Contra el terrorismo y tambi¨¦n contra la tortura
Medio centenar de ONG alertan en una campa?a sobre los excesos policiales tunecinos
Si en los pa¨ªses de larga tradici¨®n democr¨¢tica aparecen reflejos autoritarios tras cada atentado terrorista, no es de extra?ar que lo mismo suceda en aquellos pa¨ªses todav¨ªa en transici¨®n. Como T¨²nez. Para contrarrestar este fen¨®meno, cerca de 50 ONG, tanto nacionales como internacionales, han lanzado en este pa¨ªs magreb¨ª una campa?a bajo el lema ¡°No al terrorismo, s¨ª a los derechos humanos¡±, que ha incluido la realizaci¨®n de diversas actividades y materiales, entre ellos un v¨ªdeo que recoge el testimonio de varios acusados de terrorismo que han padecido abusos.
¡°Durante el r¨¦gimen de Ben Al¨ª la tortura era sistem¨¢tica y sobre todo estaba motivada pol¨ªticamente. Ahora ya no. Sin embargo, esta lacra no ha desaparecido. Cada a?o se registran docenas de casos¡±, comenta Halim Meddeb, un abogado de la secci¨®n local de la Organizaci¨®n Mundial Contra la Tortura (OMCT). ¡°En la cuesti¨®n del terrorismo, y bajo la influencia de algunos poderosos miembros e instituciones, muchos ciudadanos creen que la tortura es tolerable¡±, a?ade.
El pasado verano, y al rebufo del atentado contra un hotel de la localidad tur¨ªstica de Susa, el Gobierno aprob¨® una nueva legislaci¨®n antiterrorista que recorta las garant¨ªas ciudadanas y ampl¨ªa las prerrogativas de la polic¨ªa. Adem¨¢s, estancado en el Parlamento se halla un proyecto de ley para ¡°la protecci¨®n de las fuerzas de seguridad¡±. Ahora bien, no todo son malas noticias. El mes pasado, el Parlamento nombr¨® a los miembros de la Comisi¨®n Nacional contra la Tortura, un ¨®rgano que contar¨¢ con importantes poderes.
La campa?a se dirige tambi¨¦n a las autoridades para convencerlas de que la soluci¨®n a la amenaza terrorista no puede ser solamente la seguridad. ¡°Habitualmente, despu¨¦s de cada atentado, la polic¨ªa arresta a centenares de personas de forma arbitraria. En algunos casos, se trata de individuos que est¨¢n en una lista de sospechosos habituales. Otras, simplemente se encontraban en el lugar. Estos excesos pueden generar frustraci¨®n y generar nuevos terroristas¡±, alerta Meddeb.
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