Qu¨¦ pasa en una familia de Vallecas cuando su ni?o se convierte en una estrella llamada Koke
Viv¨ªa en un piso peque?o y compart¨ªa habitaci¨®n con su hermano. Todo ha dado un vuelco para el pulm¨®n del Atl¨¦tico. Esta es la historia
Koke est¨¢ relatando con una timidez que no oculta orgullo lo que le ha regalado a sus padres desde que es un trabajador con un contrato abultado. Una casa en Rivas (al este de Madrid), m¨¢s grande y equipada que el estrecho piso familiar de Vallecas donde se form¨® la familia. Un coche para su padre, que el que ten¨ªa estaba cascado. Los servicios de un fisioterapeuta que acude a la nueva casa para atender alg¨²n problemilla de la madre en las articulaciones. Y poco m¨¢s. ¡°Intento que tengan todo lo que necesitan. Pero tampoco son gente de lujos. Yo siempre estoy ah¨ª para ayudarles¡±. El padre de Jorge Resurrecci¨®n (24 a?os) tiene 55 a?os y trabaja en una f¨¢brica de cervezas. "Con las m¨¢quinas y cargando", nos informa su hijo. La madre, de 54 a?os, es ama de casa. Hace no m¨¢s de cinco a?os Koke era un chaval t¨ªmido, humilde y con una pocas monedas en el bolsillo; hoy, Koke es un chaval t¨ªmido, humilde y con la cuenta corriente a rebosar. Nada ha cambiado, todo ha cambiado. F¨²tbol es f¨²tbol.
El 28 de mayo, el jugador disputar¨¢ su segunda final de Champions en tres a?os. Frente al gran rival, el Real Madrid. ?l es un elemento insustituible en la armada pretoriana que ha montado Cholo Simeone en el Atl¨¦tico de Madrid. Sentado en una habitaci¨®n de un hotel madrile?o responde con un acento que, afortunadamente, no ha perdido ese tono arrastrado y ¨¢spero que otorgan las calles del Madrid suburbial. Cuidado: es de Vallecas, un barrio de raza y epop¨¦yicas luchas vecinales. El jugador define su barrio como ¡°humilde, obrero y con gente que le echa mucho valor a la vida¡±. Y remata: ¡°Cuando vas por ah¨ª y dices que eres de Vallecas la gente te mira de una forma especial. Vallecas tiene personalidad¡±.
Koke relata lo que le ha regalado a sus padres: una casa en Rivas (este de Madrid), m¨¢s grande que el estrecho piso familiar de Vallecas; un coche para su padre, que el que ten¨ªa estaba cascado; los servicios de un fisioterapeuta para la madre. Y poco m¨¢s
?l se conoce bien d¨®nde est¨¢n las mejores calles del barrio para jugar al f¨²tbol. Ah¨ª aprendi¨®, rob¨¢ndole muchas horas al estudio. En parte lo paga ahora: se est¨¢ sacando la ESO que no aprob¨® entonces, en estudios a distancia, mientras viaja con la selecci¨®n espa?ola o con su Atleti, donde ha trepado desde que era un cr¨ªo. ¡°Era un chico al que siempre le costaba estudiar. Pero era muy tranquilito. Nunca la liaba en clase. Bajaba al recreo y siempre ten¨ªa una pelota para jugar al f¨²tbol¡±, comenta.
En aquel piso del barrio el jugador compart¨ªa habitaci¨®n con su hermano Borja, tres a?os mayor. Los dos siempre fueron de la mano. Koke dorm¨ªa arriba y le pisaba a su hermano cuando se levantaba. ¡°Siempre iba con los mayores. Con ¨¦l, con mi primo. Mi madre dec¨ªa a mi hermano: ¡®Cuida del ni?o¡¯. Y ah¨ª estaba yo, rodeado de chicos m¨¢s mayores¡±. Borja empez¨® primero a jugar en el Atleti. Iba para estrella hasta que un par de lesiones le quebraron las articulaciones. Ahora lleva una tienda de deportes y ayuda a su hermano. ¡°Tambi¨¦n entrena a ni?os. Vive con mis padres. Siempre que le necesito est¨¢ ah¨ª¡±, explica, subrayando la f¨¦rrea uni¨®n familiar.
