Sobre 'El conejito que quiere dormirse'
S¨ª, ese libro que asegura lograr lo que el m¨¦todo Estivill promete. Es decir, que los ni?os se acuesten
Hace ya meses que ten¨ªa ganas de escribir sobre El conejito que quiere dormirse. S¨ª, ese libro que asegura lograr en lo que se tarda en leer 10 p¨¢ginas lo que el m¨¦todo Estivill promete en varias semanas. Es decir, que los ni?os se duerman. Se trata de un fen¨®meno editorial que ha conseguido el hito de ser el primer libro autopublicado - en Espa?a lo ha editado Beascoa- que lleg¨® a ser n¨²mero uno de ventas en Amazon. Pero no es por eso. Lo que me llam¨® la atenci¨®n fue una pieza que vi en el Telediario de TVE en la que se alertaba de que el cuento hac¨ªa uso de t¨¦cnicas cercanas a la hipnosis que deber¨ªan ser aplicadas ¡°solo por especialistas y en casos excepcionales¡±. ?Vaya! Un cuento con una advertencia como esas de los anuncios de coches -¡°Prueba rodada en circuito cerrado por especialistas¡±- u otros -¡°No intente esto en casa¡±. Curiosidad.
Y s¨ª, lo primero que te encuentras al abrirlo es esto, como si fuera un paquete de tabaco: ¡°?Advertencia! Es peligroso leer este libro junto a alguien que est¨¦ conduciendo un veh¨ªculo¡±. Tal cual. La verdad es que te dan ganas de mantenerlo alejado de tus hijos. A esta alerta le siguen unas instrucciones. Es el primer libro que veo que lleva manual del usuario. Te explican que en el texto te vas a encontrar con palabras en negrita (enfatizar), en cursiva (pronunciar con voz suave), corchetes (acciones para acompa?ar al texto, como bostezar, o el nombre del ni?o al que se lo est¨¦s contando).
Cuando por fin me hice con el libro, me surgi¨® la ocasi¨®n de entrevistar al autor, as¨ª que decid¨ª posponer mi comentario hasta que hablase con Carl-Johan Forss¨¦n Ehrlin, psic¨®logo sueco de Husqvarna nacido en 1978. Sonriente, corpulento, con ligera barba, cuenta mientras toma un vino de Rioja que en un momento de su vida descubri¨® el campo del desarrollo personal (coaching) a trav¨¦s de unas casetes de un compa?ero y decidi¨® que deb¨ªa dedicarse a ayudar a la gente. ¡°Descubr¨ª que pod¨ªa decidir mi propia vida, c¨®mo pensar, c¨®mo actuar, y me di cuenta de que pod¨ªa ayudar a otras personas tambi¨¦n¡±. As¨ª que se puso a estudiar psicolog¨ªa, liderazgo y otras cosas y a escribir su primer libro, titulado Crea tu futuro.
En ese empe?o por ayudar, Forss¨¦n tuvo una revelaci¨®n. Cuenta que le vino la inspiraci¨®n mientras conduc¨ªa y tuvo que despertar a su madre, que iba a su lado, para que tomara notas. Luego, lo trabaj¨® durante alg¨²n tiempo, tres a?os, dice, para incorporar todas las t¨¦cnicas que cre¨ªa necesarias y ¡°nueve a?os despu¨¦s estamos aqu¨ª sentados hablando de ello¡±, sonr¨ªe.
Centr¨¦monos en el cuento, pues. De entrada, a m¨ª me parece aburrid¨ªsimo. Los personajes no son m¨¢s que meras excusas para que Forss¨¦n despliegue sus t¨¦cnicas de sugesti¨®n. No tienen profundidad ni personalidad alguna. As¨ª se lo digo al autor, pero ¨¦l defiende que busc¨® el equilibrio, escribir ¡°una historia interesante, pero no demasiado¡±. En suma, que los ni?os atiendan pero no est¨¦n en ascuas esperando el siguiente paso. Definitivamente, eso no pasa. No s¨¦ si los ni?os se duermen escuch¨¢ndolo, pero se bosteza ley¨¦ndolo. Porque las andanzas del conejito Carlitos, su mam¨¢, el t¨ªo Bostezo y el caracol Dormil¨®n no son precisamente un cap¨ªtulo 9 de Juego de Tronos. Por otro lado, las ilustraciones de la sueca Irina Maununen, tampoco ayudan a hacerse amiguito de esos personajes tan planos. No s¨¦ si llegan a dar miedo, como sostiene esta pieza de The Guardian, pero desde luego esos conejitos tan delgaditos con esos ojos tan definidos -alguien me los ha calificado de drogados- no invitan precisamente a achucharles.
