El zika y los derechos reproductivos

Los mosquitos no conocen fronteras; tampoco el miedo. Mientras los expertos en salud p¨²blica lidian con el virus del Zika, el p¨¢nico sigue propag¨¢ndose por el mundo. Sin embargo, la crisis ha sacado a la luz dos verdades importantes.

La primera revelaci¨®n es cu¨¢nto se han degradado los sistemas de salud p¨²blica en Am¨¦rica Latina y en otras partes. Esto no sucedi¨® por casualidad. En gran medida, es el resultado de la manera en que los prestadores a tasas preferentes, como el Fondo Monetario Internacional, presionaron a los pa¨ªses en desarrollo para que redujeran los gastos en el sector social, incluido el gasto en salud, a partir de 1980. En Brasil y otras partes, las autoridades estatales podr¨ªan haber implementado medidas bien conocidas y econ¨®micamente eficientes para controlar las enfermedades generadas por la picadura de mosquitos, pero no lo hicieron. Sus ciudadanos m¨¢s afectados, que tienden a ser pobres, se han visto obligados a convivir con las consecuencias.

Segundo, la epidemia de Zika ha revelado, con especial patetismo, otra amenaza terrible para la salud p¨²blica: la negaci¨®n de los derechos reproductivos de las mujeres. Los gobiernos est¨¢n eludiendo su responsabilidad tambi¨¦n en este sentido, muchas veces de manera grotesca. El repunte de casos de microcefalia?¡ªun defecto de nacimiento? entre beb¨¦s¡ª ? en zonas afectadas por el zika llev¨® a los gobiernos de Brasil, Colombia, Ecuador y El Salvador a advertir a sus ciudadanas de que "no se quedaran embarazadas".

Este mensaje, que deposita la culpa y la carga de la epidemia de Zika en las mujeres, es tan injusto como poco razonable. Tambi¨¦n es ineficaz, ya que muchas mujeres en la regi¨®n no tienen acceso a la contracepci¨®n o a abortos seguros. La crisis del Zika ha resaltado una realidad obvia: no brindar a las mujeres informaci¨®n y servicios de salud reproductiva pone sus vidas ?y las de sus hijos? en un grave riesgo.

Las leyes del aborto de Am¨¦rica Latina est¨¢n entre las m¨¢s restrictivas del mundo. El Salvador, por ejemplo, proh¨ªbe abortar en todas las circunstancias y ha encarcelado a mujeres que acudieron a urgencias despu¨¦s de abortos espont¨¢neos, acus¨¢ndolas de haber recurrido a abortos ilegales.

Las leyes de aborto de Am¨¦rica Latina est¨¢n entre las m¨¢s restrictivas del mundo

La contracepci¨®n tambi¨¦n puede ser costosa o de dif¨ªcil acceso en toda la regi¨®n, a pesar de las altas tasas de violaciones y embarazos adolescentes. El resultado, especialmente si se suma el virus del Zika, es una receta para la tragedia.

Brasil, el pa¨ªs latinoamericano m¨¢s afectado por el virus hasta el momento, es emblem¨¢tico en este aspecto: solo se permite el aborto en casos de violaci¨®n, peligro para la vida de la mujer o anencefalia fetal (la falta de una parte importante del cerebro). En respuesta a la crisis del zika, Brasil tambi¨¦n deber¨ªa permitir de inmediato el aborto en casos de sospecha de microcefalia.

Sin embargo, la relajaci¨®n de esas restricciones no deber¨ªa quedarse ah¨ª. En los ¨²ltimos a?os, los conservadores del Parlamento brasile?o han intentado poner l¨ªmites al aborto en casos de violaci¨®n. Estos esfuerzos, ?que demuestran una total desconsideraci¨®n por los derechos y la dignidad de las mujeres?, deben terminar. Por el contrario, se deber¨ªa expandir ¡ªy r¨¢pido¡ª el derecho de las mujeres a abortar.

Los gobiernos tambi¨¦n deben asegurar que los servicios sean accesibles y asumibles. Las brasile?as adineradas pueden permitirse pagar centros m¨¦dicos privados en los que practicarse abortos seguros. Las mujeres pobres est¨¢n obligadas a recurrir a personas mal formadas y equipadas que operan en condiciones insalubres, a veces como parte de redes criminales. En septiembre de 2014, dos mujeres murieron en R¨ªo de Janeiro despu¨¦s de haberse practicado abortos clandestinos. En la regi¨®n en general, el 95% de los abortos no son seguros.

En Am¨¦rica Latina y el Caribe, el 62% de las mujeres entre 15 y 49 a?os quieren evitar un embarazo. Pero casi una cuarta parte de esas mujeres no utiliza un m¨¦todo de control de natalidad efectivo. El coste es solo una barrera para las mujeres y las jovencitas pobres; el otro es la falta de informaci¨®n. Hombres y mujeres necesitan una educaci¨®n integral sobre sexualidad, a fin de estar informados sobre su salud reproductiva y las opciones de planificaci¨®n familiar, y a la vez saber d¨®nde pueden conseguir contraceptivos modernos. La evidencia reciente que sugiere que el zika podr¨ªa transmitirse por v¨ªa sexual a?ade urgencia para que los preservativos masculinos y femeninos y otros contraceptivos est¨¦n al alcance de todos.

El movimiento a favor de los derechos reproductivos tiene una larga historia en Brasil y otras partes de Am¨¦rica Latina. En los ¨²ltimos meses, ?incluso antes de la alarma por el virus,? las feministas hab¨ªan salido a las calles en protesta por la falta de acceso a abortos seguros y legales. Esta crisis del zika puede marcar un punto de inflexi¨®n en la lucha por la salud y la igualdad de las mujeres. Es, por cierto, una llamada de atenci¨®n para que los gobiernos en todas partes reconstruyan y fortalezcan los sistemas de salud p¨²blica y garanticen que todas las mujeres y las j¨®venes tengan acceso a contraceptivos y abortos seguros. Las mujeres y las jovencitas en todo el mundo conocen la alternativa, ?y es aterradora.

Fran?oise Girard es presidenta de la Coalici¨®n Internacional por la Salud de la Mujer.

(C) Project Syndicate, 2016. www.project?syndicate.org