Diccionario de la 'narcocultura'
Hacemos un repaso, de la A a la Z, de todo el universo del narcotr¨¢fico. Porque (casi) todo lo que pasa en 'Narcos' forma parte de la realidad
El narcotr¨¢fico es una fuente inagotable de h¨¦roes, antih¨¦roes y de historias m¨ªticas. Presentamos un diccionario de t¨¦rminos para adentrarse en esta ¨¦pica te?ida de melodrama y rebeld¨ªa tropical.
A de Anslinger, Harry, primer comisario de la O?cina Federal de Narc¨®ticos de EE.UU., quien tuvo la idea de librar una ¡°guerra implacable¡± contra las drogas.
B de Bazuco, tambi¨¦n conocido como "paco" o "bicha", una droga callejera y barata, hecha con residuos de la pasta base con la que se hace la coca¨ªna, mezclada luego con queroseno o ¨¢cido sulf¨²rico.
C de Cero cero cero: c¨®mo la coca¨ªna gobierna el mundo, el libro de Saviano que nos habla de la coca como una cosa sagrada de nombre impronunciable, como la amante secreta que se tiene ?ja en el pensamiento, la que buscas, invocas o recuerdas de mil maneras.
CH de Chicha, el brebaje sagrado de los indios chibchas, que viv¨ªan en el valle donde se fund¨® Bogot¨¢, preparada a partir de la fermentaci¨®n del ma¨ªz. La apetencia que la poblaci¨®n profesaba por esta bebida, y el legado cultural ind¨ªgena, se perdieron para siempre con su prohibici¨®n y estigmatizaci¨®n.
D de Decomiso, como los que muestran orgullosos los polic¨ªas antinarc¨®ticos. Dicen que 23 toneladas es el r¨¦cord mundial en la categor¨ªa de coca¨ªna.
E de Enedina Arellano F¨¦lix, cabeza del c¨¢rtel de Tijuana, la mujer con m¨¢s poder en el mundo de las drogas. Apodada "la jefa" o "la narcomami". Escurridiza, mec¨¢nica, discreta e inteligente, as¨ª la de?ni¨® el periodista Ricardo Ravelo.
F de Fari?a (o de farlopa), como llaman a la coca¨ªna en Galicia, lugar desde el que no hace tanto entraba el 80% de la coca¨ªna consumida en Europa. Lo cuenta Nacho Carretero en Fari?a, editado por Libros del K.O.
G de Gramo. Cuentan que en un festival de cine presentaron a Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu y a V¨ªctor Gaviria. ?Has visto 21 gramos?, le pregunt¨® el cineasta mexicano. "Juntos, nunca", respondi¨® su colega colombiano.
H de Heisenberg, apodo con el que el profesor de qu¨ªmica Walter White se transforma en nuestro extra?amente admirado tra?cante de metanfetamina en ese cl¨¢sico llamado Breaking bad.
I de Iglesia, como la capilla de Jes¨²s Malverde, en Culiac¨¢n, el santo patr¨®n de los narcos mexicanos. J de J¨ªbaro, como llaman a los camellos de poca monta, los que venden en la calle peque?as cantidades, en Colombia o Venezuela.
K de Kate del Castillo, protagonista de La reina del sur, y a quien El Chapo Guzm¨¢n le dijo por SMS: "Te cuidar¨¦ m¨¢s que a mis ojos".
L de Lavado de dinero, como el que llevaron a cabo unos cuantos bancos gringos para evitar la crisis ?nanciera de 2008. Lo cont¨® el exzar antidroga de la ONU, Antonio Mar¨ªa Costa.
M de Mula, sobre cuyos lomos los campesinos mexicanos llevaban la marihuana. Como en los aviones no aceptan animales de ese tama?o, ahora las mulas son mujeres pobres o de incautos espa?oles que se meten la droga dentro de su joven cuerpo, jug¨¢ndose la vida literalmente.
N de Narc¨®tico, del griego narkotikos, "que hace dormir". O de Operativo policial. Dicen los que saben que los d¨ªas de operativo baja el precio en la calle.
P de Prepago, como esas universitarias colombianas que usan sus atributos, naturales o arti?ciales, para aumentar su ya abultada cuenta corriente. Compiten con las "convenientes", que hacen lo mismo pero sin tarifa previa: ellas conquistan primero a los deseados narcos.
Q de Quemar las patas al diablo, o una manera po¨¦tica de decir "fumarse un porro de marihuana".
R de Rosario Tijeras, una de las novelas colombianas sobre narcotr¨¢? co de referencia. Una vuelta de tuerca a la ?gura del sicario: una mujer que besa antes de matar y se convierte as¨ª en la met¨¢fora perfecta del orgasmo del s¨²bito enriquecimiento econ¨®mico que va a terminar siempre conduci¨¦ndonos a la desgracia y a la muerte.
S de Sapo, el peor papel que te puede tocar en este mundo: el de delator, chivato, bocazas. Algunos, sin embargo, salen bien librados. Como Andr¨¦s L¨®pez, que pas¨® de narco a sapo para a continuaci¨®n ser guionista de una de las primeras narcotelenovelas: El c¨¢rtel de los sapos.
T de Traqueto, 'tra tra tra', como las metralletas que usaban los primeros narcos. Traqueto pas¨® a ser sin¨®nimo de nuevo rico, tetas operadas, joyas ostentosas y autom¨®viles de lujo. Dicen las malas lenguas que los problemas del futbolista James vienen de la fascinaci¨®n por ese estilo de vida.
U de Uzi, el fusil de asalto de origen israel¨ª, compacto y ligero, que hasta hace poco solo estaba en manos de las fuerzas especiales que combaten al narco. Ahora los ¡°malos¡± tambi¨¦n las tienen.
V de Virgen, porque los narcos son gente de fe. Necesitan a una virgen a la que rezar por sus negocios. A la virgen de los sicarios, Mar¨ªa Auxiliadora, la inmortaliz¨® Fernando Vallejo en una gran novela.?
W de Winslow, Don, autor de El poder del perro, novela que se pregunta si la guerra contra las drogas es una idiotez obscena o una obscenidad idiota. 600 p¨¢ginas m¨¢s tarde, concluye que es una farsa tr¨¢gica y sangrienta. Con ¨¦nfasis en sangrienta.
X de M¨¦xico, territorio que desplaz¨® a Colombia como escenario de operaciones del narco.
Y de Yate. Todo narco que se precie se compra uno, e invita a ¨¦l a pol¨ªticos que, ing¨¦nuos, se dejan fotogra?ar para, a?os despu¨¦s, salir en la portada de los peri¨®dicos.
Z de Zool¨®gico, como el que mont¨® Pablo Escobar en la Hacienda N¨¢poles. Hipop¨®tamos, jirafas, avestruces, elefantes, cebras... hasta 1500 especies de animales conviv¨ªan en esta ?nca de 1920 hect¨¢reas donde se reun¨ªan los capos de la droga y donde se montaron ?estas, org¨ªas y conciertos legendarios.
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