Cenizas del sistema
La ventaja de tratar a las personas como carne para picar es que abarata los costes de distribuci¨®n, y la distribuci¨®n es la columna vertebral del negocio. No puedes fabricar libros si no tienes d¨®nde colocarlos ni se pueden producir refugiados si no se han previsto antes los problemas de distribuci¨®n y sus costes. Los costes econ¨®micos ya los sabemos: 6.000 millones de euros que la UE va a pasar a Turqu¨ªa. Los morales est¨¢n por calcular, si se calculan, que creemos que no. El coste moral es un atraso digno de sociedades ancladas en una mentalidad rural. Siguen ah¨ª, apegadas al tomate o a la berenjena, que dan p¨¦rdidas, cuando el sector de la econom¨ªa financiera est¨¢ pr¨¢cticamente virgen. Los refugiados (y en general los pobres) son en cierto modo los restos de la combusti¨®n de una parte de esa econom¨ªa, las cenizas que expulsa la maquinaria del sistema, en el caso de que la maquinaria y el sistema sean cosas distintas. Desechos que conviene repartir con justicia bonificando a quien se los queda. Si un cementerio nuclear se considera un chollo para los habitantes de la poblaci¨®n en la que se instala, un cementerio de refugiados deber¨ªa resultar beneficioso para la Turqu¨ªa de Erdogan, ese se?or que dice creer en Dios, aunque no se f¨ªa de ¨¦l. Es costoso deshacerse de las cenizas, s¨ª, pero gracias a esas cenizas se ha movido, por poner un solo ejemplo, el tr¨¢fico de armas, cuya industria constituye una de las locomotora de la econom¨ªa global.
Por cierto, ?ser¨ªa usted capaz de distinguir en esta foto la carne para picar de los agentes de Frontex?
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