Un bi¨®logo madrile?o logra beca en Princeton tras diez rechazos en Espa?a
El investigador Ciro Cabral, de 33 a?os concluir¨¢ su doctorado en la universidad de EE UU
El bi¨®logo madrile?o Ciro Cabal, de 33 a?os, termin¨® su carrera de Biolog¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid en 2011. Desde entonces, y tras cinco a?os y una decena de rechazos de solicitudes de beca de instituciones espa?olas, tanto p¨²blicas como privadas, ha conseguido una ayuda para iniciar su doctorado en el Departamento de Ecolog¨ªa y Biolog¨ªa Evolutiva de Princeton (Estados Unidos), el pr¨®ximo septiembre.
"He solicitado cuatro veces una FPI [formaci¨®n de personal investigador], dos veces una FPU [formaci¨®n de profesorado universitario], ambas becas del Gobierno, y por lo privado otras cuatro m¨¢s. Calculo que he estado buscando oportunidades unos cinco a?os. Y he acabado con la autoestima bastante baja, sinti¨¦ndome no v¨¢lido. Aunque este ¨²ltimo suceso ha cambiado eso, porque en Estados Unidos he echado solicitudes a cuatro universidades y me han hecho ofertas financiadas en dos de ellas, bastante buenas adem¨¢s", valora en una entrevista con Europa Press el madrile?o.
Tras acabar la carrera en 2011, se sac¨® el M¨¢ster oficial en Ecolog¨ªa por la UCM/UAM en 2013, as¨ª como el TOEFL, y varios cursos de estad¨ªstica. Eso s¨ª, la mayor parte del trabajo realizado y remunerado no ha sido en la Biolog¨ªa, sino en la hosteler¨ªa. S¨ª que ha trabajado en varios proyectos en el ¨¢rea de la Biolog¨ªa vegetal y la Ecolog¨ªa, uno de ellos era parte de su M¨¢ster, en otros dos trabaj¨® como investigador, pero en ninguno con contrato y, por tanto, sin cotizar.
"En uno de estos me hicieron un ingreso a mi cuenta, sin m¨¢s. En otro me pagaron a trav¨¦s de una fundaci¨®n. En ambos casos fue un pago ¨²nico que no reflejaba la cantidad de tiempo real que estuve trabajando, ni cotic¨¦. La mayor remuneraci¨®n fue para m¨ª lo que sali¨® publicado que va a mi curr¨ªculo, y lo que aprend¨ª", explica.
Desde octubre trabaja en el CSIC con un permiso de estancia, pero sin sueldo."Creo que tendr¨¦ un contrato para estos ¨²ltimos cinco meses que me quedan hasta mi partida, pero a¨²n est¨¢ por firmar. Eso espero, porque se me ha acabado ya el subsidio del paro que acumul¨¦ en el restaurante. Quiero puntualizar que aprecio y agradezco mucho a todos los investigadores que me han dado la oportunidad de trabajar con ellos. El problema, a ellos tambi¨¦n, les viene de arriba", reconoce el joven investigador.
Seg¨²n denuncia, el 40% de los bi¨®logos de su generaci¨®n acaban trabajando en algo que no tiene nada que ver con su disciplina. "La que fue mi mejor amiga en la carrera est¨¢ haciendo un M¨¢ster de direcci¨®n hotelera, y ejemplos como ese de gente v¨¢lida, y con ganas, hay muchos que conozco", cuenta Cabal.
Ante la desesperaci¨®n y la espera en estos ¨²ltimos cinco a?os, Ciro pens¨® que su ¨²ltima baza se encontraba en el extranjero y al final lo logr¨®. Seleccion¨® aquellas universidades donde le gustar¨ªa trabajar, con la intenci¨®n de probar en Princeton "por si hab¨ªa suerte".
"Yo siempre he querido quedarme en Espa?a y por eso he estado tanto tiempo insistiendo. Pero al final desist¨ª y decid¨ª solicitar becas para estudiar en Norte Am¨¦rica, para ver si ah¨ª ten¨ªa m¨¢s suerte, como la de la Fundaci¨®n La Caixa o Fulbright Espa?a. Tampoco me las otorgaron. Ya con contactos all¨ª, el examen de ingl¨¦s TOEFL y el conocimiento de c¨®mo son las cosas, decid¨ª seguir por mi cuenta", se?ala Cabal.
Seg¨²n reconoce, Princeton fue de las ¨²ltimas instituciones a las que lleg¨®. De hecho, resalta que ech¨® la solicitud poco antes del fin de plazo, a pesar de ser su "lugar preferido". 'Las dos universidades que me han hecho ofertas me invitaron a visitarles en febrero, viaje, alojamiento y todo econ¨®micamente cubierto, para que yo pudiera ver si ese era un lugar en el que yo querr¨ªa pasar mis pr¨®ximos 5 a?os de vida por un lado, y para entrevistarme y conocerme ellos a m¨ª tambi¨¦n. Al poco de volver a Espa?a recib¨ª respuestas favorables suyas', a?ade.
Ciro destaca que un ec¨®logo espa?ol, que trabaj¨® en el centro estadounidense, le dijo que Princeton en el mundo de la Biolog¨ªa es como "el Real Madrid en el mundo del f¨²tbol". "Nuestra mejor universidad no llega ni al puesto 100 del ranquin mundial, y eso es una verg¨¹enza. No s¨¦ c¨®mo ser¨¢ mi vida en USA. Pero creo que s¨ª puedo afirmar que ser¨¢ una vida de cient¨ªfico, y eso es una oportunidad que Espa?a no me ha brindado. Creo que de no haberme surgido esta oportunidad hubiese tirado la toalla", indica.
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