Santi Mill¨¢n: ¡°Tengo el talento de aparentar hacer bien las cosas¡±

Es hombre de teatro, pero la televisi¨®n le dio la popularidad. Desde que Andreu Buenafuente lo fichara en 1999 para su programa La cosa nostra en TV3, la vida cambi¨® para Santi Mill¨¢n (Barcelona, 1968). Despu¨¦s vinieron series como Periodistas, 7 vidas?y?Fr¨¢giles, pel¨ªculas y mucha comedia en la pantalla y sobre las tablas. Ahora hace doblete en Telecinco con su personaje de Sergi Roca en Chiringuito de Pepe y como presentador de Got Talent, donde los s¨¢bados se buscan nuevos talentos en Espa?a.

Pregunta. ?Hay talento suficiente para tantos programas?

Respuesta. Es la misma pregunta que hice cuando contactaron conmigo para Got Talent. Pero est¨¢ probado que s¨ª, y todav¨ªa queda m¨¢s. Hay mucha gente que lo tiene sin saberlo, hay mucho talento oculto y talento que no ha sido explotado. Hay muchas personas con habilidades singulares, cosas que no hace nadie m¨¢s. Para algunos puede parecer estrafalario o de gusto dudoso, pero lo bueno es que en Got Talent tienen cabida.

P. ?Se atrever¨ªa a presentarse a un programa as¨ª?

R. Qu¨¦ va. Mi m¨¢ximo talento es el de aparentar saber hacer cosas que realmente no tengo ni pu?etera idea. Y as¨ª he ido tirando. Si lo hiciera, en cuanto rascaran un poco se dar¨ªan cuenta de que no tengo talento alguno y me dar¨ªan una patada en el culo.

P. ?De d¨®nde surge su amor por la interpretaci¨®n?

R. Desde muy peque?o. A los 10 a?os empec¨¦ a actuar en el colegio en festivales de fin de curso. Me apunt¨¦ a teatro. Me gust¨®, la gente con la que trabajaba dec¨ªa que lo hac¨ªa bien y pens¨¦: si me gusta y encima se me da bien, pues me voy a dedicar a eso. Y as¨ª a lo tonto llevo ya casi 30 a?os.

P. ?Qu¨¦ queda de aquel Santi Mill¨¢n que buscaba hacerse un hueco en el espect¨¢culo?

R. No te creas que he cambiado mucho. Tengo las mismas filias, las mismas fobias, las mismas inseguridades¡­ La experiencia a?ade presi¨®n. A la hora de afrontar un proyecto siempre est¨¢s con las mismas inseguridades de si acertar¨¢s o no. Es de las pocas profesiones donde el bagaje muchas veces cuenta muy poco y siempre te juzgan por lo ¨²ltimo que has hecho. En cada nuevo proyecto tienes la sensaci¨®n de que te la est¨¢s jugando.

P. ?Qu¨¦ papel le ha marcado m¨¢s?

R. Personalmente quiz¨¢s el cambio fue cuando dej¨¦ La Cubana. Estuve 10 a?os en esa compa?¨ªa de teatro donde somos muy an¨®nimos. Se conoce la compa?¨ªa pero no a sus integrantes. Entonces empec¨¦ a trabajar con Buenafuente en Catalu?a y el personaje que hac¨ªa en el programa funcion¨® mucho y la gente lo recibi¨® muy bien. Ah¨ª hay un cambio importante, porque empiezas a salir a la calle y notas c¨®mo la gente empieza a mirarte, que te hace pensar si te habr¨¢s dejado la bragueta abierta o algo. Es una situaci¨®n rara.

P. ?Le agobia la fama?

R. No, nosotros tenemos una fama muy de andar por casa. No tienes que cambiar h¨¢bitos vitales porque la gente te conozca. La gente suele ser muy respetuosa y te muestra afecto, porque el hecho de dedicarte al humor hace que al verte se les dibuje una sonrisa en la cara.

P. Con qu¨¦ se queda, ?teatro, televisi¨®n o cine?

R. Depende del proyecto. Pero si un d¨ªa sale una ley de incompatibilidad para los actores, me quedar¨ªa con el teatro. Cuando decid¨ª dedicarme a esto lo hice pensando en el teatro, no en el cine ni la televisi¨®n.

P. ?Qu¨¦ le queda por hacer?

R. Retirarme, eso me queda. En realidad, muchas cosas. Lo bueno de la actuaci¨®n es que no tienes una fecha de caducidad. Tiene que haber papeles de todas las edades, as¨ª que a medida que vas cumpliendo a?os vas adapt¨¢ndote.

P. ?Es m¨¢s dif¨ªcil hacer re¨ªr que llorar?

R. Las dos cosas son complicadas, emocionar en todos los sentidos es complicado. Pero la comedia tiene una funci¨®n ¨²ltima que es la risa, el objetivo es claro. Cuando haces un drama hay gente que llora y que no, pero estos ¨²ltimos no salen con la frustraci¨®n de decir: ¡°Yo ven¨ªa a ver un dram¨®n y no he llorado¡±. En la comedia si no r¨ªes, algo no funciona. Cuando sueltas el chiste y hay un silencio en el patio de butacas es como si te pasaran la cuchilla por la piel.