Adi¨®s, Papa Wemba
Amanecemos de luto este domingo con noticias que nos llegan desde Abiy¨¢n, Costa de Marfil. Horas despu¨¦s de perder a Prince y todav¨ªa en duelo por David Bowie, nos toca el turno de llorar a Papa Wemba, el rey de la rumba congole?a y creador de la SAPE. El a?o se nos est¨¢ virando a los mel¨®manos en una sucesi¨®n de esquelas que nos arruinan la jornada y con las que se entierran parte de nuestras vidas y nuestros recuerdos m¨¢s queridos. Los sapeurs de todo el planeta, los amantes de la sensual cadencia de la rumba y los que tenemos memoria de haberlo gozado, ya sea en su directo feliz y explosivo o en una de las listas musicales elaboradas por Chema Caballero o enmarcado en el discurso cansino del pinchadiscos que reina en una discoteca en ?frica occidental, nos sentimos un poco hu¨¦rfanos esta ma?ana.
Papa Wemba muri¨® sobre el escenario, como Miriam Makeba. Ambos, en teor¨ªa, a causa de un infarto. Ambos, en el extranjero. Papa Wemba lo hizo ante las c¨¢maras de la Radio Televisi¨®n Marfile?a (RTI), en directo, mientras participaba en el Femua, el festival de las m¨²sicas urbanas de Anumabo fundado en Abiy¨¢n por el grupo marfile?o Magic System. Sucedi¨® anoche. Ten¨ªa 66 a?os.
Papa Wemba / MusicinAfrica.net
Jules Shungu Wembadio Pene Kikumba, Papa Wemba, ser¨¢ recordado como fundador de la banda y del sello Viva la M¨²sica, que funciona desde 1977 y al que se incorporaron estrellas actuales como Koffi Olomid¨¦ o King Kester Emeneya. Ejerci¨® de una de las figuras m¨¢s enormes de la m¨²sica africana, descubridor de nuevos valores y gran influencia para miles de m¨²sicos en todo el globo. Adem¨¢s, alegr¨® la vida e inspir¨® a intelectuales y artistas de su continente y otros, como sucedi¨® con Alain Mabanckou, que narra en su novela Ma?ana cumplir¨¦ 20 a?os la fuga de su protagonista, el peque?o Michel, para ver a escondidas un concierto de Wemba.
Nacido en 1949 en Lubefu, en lo que entonces se llamaba Congo belga, Papa Wemba no cre¨® la rumba, pero se convirti¨® en uno de sus pilares, igual que contribuy¨® a la popularidad del soukous y trabaj¨® otros ritmos como el ndombolo o incluso el rock.
Wemba aprendi¨® los ritmos africanos de su madre, pla?idera profesional a la que ¨¦l acompa?aba desde muy peque?o a las ceremonias f¨²nebres. Su padre, que combati¨® durante la II Guerra Mundial con las tropas belgas y se desmoviliz¨® como cazador, se negaba a que su hijo se dedicara a la m¨²sica y so?aba con una carrera en la abogac¨ªa o el periodismo.
Durante los a?os sesenta, Papa Wemba descubri¨® los ritmos occidentales y se convirti¨® en Jules Presley. Conocer a James Brown le reconcili¨® con la negritud, incorpor¨¢ndole a la formaci¨®n de Za?ko Langa Langa, un grupo que cofund¨® en 1969 y que se especializa en la rumba africana, mezclando ritmos africanos, influencias cubanas y rock. Es el segundo artista congole?o, tras Tabu Ley Rochereau, que firm¨® con un sello internacional, Real World de Peter Gabriel, con el que public¨® tres ¨¢lbumes: Le Voyageur (1992), Emotion (1995) y Moloka? (1998). En 1980, saca su primer ¨¦xito panafricano, Analengo. En 1986, se instala en Francia y debuta como actor en La vie est belle, de Ngangura Dieudonn¨¦ Mweze y Beno?t Lamy. Participa en otras pel¨ªculas como actor y como compositor de la banda sonora. Precisamente en 1999, sus temas Maria Valencia y Le Voyageur obtuvieron ¨¦xito internacional cuando Bernardo Bertolucci los incluy¨® en una de sus pel¨ªculas, Para¨ªso e infierno. Publica discos regularmente desde 1970 hasta 2014.
