Kariakin triunfa por su dureza
El ruso, de 26 a?os, retar¨¢ por el t¨ªtulo mundial a Magnus Carlsen en noviembre en Nueva York
Su juego no ha sido el m¨¢s brillante ni el m¨¢s rico en ideas, pero la fortaleza nerviosa es fundamental en el ajedrez del siglo XXI, y Sergu¨¦i Kariakin ha sido el m¨¢s duro y templado en el Torneo de Candidatos de Mosc¨². El ruso, de 26 a?os, gan¨® al estadounidense Fabiano Caruana, quien perdi¨® el control cuando se apur¨® de tiempo, en la partida decisiva de la ¨²ltima ronda.
¡°La primera clave de mi triunfo fue concentrarme con mi equipo de ayudantes bajo el sol de Dub¨¢i, combinando el entrenamiento con el descanso, para llegar fresco a Mosc¨². Y durante el torneo, la calma, centrarme en mis partidas, sin prestar apenas atenci¨®n a lo que hac¨ªan los dem¨¢s¡±, explic¨® Kariakin a los periodistas tras ser agasajado por una multitud de aficionados rusos, muy necesitados desde hace a?os de un compatriota que rete a Carlsen. A pocos metros, Andr¨¦i Fil¨¢tov, el principal mecenas del ajedrez ruso, no cab¨ªa en s¨ª de gozo.
Pero toda esa alegr¨ªa lleg¨® tras una enorme incertidumbre y mucha emoci¨®n. Un d¨ªa primaveral de sol radiante en Mosc¨² incita a pasear por la Plaza Roja, a 200 metros del hotel que aloja a los jugadores, sin abrigos ni gorros ni bufandas. M¨¢s de un psic¨®logo hubiera recomendado a Kariakin y Caruana que, durante al menos 30 minutos, se confundiesen con el gent¨ªo que admiraba las murallas del Kremlin, la entrada al Mausoleo de Lenin, la Torre Spassky, la catedral de San Basilio o el se?orial edificio de los grandes almacenes Gum.
Pero casi todos los ajedrecistas creen que necesitan estar absolutamente concentrados en la partida decisiva que van a disputar. Cuando llegaron al escenario, Kariakin parec¨ªa menos tenso, y tuvo el detalle, nada m¨¢s sentarse, de saludar a un ni?o muy prometedor, ?rtur Magom¨¦dov, campe¨®n infantil de Mosc¨², que hizo el saque de honor. Caruana, m¨¢s tirante, lleg¨® cuando faltaba exactamente un minuto. El saludo entre ambos fue muy correcto. Ni un solo detalle que recuerde la hist¨®rica enemistad entre K¨¢rpov y Kasp¨¢rov, quienes se odiaban tanto como se necesitaban, cuyas mutuas miradas asesinas dieron la vuelta al mundo hace 30 a?os.
Caruana podr¨ªa haber elegido alguna variante que le garantizase una partida larga, posicional, a la espera de que Kariakin se equivocara en alg¨²n momento. Pero, dada la dureza que el ruso ha exhibido durante todo el torneo y su virtuosismo en el juego posicional, el ¨ªtalo-estadounidense probablemente acert¨® al arriesgar desde el principio, meti¨¦ndose en una aguda variante de la Defensa Siciliana. Hab¨ªa una combinaci¨®n que le favorec¨ªa: si Viswanathan Anand ganase con negras a P¨¦ter Sv¨ªdler en la mesa de al lado, a ¨¦l le bastaba con el empate. Pero esa especulaci¨®n no va con su car¨¢cter ni con su estilo, de modo que busc¨® la victoria desde el principio. Y de hecho logr¨® llegar a una situaci¨®n apropiada para sus fines: muchas piezas en una posici¨®n complicada y apuros de tiempo mutuos. El propio Kariakin admiti¨® despu¨¦s que se encontraba inc¨®modo en ese momento.
Qui¨¦n sabe si fue el cansancio acumulado (7,5 horas de lucha el d¨ªa anterior), o el mencionado control de los nervios lo que desequilibr¨® a Caruana. O tal vez el subconsciente: el an¨¢lisis nocturno de su partida contra Sv¨ªdler de la v¨ªspera revel¨® que Caruana pudo haberla ganado varias veces; incluso en el final de torre y alfil contra torre, porque, ante un juego correcto del estadounidense, Sv¨ªdler tendr¨ªa que haber entregado su torre antes de la jugada 116, con lo que el ruso ya no hubiera podido reclamar la regla de tablas por 50 movimientos sin captura ni movimientos de pe¨®n. De haber ganado a Sv¨ªdler, a Caruana le habr¨ªa bastado empatar con Kariakin, y adem¨¢s la tensi¨®n para ¨¦l hubiera sido menor.
El caso es que, justo en ese momento, con Anand y Sv¨ªdler ya en la sala de prensa porque hab¨ªan hecho tablas, Caruana hizo una jugada perdedora, cuando a¨²n pod¨ªa mantener una posici¨®n muy complicada y con poco tiempo para ambos en el reloj. Ciertamente, el yerro del estadounidense requer¨ªa un preciso sacrificio de torre del ruso, pero no era dif¨ªcil para un jugador de su categor¨ªa.
Tiempo habr¨¢ para an¨¢lisis m¨¢s calmados de lo sucedido en un torneo fascinante, con la emoci¨®n muy cerca del m¨¢ximo nivel posible de principio a fin, y la combatividad muy alta a pesar de lo mucho que hab¨ªa en juego. Kariakin, adem¨¢s de revelar que su ayudante secreto ha sido el azerbaiyano Mamedi¨¢rov (18? del mundo), junto a los conocidos Potkin, Mot¨ªlev y Dojoi¨¢n, dej¨® claro su enfoque del duelo con Carlsen: ¡°Mi hilo conductor no ser¨¢ pensar en qui¨¦n es el favorito, sino en c¨®mo jugar lo mejor posible ante Magnus¡±. Y por si hubiera alguna duda sobre el ambiente de ese duelo en comparaci¨®n con los de K¨¢rpov y Kasp¨¢rov, la despej¨® de inmediato: ¡°Carlsen es un buen tipo. No somos amigos, pero tenemos una relaci¨®n cordial¡±.
Clasificaci¨®n final: 1? Kariakin 8,5 puntos; 2? Caruana 7,5 puntos; 3? Anand 7,5; 4?-7? Aroni¨¢n, Giri, Sv¨ªdler y Nakamura 7; 8? Top¨¢lov 4,5.
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