Una familia de constituci¨®n recia. Quiz¨¢ demasiada para ejercer de deportista de ¨¦lite. "S¨ª. Estaba rellenito cuando era peque?o", se?ala, sonriendo. "Pero cuando vas siendo m¨¢s mayor, haces deporte y te vas definiendo. Pero s¨ª, la constituci¨®n de mi familia es m¨¢s o menos gordita. Me tengo que cuidar m¨¢s, y lo s¨¦, que esas personas que comen mucho y no engordan".
?Usted se puede comer, por ejemplo, una hamburguesa bien grasienta una noche? (Risas) No, no, no puedo. Al d¨ªa siguiente me voy a pesar y El Profe [el estricto y eficiente preparador f¨ªsico del Atl¨¦tico] me mata. Nos pesamos todos los d¨ªas. Yo estoy en 74. Y si como una hamburguesa se nota. Hay que cuidar la alimentaci¨®n. Si un d¨ªa pesas un poco de m¨¢s no pasa nada, pero hay que cuidarse.
Las cosas han transcurrido veloces para uno de los jugadores espa?oles con presente y futuro m¨¢s esplendorosos. Ahora ejerce de imagen de marcas como Gillette y vive en La Finca, esa especie de ciudad/fort¨ªn de ricos a las afueras de Madrid donde se atrincheran en sus enormes b¨²nkeres deportistas como Cristiano Ronaldo, Rudy Fern¨¢ndez o Cholo Simeone, su entrenador. All¨ª vive con su novia, Beatriz, profesora de ingl¨¦s. En el ¨²ltimo cumplea?os de ella, Koke utiliz¨® la red social Twitter para enviarle un mensaje: ¡°Te amo¡±. ¡°Es que es lo que siento y no me importa decirlo delante de la gente. Es una persona con la que llevo conviviendo ya cinco a?os. Y tienes ese sentimiento¡±. Lleva con ella desde que ¨¦l ten¨ªa 18 a?os. Solo cuenta una relaci¨®n anterior. ¡°Tuve una novia antes, con la que estuve dos a?os. Lo dejamos y pas¨¦ un tiempo dif¨ªcil, pero tuve la suerte de encontrar a Bea pronto¡±, desvela.
Un momento. Con una profesora de ingl¨¦s en casa, ?hablas el idioma de los Beatles? ¡°Me intenta ense?ar, pero ?sabes lo que pasa? Me dice: ¡®Venga, ponte a hacer una prueba y vemos qu¨¦ nivel tienes y empezamos¡¯. Pero me deja la hoja y no la hago. Ese es el problema [risas]. Necesito a alguien que me meta ca?a y ya se sabe lo que pasa con la confianza. No le hago mucho caso, la verdad¡±.
?Qu¨¦ se puede decir de una sociedad en la que un jugador gana 200.000 euros al mes y un profesor 1.000 euros? Bueno, al final es lo que generamos nosotros, los futbolistas. Pasa lo mismo con un cantante o un artista famoso. A la sociedad le encanta el f¨²tbol y genera mucho dinero. Es verdad que yo si pudiera les dar¨ªa mucho mejor sueldo a todos los profesores. No est¨¢ valorado todo lo que hacen. Es un trabajo duro y de mucha responsabilidad, porque est¨¢s educando a la gente. Pero al final la sociedad es as¨ª y no podemos hacer nada.
Usted a qu¨¦ partido vota. Nunca he ido a votar. No sigo mucho la pol¨ªtica.
La vida nos ense?a que nos toca perder en demasiadas ocasiones. Lo que hay que ver es qu¨¦ cara le ponemos a esa derrota. La que est¨¢ poniendo ahora Koke es de contracci¨®n, como si la jaqueca m¨¢s potente hubiera irrumpido en su cerebro con la fuerza de un ob¨²s. Koke est¨¢ recordando las tinieblas que vivi¨® en Lisboa, el 24 de mayo de 2014, cuando un testarazo de Sergio Ramos en los ¨²ltimos segundos baj¨® bruscamente a su equipo del cielo de lograr su primera Champions. El golpe fue miserable. ¡°Esa noche fue complicada...¡±, deja caer el jugador del Atl¨¦tico de Madrid. ¡°Fue un momento muy duro, el m¨¢s duro de mi carrera. A la primera persona que llame fue a mi madre, que estaba en el estadio. Es un recuerdo complicado, la verdad [angustia en la garganta]. Hablamos y me dijo: ¡®Tranquilo, que hab¨¦is hecho un a?o espectacular¡¯. Y no me dijo nada m¨¢s. Y ya est¨¢ [y otra vez al borde del lloro].
