El glamur toma el Olimpo de Dur¨®n
Jes¨²s Ruiz viste a los dioses con modelos que evocan a Pertegaz y Balenciaga. El figurinista firma el vestuario de las dos ¨®peras barrocas que estrena el Teatro de la Zarzuela
H¨¦rcules ha acudido a la desesperada llamada de J¨²piter y Minerva, amenazados por los gigantes. Hasta ah¨ª todo normal, en el Olimpo siempre andan a la gresca. Lo que ya no lo es tanto es que H¨¦rcules, encarnada por la mezzosoprano Mariana Flores, luzca un modelo que recuerda a las locuras metalizadas de Paco Rabanne ni que protagonice un t¨®rrido encuentro con una Minerva, a quien da vida Giuseppina Bridelli, tan glamurosa que parece salida de un desfile de alta costura de finales de los cincuenta. La culpa la tiene Gustavo Tambascio, el director de escena que ha querido trasladar la acci¨®n de la ¨®pera barroca La guerra de los gigantes, de Sebasti¨¢n Dur¨®n, a la ¨¦poca dorada de la alta costura espa?ola y para ello ha contado con el figurinista Jes¨²s Ruiz.
La vuelta a los escenarios de La guerra de los gigantes, una pieza que no se representa desde principios del siglo XVIII, llega acompa?ada de otra ¨®pera de Dur¨®n, El imposible mayor en amor, le vence amor, otra historia protagonizada por dioses pero ambientada en el mismo barroco en el que se estren¨®. El programa doble, que se estrena en el Teatro de la Zarzuela de Madrid este jueves y podr¨¢ verse tambi¨¦n los d¨ªas 18, 20, 22 y 23 de marzo, conmemora el tercer centenario de la muerte del compositor.
Tambascio ha trasladado la acci¨®n de La guerra de los gigantes a 1959, y la lucha entre dioses y gigantes se ha convertido en un choque entre clases sociales. De un lado est¨¢n los dioses del Olimpo, que son las propietarias ¡ªtodas mujeres, ya que Dur¨®n compuso esta pieza para voces femeninas¡ª de una industria pesada, y de otro, los gigantes representados como la clase obrera que se declara en huelga. El conflicto est¨¢ servido y para apaciguar a los levantiscos obreros entra en juego H¨¦rcules.
"La decisi¨®n del director de situar la acci¨®n a finales de los cincuenta me ha permitido recrear el mundo de la alta costura. Los dise?os est¨¢n inspirados en Pertegaz y en Balenciaga pero tambi¨¦n en el estilo de mujeres como Maria Callas, Jacqueline Kennedy o Grace de M¨®naco. Los dise?os para las diosas son de colores muy achampanados y tejidos sutiles; para marcar las diferencias con el mundo oscuro de los gigantes, que trabajan en el centro de la tierra, en una especie de fragua de Vulcano", explica Jes¨²s Ruiz, quien no ha parado de trabajar desde que, en 1991, gan¨® el primer concurso de escenograf¨ªa para ¨®pera que se celebr¨® en Espa?a con su propuesta para La flauta m¨¢gica.
Ruiz, quien ha dise?ado escenograf¨ªa y vestuario en teatros de todo el mundo con grandes directores como Emilio Sagi o Gian Carlo del Monaco, ha creado 115 trajes para este montaje dignos de una pasarela de alta costura en la que manda el glamur. Vestidos con colas zurbaranescas como los que cre¨® Balenciaga, antiguas sedas bordadas rescatadas del almac¨¦n de una vieja corseter¨ªa y transformadas ahora en elegantes trajes largos o conjuntos asim¨¦tricos con efectos del optical art?que recuerdan las creaciones de Pierre Cardin de principios de los sesenta inundar¨¢n el escenario del Teatro de la Zarzuela.
Jes¨²s Ruiz, quien ha firmado 80 producciones oper¨ªsticas, es tambi¨¦n el autor del vestuario de El emperador de la Atl¨¢ntida, la ¨®pera que Viktor Ullman escribi¨® en el campo de concentraci¨®n de Terez¨ªn en 1943 y que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 10 de junio en el Teatro Real de Madrid, tambi¨¦n con la direcci¨®n de Gustavo Tambascio.
"Este es un trabajo absolutamente vocacional que te produce mucha satisfacci¨®n. Siempre trato de contribuir a la creaci¨®n de un espect¨¢culo con una belleza que conmueva, con dise?os que les aporten seguridad a los artistas, los potencien y jueguen a favor de su rol", sintetiza Ruiz, quien, por ahora, no ha pensado en pasarse al mundo de la moda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.