Sin embargo, lo que marc¨® la carrera de Papa Wemba y por lo que pasar¨¢ a la posteridad es por su contribuci¨®n a la rumba, la m¨²sica urbana congole?a por excelencia.
Nacida en Pool ?Malebo, la curva del r¨ªo Congo que separa Kinshasa de Brazzaville, la rumba se alimenta de los viajes trasatl¨¢nticos que conectan Europa, ?frica y Am¨¦rica desde que comienza la trata negrera hasta hoy y del car¨¢cter de las sociedades donde echa ra¨ªces y crece, igualitarias y hedonistas. A su expansi¨®n se ligan nombres como el de Radio Brazzaville, la radio colonial que aireaba chachach¨¢s, charangas y rumbas por toda el ?frica franc¨®fona, y voces como las de ?Joseph Kabasele y Franco Luambo. El primero, autor del famoso Ind¨¦pendance cha-cha, conecta estos ritmos con la pol¨ªtica en 1960 y pone m¨²sica a las independencias africanas. La rumba se crece con el jazz y el soul americanos, con la convulsa historia del siglo XX y se enrala en Colombia, convertida en champeta.
Por cierto, ?dijimos ya que Wemba tambi¨¦n fue el creador de la Societ¨¦ des Ambianceurs et des Personnes ?l¨¦gantes (SAPE)? ?Que la rumba es el ritmo que se une, de manera indisoluble, a las evoluciones de los sapeurs por las calles de Brazza y Kinshasa? ?Que los sapeurs no son una simple excentricidad de cuatro pobres que quieren sentirse reyes por un d¨ªa, si no una contestaci¨®n pol¨ªtica en kilt y elegantes cortes a medida?
El despacho de hoy de Efe sobre la muerte de Wemba habla de una malaria cerebral que sufr¨ªa y que ya lo mantuvo varios d¨ªas hospitalizado en un centro de Par¨ªs el pasado mes de febrero, oblig¨¢ndole a suspender varios conciertos. Costa de Marfil y el resto del continente africano sufren hoy un choque similar al que Occidente experiment¨® con Prince esta misma semana. Una tristeza espesa, con nombre, musicada.
Hoy elegimos dejar a un lado las cr¨ªticas de los opositores j¨®venes de Kabila en la di¨¢spora, que acusan a la rumba moderna de colaboracionismo con el r¨¦gimen, de superficialidad, de vac¨ªo. Tambi¨¦n las historias menos dulces sobre la leyenda, a la que se vincul¨® a la inmigraci¨®n irregular hace un par de a?os.
Miriam Makeba falleci¨® en Italia, tras participar en un concierto contra la Camorra y de apoyo al escritor amenazado Roberto Saviano. Makeba, de 76 a?os, cant¨® ante apenas unas pocas decenas de espectadores y cay¨® fulminada al piso cuando ya se desped¨ªa del p¨²blico junto a los dem¨¢s participantes. Trasladada en ambulancia a la cl¨ªnica, falleci¨® all¨ª, en Castel Volturno, hace poco m¨¢s de siete a?os.
Ayer (o esta madrugada), Papa Wemba cay¨® tambi¨¦n cantando sobre un escenario. Aparece derrumbado en el suelo en las im¨¢genes que hemos preferido evitarnos en esta entrada, mientras su coro continua bailando, sonriente, y la m¨²sica sigue sonando. Trasladado de urgencia al hospital, como Miriam Makeba, Papa Wemba falleci¨®. Hoy le esperaban en Korhogo, en el norte de Costa de Marfil, para poner punto final al Femua, que se ha suspendido en se?al de luto por su muerte.
Hoy queremos recordarlo vivo sobre un escenario, cantando, lanzando destellos de alegr¨ªa y provocando emociones felices en los corazones de su audiencia.
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