Es la historia del Atl¨¦tico de Madrid, el equipo del mundo que m¨¢s veces ha ca¨ªdo a la lona y que siempre se ha levantado con los ri?ones y las agallas. Si se le pregunta a un aficionado rojiblanco un momento memorable de su relaci¨®n con su equipo, probablemente se agarre a alguna tragedia, como aquella final de la Copa de Europa en 1974 que se escap¨® en el ¨²ltimo minuto contra el Bayern de Munich; o aquel a?o que se descendi¨® a Segunda con la base de un equipo que hab¨ªa ganado solo cuatro a?os antes la Liga y la Copa (el celebrado doblete); o aquel penalti fallado en el ¨²ltimo instante y que separaba la ruina del gozo¡ Como dijo Fernando Torres hace poco, ¡°todo el mundo es del Atleti, aunque no lo sabe¡±. La vida es m¨¢s derrota que victoria. Y el club del Calder¨®n es un tutorial de esta frase. ¡°El sufrimiento est¨¢ ligado a la vida del Atleti. Pero nos reponemos. En Lisboa se vio. La gente del Atleti se qued¨® en el estadio, cantando, como si hubi¨¦ramos ganado. Estaban animando a¨²n habiendo perdido. Esa es la esencia del Atleti, ese sufrimiento. Ves que tu equipo lo ha dado todo, pues t¨² como aficionado tambi¨¦n se lo das a los jugadores¡±, explica.
Su futuro deportivo est¨¢ en la Eurocopa de Francia de este a?o, donde se espera que explote: ¡°Mi sue?o es estar en esa Eurocopa y poder ganarla. Despu¨¦s de todo ese cambio en la selecci¨®n, es dif¨ªcil hacer un grupo, un equipo que vuelva a jugar igual. Pero poco a poco creo que lo vamos haciendo¡±. Su otro gran reto que ganar la primera Champions del Atl¨¦tico. Y ante el Madrid. Reconoce que hace dos a?os hubo una oferta importante para dejar el Atl¨¦tico (del Barcelona), pero que prefiri¨® quedarse. ¡°La verdad es que no tengo nada claro que vaya a dejar el Atleti. Vivo mi presente, que es en el Atl¨¦tico de Madrid. Y sue?o con retirarme en el Atleti. Pero en el f¨²tbol nunca se sabe. A lo mejor est¨¢s dando un nivel espectacular y el equipo no lo est¨¢ dando. O al rev¨¦s: el equipo est¨¢ de sobresaliente y tu no llegas al aprobado. Nunca se sabe¡±.
Le preguntamos c¨®mo se digiere una derrota fuera de los focos, cuando uno llega a casa con la moral en el pozo. "Cuando no he hecho un buen partido o hemos perdido y estoy mosqueado conmigo mismo, Bea [su novia] me habla de otras cosas, para intentar que me olvide de esa derrota. Hay d¨ªas que lo consigue y otros le digo: 'No, no, mejor prefiero no hablar, por favor'. Al rato se me va pasando. Igual estamos los dos viendo la tele y callados. Yo estoy pensando en lo que he hecho mal o analizando por qu¨¦ se ha perdido".
Koke, cu¨¢l fue el d¨ªa m¨¢s feliz de tu vida. Cuando a mi madre le hicieron un transplante de coraz¨®n y sali¨® todo bien. Fue hace siete a?os. Ese fue el momento m¨¢s feliz de mi vida.
Ya saben: humilde, trabajador, familiar... de Vallecas.
Este reportaje, que se public¨® en el n¨²mero 3 de ICON Sport (en los quioscos actualmente), ha sido ampliado para la versi¨®n web.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.