estudiar m¨¢s y vendieron todos los muebles de la casa para poder conseguir dinero y estudiar un a?o en Estados Unidos. All¨ª se gastaron todo el dinero y volvieron a Madrid sin un duro y fue cuando mi padre consigui¨® el puesto de la ONE¡±, dice el chelista.
Pablo se deshace en elogios hacia la persona que puso un violonchelo en sus manos en su m¨¢s tierna infancia, y habla apasionadamente de ese amor a la m¨²sica que, sin duda le contagi¨®. Cuenta c¨®mo ya escuchaba m¨²sica desde el vientre de su madre antes de nacer y espera haber heredado lo mejor de su padre, esa manera de sentir la m¨²sica. Recuerda c¨®mo cuando eran peque?os su hermana y ¨¦l su padre les pon¨ªa discos e intentaba explicarles lo que iba sucediendo a lo largo de la obra, y resalta que es un hombre con una extrema sensibilidad, ¡°muy sensitivo¡±. Una de las noches m¨¢gicas sucedi¨® hace dos a?os, cuando Pablo debut¨® con la Orquesta Nacional en la que toca su padre desde hace m¨¢s de un cuarto de siglo. Aquella noche su progenitor pidi¨® no tocar para poder verlo y disfrutarlo en su papel de solista desde el patio de butacas. ¡°Fue impresionante tocar con la Orquesta Nacional, que siempre ha sido tan importante para mi familia. El Auditorio Nacional de Madrid es de mis favoritos y de los que m¨¢s nervioso me ponen, cuando lleg¨® a casa a tocar siempre le tengo mucho respeto. Fue muy especial¡±, cuenta.
Puede que mi padre sea mi peor cr¨ªtico. Siempre le pido su opini¨®n, y discutimos en un pique cari?oso por qui¨¦n lleva la raz¨®n sobre esa nota que podr¨ªa sonar mejor o aquel pasaje que se podr¨ªa hacer de otra forma
La profesi¨®n de m¨²sico conlleva una vida de sacrificio por el arte, con muchas horas de estudio y mucho viaje, algo que a Pablo le encanta. ¡°Que mi padre sea m¨²sico hace m¨¢s f¨¢cil dedicarte a esto. ?l ya ha pasado por ese camino y sabe lo que es vivir de esto, as¨ª que me aconseja muy bien y me ayuda much¨ªsimo. Durante mi infancia, mi padre siempre ha estado muy cerca a pesar de las horas que ten¨ªa que estudiar y los conciertos. Ahora soy yo el que estoy fuera de pa¨ªs en pa¨ªs dando conciertos, y s¨ª que son mis padres los que me echan de menos, pero siempre que pueden vienen conmigo¡±, cuenta Pablo.
¡°Puede que mi padre sea mi peor cr¨ªtico. Siempre le pido su opini¨®n, y discutimos en un pique cari?oso por qui¨¦n lleva la raz¨®n sobre esa nota que podr¨ªa sonar mejor o aquel pasaje que se podr¨ªa hacer de otra forma. Pero al final suelo ganar yo, que soy el que toca. Muchas veces me da consejos y no le hago caso en el momento, pero pasados los meses me acuerdo y pongo en pr¨¢ctica lo que me dijo y funciona¡±, dice el m¨²sico, que toca un Stradivarius cedido por la Nippon Music Foundation, una rareza extraordinaria que tiene en sus manos gracias a la mediaci¨®n de la viuda de Casals, Marta, que gestiona la fundaci¨®n de la leyenda del violonchelo, al que considera un ¡°¨ªdolo absoluto que est¨¢ por encima del bien y del mal¡±. ¡°Mi padre est¨¢ muy orgulloso y siempre le pregunto qu¨¦ piensa. Pero a tu padre por sistema nunca le escuchas, porque es tu padre. Si te lo dice otro, s¨ª. Es una broma que tenemos. Pero que mi padre sea chelista me viene genial, siempre le pido que me escuche y que venga a los conciertos y a los ensayos, porque me ayuda much¨ªsimo¡±, concluye el violonchelista.
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