"Vac¨ªo urbano" es un ox¨ªmoron: el caso de Caballito, Buenos Aires
Emociona la capacidad que tienen los tecn¨®cratas de la ciudad para inventar, y teorizar luego, conceptos que advierten de que tambi¨¦n tienen su sensibilidad filos¨®fica. Una de esas nociones que usan, y que en realidad no quieren decir nada, es la de "vac¨ªo urbano", con el que se refieren a un espacio residual inscrito en un contexto urbanizado, a la manera de un intermedio territorial olvidado por la intervenci¨®n o a su espera.
Estos huecos pueden, en un determinado momento, resultar atractivos para la acci¨®n urban¨ªstica ¡ªen realidad he querido decir la inversi¨®n inmobiliaria¡ª, lo que no tendr¨ªa que suponer problema alguno puesto que se supone que, en efecto, est¨¢n vac¨ªos. Lo que pasa es que, no pocas veces, en esos vac¨ªos hay gente viviendo, gente en la que nadie hab¨ªa reparado porque no sal¨ªan ni en los planos ni en los planes y porque, adem¨¢s, estaban donde no deb¨ªan y, a veces, hasta sin permiso.
Ese es el caso de unos terrenos que fueron del FF.CC. Sarmiento y colindantes, en el barrio de Caballito, en Buenos Aires, un enorme lote espacial, en buena parte de propiedad p¨²blica, que en un cierto momento apareci¨® como un "territorio vacante", en pleno tejido urbano y con magn¨ªfica accesibilidad, lo que lo hizo ¨®ptimo para un conjunto de viviendas para el mercado libre ¡ªNuevo Caballito, todavia pendiente¡ª, zonas verdes y de ocio. Para su revalorizaci¨®n, la zona fue definida oficialmente como "¨¢rea de oportunidad" y all¨ª se empezaron a levantar las Torres Dos Plaza, las estrellas del proyecto, publicitadas como "torres residenciales de alta gama".
El problema es que...; el problema es que en 2009 hubo que vaciar ese espacio vac¨ªo porque estaba lleno de cosas; cosas humanas: una huerta comunitaria, dos cooperativas recicladoras de cartonaje y decenas de familias. La historia de este "olvido", la forma como fue presentado por las autoridades y representado por la prensa, as¨ª como las maniobras econ¨®micas y pol¨ªticas que determinaron la operaci¨®n, aparecen recogidas en uno de los art¨ªculos del n¨²mero 20 de la revista de arquitectura, urbanismo y dise?o de la Universidad de Buenos Aires, ?rea: "Procesos de vaciamiento y destrucci¨®n creativa en un barrio de la Ciudad de Buenos Aires", escrito por investigadores del Instituto Gino Germani de la UBA: J. Marcus, M. de la P. Aquino, J. Ben¨ªtez, M. F¨¦lice y A. M¨¢rquez.
De nuevo, vigencia del pensamiento de Henri Lefebvre. En La producci¨®n del espacio (Capit¨¢n Swing), se refiere a c¨®mo opera el dispositivo operatorio que clasifica y ordena lo que contiene una ciudad. Se pregunta Lefebvre: "?Qui¨¦n ordena? ?Qui¨¦n clasifica?" Y contesta: "el Estado, las autoridades 'p¨²blicas', es decir el poder". Es esa labor clasificatoria, que se presume "t¨¦cnica" y que distribuye nombres y jerarqu¨ªas, la que enmascara c¨®mo "el espacio entero es tratado a partir del modelo de la empresa privada, de la propiedad privada".
Eso es lo que ha pasado en ese rinc¨®n de la Ciudad de Buenos Aires, en que hubo una estaci¨®n de tren y algunas f¨¢bricas. Un terreno usado para vivir y trabajar por cientos de personas era declarado oficialmente "vac¨ªo" y luego vaciado a la fuerza por una acci¨®n conjunta de excavadoras y funcionarios. Dicho de otro modo, un d¨ªa, desde un despacho, un especialista en ciudad debidamente autorizado decidi¨® que en los terrenos ferroviarios de Caballito no hab¨ªa nada y luego mand¨® a alguien para que, a las buenas o a las malas, lo corroborara. Puede que los pol¨ªticos se equivoquen; los especialistas, no. Un tecn¨®crata urbano no puede permitir que la realidad desmienta sus diagn¨®sticos e informes. Y si lo hace, en ¨²ltima instancia siempre estar¨¢ la polic¨ªa para que se encargue de confirmarlos.
Por cierto, algo que el susodicho art¨ªculo menciona como de paso, pero que tiene su importancia. Desde el punto de vista l¨®gico, "vac¨ªo urbano" es un ox¨ªmoron. Nada urbano est¨¢ vac¨ªo, porque est¨¢ siempre lleno de sociedad. Si no, no es urbano.
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