Arranca la b¨²squeda submarina de los secretos del impacto que aniquil¨® a los dinosaurios
Una expedici¨®n perfora en el Golfo de M¨¦xico para saber qu¨¦ pas¨® tras el impacto de un asteroide
Con la proverbial mesura del cient¨ªfico, el geof¨ªsico mexicano Jaime Urrutia Fucugauchi se limita a decir que est¨¢ "contento y con curiosidad por ver c¨®mo marcha todo". Pero el proyecto que coordina en M¨¦xico remite a uno de los acontecimientos m¨¢s desmesurados de la Historia de la Tierra, de la Prehistoria del Hombre: la ca¨ªda del asteroide que aniquil¨® a los dinosaurios. La violencia del impacto ha sido comparada con la de mil millones de bombas at¨®micas.
El viernes 8 de abril comenz¨® la perforaci¨®n del lecho del Golfo de M¨¦xico en una plataforma similar a la de los ingenios petroleros instalada 30 kil¨®metros mar adentro. Es la primera vez que se investiga el ¨¢rea marina del cr¨¢ter Chicxulub, el boquete de 180 kil¨®metros de di¨¢metro provocado hace 66 millones de a?os por el impacto y que a lo largo de miles de a?os fue quedando sedimentado, m¨¢s o menos una mitad bajo el agua y otra bajo la superficie continental.
El ¨¢rea terrestre ha sido analizada durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. La submarina no, por el esfuerzo t¨¦cnico y financiero que acarreaba. Ahora un proyecto del Consorcio Europeo para la Perforaci¨®n Oce¨¢nica (ECORD en sus siglas en ingl¨¦s) est¨¢ franqueando esa barrera. Con 10 millones de d¨®lares de presupuesto y un equipo interdisciplinar liderado por la Universidad de Austin (Texas), el Imperial College de Londres y la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, algunos de los secretos submarinos de Chicxulub podr¨¢n salir por fin a la luz.
Hasta este mi¨¦rcoles, en s¨®lo cinco d¨ªas de perforaci¨®n, se hab¨ªan taladrado 450 metros bajo la superficie mar¨ªtima. "Va m¨¢s r¨¢pido de lo esperado", dice el profesor Urrutia. Antes de que acabe la semana se habr¨¢ superado el corte clave de los 500 metros. A partir de esa cota los cient¨ªficos empezar¨¢n a extraer muestras de roca para analizar. En dos meses horadar¨¢n un kil¨®metro y medio, contando este primer medio kil¨®metro, y recabar¨¢n restos de minerales, trazas gen¨¦ticas y microf¨®siles para tratar de esclarecer tres cuestiones fundamentales:
1. C¨®mo se forman los anillos de picos, estructura caracter¨ªstica de los cr¨¢teres, despu¨¦s del impacto de un asteroide o de un cometa.
2. Qu¨¦ clase de actividad hidrot¨¦rmica se gener¨® en el cr¨¢ter despu¨¦s del cataclismo y cu¨¢les fueron las condiciones para el regreso de la vida microbiol¨®gica.
3. Cu¨¢nto tard¨® el oc¨¦ano en recuperar su estado normal.
El golpe del asteroide marc¨® el fin del periodo Cret¨¢cico. Las pesquisas deber¨ªan aportar nuevos elementos de comprensi¨®n sobre ese cierre geol¨®gico y sobre el paso del Paleoceno al Eoceno, ocurrido hace 55 millones de a?os y en el que hubo un calentamiento global de unos dos grados que tuvo que ver con la desaparici¨®n de las grandes aves ("como avestruces gigantes carn¨ªvoras", ilustra Urrutia) y la llegada del tiempo de los mam¨ªferos, que se extiende hasta hoy.
A bordo de la plataforma habr¨¢ distintas clases de t¨¦cnicos (por ejemplo, perforadores) y media docena de cient¨ªficos que contar¨¢n con laboratorios de geoqu¨ªmica, de propiedades f¨ªsicas y de microorganismos, entre otros. Pasados los dos meses de trabajo en el mar, se prev¨¦ que en septiembre se haga una primera reuni¨®n general de evaluaci¨®n cient¨ªfica. De ah¨ª ir¨¢n saliendo los detalles; tal vez alguno imprevisto: "Llevamos 30 a?os analizando el cr¨¢ter y siempre aparecen nuevas preguntas", comenta el profesor Urrutia.
Mientras tanto otros pedruscos circulan por el Universo, pero la NASA y la Agencia Espacial Europea los vigilan. El organismo americano ha detectado unos 12.000 objetos amenazantes, 1.500 con te¨®ricos riesgos potenciales, si bien en la pr¨¢ctica no se espera que ning¨²n asteroide o meteorito nos borre de la faz de la Tierra.?
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