Contaminaci¨®n lum¨ªnica, posible causa del insomnio en la ciudad
Las luces de la calle pueden estar interfiriendo en el sue?o de millones de personas en las zonas urbanas de todo el mundo. Esto es lo que Maurice Ohayon, director del Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa del Sue?o de la Universidad de Stanford de California, concluye en un reciente estudio publicado el pasado 1 de marzo y que se presentar¨¢ en la pr¨®xima reuni¨®n anual de la Academia Americana de Neurolog¨ªa, que tendr¨¢ lugar en Vancouver el pr¨®ximo mes de abril. Lo que los investigadores del centro han podido concluir, despu¨¦s de ocho a?os de investigaci¨®n en el que se ha entrevistado a 15.863 personas y de comparar datos de la programaci¨®n v¨ªa sat¨¦lite de Meteorolog¨ªa del Departamento de Defensa de Estados Unidos para trazar el nivel de luz nocturna a la que estaban expuestos los entrevistados, es que parece haber un v¨ªnculo directo entre las luces que entran por la ventana y los trastornos del sue?o entre los residentes urbanos.
Seg¨²n el equipo de Stanford, las personas que viven en ciudades de 500.000 personas o m¨¢s est¨¢n expuestas a luces nocturnas que son entre tres y seis veces m¨¢s intensas que las personas que viven en ciudades peque?as o zonas rurales. As¨ª, la gente que vive en ciudades m¨¢s grandes es un 6% m¨¢s propensa a dormir menos de 6 horas diarias y a sufrir de despertar confuso (tal como lo define el t¨¦rmino cient¨ªfico) durante la noche que las personas con baja exposici¨®n a la luz. El estudio tambi¨¦n evidencia que las personas que tienen m¨¢s problemas para descansar durante la noche son m¨¢s propensas a tener somnolencia excesiva durante el d¨ªa. Las consecuencias de una peor calidad del descanso, por lo tanto, no solamente tiene efectos perjudiciales para la salud, sino que tambi¨¦n afectan directamente a la actividad diurna que desempe?an los residentes urbanos.
El equipo de Maurice Ohayon, que ya en 2014 present¨® un estudio sobre la borrachera de sue?o o el despertar confuso, advierte ahora sobre los efectos secundarios de aumentar la actividad de las ciudades o de hacer que las urbes funcionen "las 24 horas de los siete d¨ªas de la semana". Dormir mal puede producir somnolencia, aumentar el riesgo de accidentes, disminuir la calidad de vida y producir dolencias f¨ªsicas y ps¨ªquicas. Adem¨¢s, seg¨²n los expertos, la falta de un sue?o reparador puede estar relacionado a la obesidad, la depresi¨®n y otros trastornos de la salud. Si bien ya hay evidencias cient¨ªfica que indican que la deuda de sue?o es una de las causas de perder memoria y defensas, de arrugarse antes de tiempo y de desarrollar diabetes e hipertensi¨®n, se hace necesario tomar armas en el asunto y recordar trucos para dormir como un beb¨¦ y pautas para dormir mejor. Pero quiz¨¢s lo primordial es tomar medidas simples, tan l¨®gicas como abastecerse de unas buenas cortinas, bajar las persianas durante la noche o hasta utilizar un buen antifaz para paliar las nefastas consecuencias que la contaminaci¨®n lum¨ªnica puede suponer para la salud y la vida en la ciudad.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.