Anatom¨ªa patol¨®gica

La corrupci¨®n legal, en tiempos de Esperanza Aguirre e Ignacio Gonz¨¢lez, puso un huevo ah¨ª, en medio del campo, y ah¨ª sigue, como una protuberancia extraterrestre. Cualquier d¨ªa se abre y aparecen unos hombrecillos dispuestos a invadirnos, como si no estuvi¨¦ramos suficientemente colonizados por nosotros mismos. El huevo, que pretend¨ªa albergar el Instituto de Medicina Legal de un supuesto Campus de la Justicia, ha devenido, paradojas de la vida, objeto de an¨¢lisis forense. Si se le hiciera una biopsia, como el tumor que es, quedar¨ªamos espantados ante la malignidad de las c¨¦lulas que lo componen. Observen el raquitismo de la vegetaci¨®n que lo rodea, incapaz de crecer a su sombra porque come de todo. ?l solo se trag¨® en su d¨ªa 22 millones de euros, a los que ser¨ªa preciso a?adir los 105 que se invirtieron en el resto del complejo. Un dineral con el que usted y yo habr¨ªamos cubierto cientos de necesidades, habr¨ªamos tapado miles de agujeros.

Los pasajeros que van o vienen del Aero?puerto de Barajas lo ven inevitablemente desde la ventanilla del taxi, con sol o lluvia, fr¨ªo o calor. Los d¨ªas de niebla, parece un co¨¢gulo en medio de un paisaje enfermo o difunto, cubierto por el sudario de la bruma. Miles de ojos se posan cada d¨ªa en su c¨¢scara. Ser¨ªa un buen sitio para colocar publicidad, pero qui¨¦n se atreve a acercarse a ¨¦l. ?Vaya usted a saber lo que contagia! Quienes lo perpetraron, abandon¨¢ndolo, tras pagar las facturas, a su suerte, circulan con libertad, sin que hasta la fecha hayan sido citados por el juez. Pero no se le ocurra a usted robar una bicicleta.

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