En busca de un planeta en el que poder refugiarnos

La casualidad ha querido que coincidieran dos noticias que invitan a pensar en el futuro. Mientras la NASA daba cuenta ayer de la existencia confirmada de 1.284 nuevos planetas de tama?o, posici¨®n y condiciones id¨®neas para albergar vida fuera del Sistema Solar, un estudio cient¨ªfico certificaba la desaparici¨®n de cinco islas del Oc¨¦ano Pac¨ªfico y la p¨¦rdida de m¨¢s del 20% de la superficie de otras seis a causa de la erosi¨®n y el aumento del nivel del mar. ?Podr¨¢ alg¨²n d¨ªa llegar a establecerse una relaci¨®n entre ambas? No lo sabemos. La ciencia ficci¨®n explota desde hace tiempo el fil¨®n de una Tierra catastr¨®ficamente destruida y el ¨¦xodo forzoso de la humanidad en busca de condiciones de supervivencia en el espacio. De momento, lo que tenemos son datos inquietantes respecto del cambio clim¨¢tico, y datos poco esperanzadores sobre la posibilidad de encontrar una alternativa habitable fuera del Sistema Solar.

El nivel del mar ha subido 15 cent¨ªmetros entre 1994 y 2014 en el archipi¨¦lago de las Islas Salom¨®n, lo que ha obligado a reasentar por primera vez peque?os n¨²cleos habitados. El problema no es solo que suba el nivel del agua, sino que el cambio clim¨¢tico est¨¢ produciendo una intensificaci¨®n de los vientos que erosionan las fr¨¢giles superficies de esas islas. El panel de Naciones Unidas sobre cambio clim¨¢tico prev¨¦ que el calentamiento contin¨²e elevando el nivel de las aguas. Todos los grandes fen¨®menos comienzan con un peque?o movimiento. Y pueden tener una evoluci¨®n muy r¨¢pida. La b¨²squeda de vida fuera de la Tierra se mueve, en cambio, en otra escala. Cualquier posibilidad est¨¢ a una distancia de a?os luz. Y cualquier cambio favorable en un planeta pr¨®ximo, como Marte, requerir¨ªa miles de a?os.

Los cient¨ªficos de la Nasa han querido hacer inventario de los exoplanetas descubiertos por el telescopio espacial Kepler antes de que llegue al t¨¦rmino de su vida activa. Desde su lanzamiento en 2009 ha estado buscando planetas que, por su composici¨®n, tama?o y posici¨®n pudieran tener condiciones de vida parecidas a las de la Tierra. Solo en la zona observada de la V¨ªa L¨¢ctea ha encontrado 1.284 nuevos astros. De ellos, 550 son rocosos y nueve tienen un tama?o y una posici¨®n orbital parecidos a la Tierra. Con esta nueva remesa, son 21 los que podr¨ªan tener agua. Eso significa que si pudi¨¦ramos explorar otras galaxias del universo, podr¨ªamos encontrar millones de planetas muy parecidos al nuestro.

?Y? Pues es muy interesante pero, de momento, poco podemos esperar de tales hallazgos, pues el m¨¢s cercano se encuentra a 11 a?os luz. Es muy estimulante que en octubre pasado pudi¨¦ramos observar por primera vez la muerte de un planeta por extinci¨®n de su estrella, y que poco despu¨¦s logr¨¢ramos ver c¨®mo se formaba otro en otra estrella naciente. Pero la escala a la que ocurren estos fen¨®menos solo puede llevarnos a una conclusi¨®n: hay que seguir buscando planetas susceptibles de albergar vida, por supuesto, pero mientras tanto, m¨¢s vale que cuidemos aquel del que ya estamos seguros de que puede seguir alberg¨¢ndola durante millones de a?os. El nuestro.