Sigmund Freud, el hombre que quiso dar significado a nuestros sue?os

Las personas somos como un iceberg del que solo se ve la punta. Todo lo que hay bajo el agua es nuestro subconsciente, un mont¨®n de deseos y traumas que reprimimos pero que son los que dan forma a nuestros sue?os. El hombre que vislumbr¨® esta teor¨ªa tan com¨²nmente aceptada fue Sigmund Freud, el llamado padre del psicoan¨¢lisis, un neur¨®logo que naci¨® un d¨ªa como hoy hace 160 a?os y cambi¨® nuestra forma de pensar con conceptos como narcisismo, pulsi¨®n de muerte o complejo de Edipo. Fue una de las figuras m¨¢s controvertidas e influyentes del siglo XX.

Sigmund Freud naci¨® en 1856 en una ciudad de la Rep¨²blica Checa en el seno de una familia jud¨ªa con grandes dificultades econ¨®micas, lo que no impidi¨® que ingresara en la Universidad de Viena, ciudad donde lleg¨® a los tres a?os y pas¨® la mayor parte de su vida. Tras graduarse como m¨¦dico en 1881 se centr¨® en la investigaci¨®n de las propiedades anest¨¦sicas de la coca¨ªna, lo que provoc¨® su primera pol¨¦mica, ya que seg¨²n se desprende de algunas correspondencias provoc¨® la adicci¨®n de un amigo al que quer¨ªa curar (e incluso la suya propia).

Tras casarse con Martha Bernays, el amor de su vida, Sigmund Freud mont¨® en 1886 una cl¨ªnica privada donde aplic¨® la hipnosis en el tratamiento de la histeria que hab¨ªa estudiado en Par¨ªs e incorpor¨® el m¨¦todo cat¨¢rtico de su mentor Josef Breuer. Pero poco a poco lo fue abandonando y lo reemplaz¨® por la asociaci¨®n libre y la interpretaci¨®n de los sue?os, germen de una nueva forma de entender al hombre: el psicoan¨¢lisis.

La interpretaci¨®n de los sue?os, publicada en 1899, es la obra m¨¢s importante y conocida de Sigmund Freud. En ella se sientan las bases del psicoan¨¢lisis, un m¨¦todo terap¨¦utico al que poco a poco se fueron sumando m¨¢s adeptos, pese al recelo que despert¨® en una parte de la comunidad cient¨ªfica, que lo consideraban una especie de fil¨®sofo que replante¨® la naturaleza humana y ayud¨® a derribar tab¨²es, sobre todo sexuales, pero nunca un m¨¦dico. Su objetivo era mover todos esos pensamientos, sentimientos y deseos reprimidos del subconsciente (lo que hay debajo del agua) al consciente (la punta del iceberg).

Sin ¨¦l no podr¨ªa entenderse la obra de artistas como Andr¨¦ Bret¨®n o Dal¨ª y cineastas como Bu?uel o Hitchcock

Aparte de sus revolucionarios conceptos del inconsciente, deseo inconsciente y represi¨®n, Sigmund Freud dividi¨® la mente en tres partes: el ello, el yo y el s¨²peryo. Tambi¨¦n defini¨® el Eros o pulsi¨®n de vida y el T¨¢natos o pulsi¨®n de muerte. Y desarroll¨® un m¨¦todo psicosexual que -pese a ser criticado por relacionar la sexualidad con conceptos como incesto, perversi¨®n y trastornos mentales- incorpor¨® teor¨ªas como el complejo de Edipo y derrib¨® tab¨²es en una sociedad todav¨ªa enfermiza y reprimida.

Pese a lo cuestionado que fue por algunos compa?eros, la influencia de Sigmund Freud en la filosof¨ªa, la pol¨ªtica, el lenguaje y el arte del siglo XX es incuestionable. Sin ¨¦l no podr¨ªa entenderse la obra de artistas como Andr¨¦ Bret¨®n o Dal¨ª y cineastas como Bu?uel, Hitchcock o Woody Allen, que con su cine ha modelado la imagen que tenemos del psicoan¨¢lisis: un hombre cont¨¢ndole su vida a su terapeuta desde el confort de un div¨¢n.

Sigmund Freud fue controvertido hasta el ¨²ltimo d¨ªa de su vida. En 1938 fue declarado enemigo del Tercer Reich y tuvo que huir a Londres. Sus libros fueron quemados p¨²blicamente y sus hermanas (ten¨ªa cinco) fallecieron en los campos de concentraci¨®n. Muri¨® un a?o despu¨¦s por culpa de un c¨¢ncer de paladar que le provoc¨® su afici¨®n al tabaco. Su m¨¦dico le suministr¨® tres dosis de morfina y se sumergi¨®, para siempre, en el mar de su subconsciente. Un peque?o cr¨¢ter en la luna lleva su nombre.