?Necesitan los pa¨ªses ricos ayuda al desarrollo?

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Para que esto salga bien hay que estar encima

La conquista de los derechos a golpe de quejas y denuncias

Hipocres¨ªa e inmigraci¨®n

La nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible y nuestro proyecto de pa¨ªs

En el a?o 2004 concedieron el premio Nobel de literatura a la escritora austr¨ªaca Elfriede Jelinek. Llovieron las cr¨ªticas: "Jelinek est¨¢ loca", "su obra es brutal", dec¨ªan. Tanto fue cuestionada la elecci¨®n que incluso el prestigio del galard¨®n sueco fue puesto en tela de juicio. La Pianista es una novela de Elfriede Jelinek. Habla de una mujer austriaca que, en pleno siglo XX, vive sometida a su cruel madre. ?sta ¨²ltima trata de reducirla constantemente volviendo miserable la existencia de su indefensa hija.

AIVI es la asociaci¨®n internacional de los supervivientes, familiares de supervivientes, profesionales y ciudadanos implicados en la lucha contra el incesto. La p¨¢gina web de la asociaci¨®n informa de que, en Francia, el n¨²mero de condenas no representa el n¨²mero de v¨ªctimas (Esto se debe a que 90% de las v¨ªctimas no denuncian y el 80% de las denuncias quedan cerradas sin consecuencias). Aun as¨ª, y a modo indicativo, AIVI se?ala que en 2009 el n¨²mero de violaciones y de agresiones sexuales reconocidos en el registro de antecedentes penales franc¨¦s fue de 1.412 y 5.517 casos respectivamente.

Lust, otro libro de la escritora Elfriede Jelinek, habla de una mujer maltratada f¨ªsica, intelectual y sexualmente por su propio marido. Las vejaciones a las que est¨¢ sometida su protagonista, una europea de clase socio-econ¨®mica alta, tambi¨¦n son continuas. La historia se desarrolla durante la ¨²ltima mitad del siglo pasado.

Seg¨²n los datos de la Agencia de Derechos Humanos de la Uni¨®n Europea, Dinamarca, Finlandia y Suecia tienen las cifras m¨¢s altas de violencia machista en Europa: El porcentaje de mujeres mayores de 15 a?os que han sido agredidas f¨ªsica o sexualmente por hombres que no eran sus parejas supera all¨ª el 30% (?El 40% en Dinamarca!). Lo peor es que, seg¨²n indican los expertos, no es que en estos pa¨ªses se den m¨¢s casos, sino que all¨ª las v¨ªctimas denuncian y en otros lugares de Europa, no tanto.

El libro de Jelinek Los excluidos es la historia de unos ni?os que viven en Europa. Como su propio t¨ªtulo se?ala, estos ni?os se ven excluidos de la sociedad en la que viven. Y esto, frente a la pasividad de la poblaci¨®n que les rodea.

En el viejo continente, 13% de los ni?os abandona la escuela despu¨¦s del primer nivel de secundaria

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), no duda en tildar la crisis europea de refugiados y migrantes del 2015 como "una crisis con rostro de ni?o": Efectivamente y seg¨²n la organizaci¨®n, uno de cada cuatro solicitantes de asilo son ni?os, y unos 225.000 ni?os y ni?as necesitan ayuda urgente.

Por otro lado, la Organizaci¨®n no gubernamental Save the Chlidren se?ala que casi 27 millones de ni?os est¨¢n en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social en Europa: En el viejo continente, 13% de los ni?os abandona la escuela despu¨¦s del primer nivel de secundaria. Por otro lado, el 17% de los peque?os vive en casas con goteras en el techo, humedades en el suelo o marcos de ventanas podridos. En Espa?a, un 29,9% de los peque?os viven en hogares bajo el umbral de la pobreza.

Todos estas realidades son brutales, como tambi¨¦n lo es el empe?o de algunos pa¨ªses europeos en no reconocer los derechos de los homosexuales. Brutal es criminalizar a los inmigrantes. Brutales son tambi¨¦n las reacciones b¨¦licas y vengativas a determinados actos terroristas perpetuados por algunos gobiernos de occidente...

En Europa hemos adoptado una posici¨®n algo paternalista hacia los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Occidente ha sido y es muy generoso en su ayuda al desarrollo a los pa¨ªses necesitados y eso est¨¢ muy bien. Pero a veces no queremos hacer frente a la realidad de que todav¨ªa hay mucho que avanzar en nuestro territorio: Occidente tiene a¨²n que desarrollarse. Somos la locomotora del tren del desarrollo internacional. No solo por lo econ¨®mico sino, sobre todo, por lo ideol¨®gico.

Encumbremos a aquellos que, como Elfriede Jelinek, nos hacen tomar consciencia de esta realidad. Sus ideas son los verdaderos cimientos de la evoluci¨®n que occidente aun necesita. Teng¨¢mosles muy presentes a la hora de formarnos como ciudadanos. A la vez, gozaremos de una literatura de calidad llena de fuerza y cargada de verdad cuya lectura ser¨¢ de agradecer.

Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la Comisi¨®n de la Uni¨®n Europea. Este art¨ªculo refleja la opini¨®n del autor y no necesariamente el punto de vista de la instituci¨®n citada. El prop¨®sito de este art¨ªculo no compromete la responsabilidad de esta instituci¨®n.