Pero algo debe de tener, cuando ha vendido miles de ejemplares; cuando, como sostiene Forss¨¦n, ¡°muchos padres me piden que escriba otro, les encanta¡± (me cuenta que lo har¨¢, quiz¨¢ sobre alguna otra cosa que a los ni?os les cueste hacer). Pues ser¨¢n esas famosas t¨¦cnicas. ?Son realmente hipn¨®ticas? ¡°Yo no lo veo as¨ª¡±, dice Forss¨¦n. ¡°Es relajaci¨®n. Es un libro un poco especial que usa un lenguaje especial y ayuda a los ni?os a mantener la atenci¨®n en un objetivo, que es irse a dormir¡±. Vamos, que no tiene que ser administrado por especialistas. Sin embargo, esas t¨¦cnicas se traducen en palabras. Concretamente, en la repetici¨®n de algunas palabras, como ¡°duerme¡±, ¡°ahora¡±, ¡°sue?o¡±, ¡°dormido¡±, ¡°cansado¡±. Un ejemplo de p¨¢rrafo:
¡°Esta noche los hermanos de Carlitos se han dormido m¨¢s r¨¢pidamente que de costumbre, pero ¨¦l sigue en su cama pensando en las ganas que tiene de quedarse dormido, ahora. All¨ª tumbado, recuerda todas esas actividades que lo han dejado agotado y so?oliento, agotado y so?oliento. Piensa en jugar y en dormir y en todo eso que os provoca a los dos tanto cansancio, ahora¡±.
Es precisamente ese lenguaje el que impide que haya cuento. El libro est¨¢ lleno de ¨®rdenes. Es como escuchar durante un buen rato al t¨ªpico mago hipnotizador de la tele: ¡°Du¨¦rmete, solo escuchas mi voz, te est¨¢ entrando sueee?ooo¡¡±. Son muchas l¨ªneas llenas de estas ¡°sugestiones¡± y de poqu¨ªsimo m¨¢s. Para el que lo cuenta, se hace largo. ¡°S¨ª, lo es. Todas esas p¨¢ginas est¨¢n ah¨ª por si acaso, por si el ni?o no se ha dormido. Pero la mayor¨ªa se duerme despu¨¦s de unas pocas p¨¢ginas¡±, admite el autor.
En fin, de lo que se trata es de si funciona. Yo no lo he probado. Forss¨¦n me pide que le d¨¦ ¡°una oportunidad de verdad, no solo leerlo una vez o solo unos minutos y luego dejarlo. Porque a veces tienes que crear un h¨¢bito con el libro¡±. Pero si tengo que crear un h¨¢bito con el libro es como el h¨¢bito que tengo que crear con el m¨¦todo Estivill, solo que en vez de dejar al ni?o llorar a intervalos, lo creo con un curso de relajaci¨®n con conejitos. La verdad, no me apetece mucho. Cierto es que no he tenido demasiados problemas con el sue?o, pero creo que preferir¨ªa que mis hijos, aunque les costase, so?asen con bonitas historias, con personajes entra?ables o imaginativos, llenos de vida. Y no que se duerman a base de un aluvi¨®n de ¨®rdenes o, directamente, de aburrimiento.
Le pregunt¨¦ sobre el libro a Roc¨ªo Ramos-Pa¨²l, Supernanny, que lo hab¨ªa comentado un d¨ªa en el espacio de paternidad de Hoy por hoy, con Gemma Nierga. Admite que crear un h¨¢bito de lectura de un cuento antes de dormir, en tono relajado, despu¨¦s de las rutinas diarias (ba?o, cena...) puede ayudar a que el ni?o concilie el sue?o. Admite su utilidad como parte del ritual de ir a la cama, pero desconf¨ªa de sus virtudes intr¨ªnsecas. "El cuento por s¨ª mismo no hace que el ni?o se duerma. Con esas rutinas, contado en un tono que no excite, cualquier cuento podr¨ªa valer". Ve en las instrucciones del cuento instrumentos que pueden favorecer la relajaci¨®n y, por tanto, el sue?o, pero, en su opini¨®n, funcionar¨ªan igual con otro cuento. Y en cuanto a las t¨¦cnicas: "La repetici¨®n hace que el cuento sea m¨¢s mon¨®tono y as¨ª induce al sue?o. Si lo cont¨¢semos dramatizado o a gritos no funcionar¨ªa".
Quiz¨¢ alguno de vosotros tenga una opini¨®n diferente, o que lo haya probado y est¨¦ content¨ªsimo del resultado. Os invito a que cont¨¦is vuestra experiencia en los comentarios.
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