Un mundo a medias
Hemos de priorizar la inversi¨®n en la salud de mujeres y ni?as porque contribuye de forma directa a potenciar el crecimiento econ¨®mico de las sociedades
Cuando Margaret Chan, Directora General de la OMS, dijo: "La cobertura sanitaria universal es sencillamente el concepto m¨¢s poderoso que la sanidad p¨²blica puede ofrecer", creo que no pensaba solo en que deber¨ªa ser un objetivo esencial que alcanzar, sino tambi¨¦n la premisa de cualquier estrategia integral de mejora de la salud en el mundo. Y nuestro ¨²nico plan universal a largo plazo, tambi¨¦n en salud, es la Agenda 2030.
Lo que quiero plantear aqu¨ª es un argumento operativo para lograr lo anterior: hemos de priorizar la inversi¨®n en la salud de mujeres y ni?as, porque contribuye de forma directa a potenciar el crecimiento econ¨®mico de las sociedades. De todas. El acceso a la salud es un derecho universal. Posibilitarlo, una decisi¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica. Este ha sido mi planteamiento en mi intervenci¨®n esta semana durante el WIP Global Summit 2016 en el que 400 parlamentarias de todo el mundo hemos hablado de avances, de medidas por tomar, de retos por abarcar¡y no cabe duda que la salud es una cuesti¨®n primordial.
Perm¨ªtanme darles tres razones, no solo de justicia, valores y derechos, sino de rentabilidad, inter¨¦s y eficacia:
1. Cuando las mujeres y ni?as disponen de un nivel de salud y educaci¨®n adecuado, la pobreza y la malnutrici¨®n retroceden, mejora el nivel de vida general y se incrementa el crecimiento econ¨®mico. Cuando tienen acceso al empleo, las empresas y la actividad productiva, los beneficios se extienden a sus hijos, familias, comunidades y naciones. Esto es un hecho. Un efecto multiplicador tan probado como que devuelven ¨ªntegramente los cr¨¦ditos y reinvierten los beneficios para hacerlas crecer.
2. Las mujeres, y sobre todo las ni?as, son agentes esenciales del cambio, el poder transformador que puede hacernos cumplir los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 si tomamos las decisiones correctas especialmente en pol¨ªticas de salud. Una adecuada informaci¨®n sobre los servicios de salud sexual y reproductiva y acabar con el matrimonio precoz y la mutilaci¨®n genital femenina reducir¨ªa dr¨¢sticamente la principal causa de mortalidad en ni?as de 15 a 18 a?os (complicaciones en embarazos y partos), potenciando su permanencia en la escuela hasta la educaci¨®n secundaria y sus opciones de independencia econ¨®mica.
4. Las mujeres son cruciales para un sistema de salud resiliente, como receptoras y como proveedoras de servicios. Los trabajadores sanitarios y sociales son mayoritariamente mujeres. Que los empleos de este sector est¨¦n adecuadamente retribuidos y considerados redundar¨¢ en un crecimiento inclusivo y sostenible del sistema. Nadie es m¨¢s eficiente y rentable en prevenir y curar o en expandir la aplicaci¨®n de vacunas y medidas de higiene y saneamiento, en abordar tratamiento de enfermedades (VIH-SIDA, tuberculosis, malaria, Zika, ¨¦bola), en tratar la malnutrici¨®n y optimizar la ayuda en emergencias¡
No hay modo de garantizar el derecho a la salud si no est¨¢ garantizado el acceso a los medicamentos y vacunas
Voy a detenerme un momento en una cuesti¨®n, que no es menor: no hay modo de garantizar el derecho a la salud si no est¨¢ garantizado el acceso a los medicamentos y vacunas.
Es innegable que una compa?¨ªa farmac¨¦utica tiene derecho a tener beneficios, pero estos deben estar definidos a priori por criterios b¨¢sicos. Nos parece evidente que el fin ¨²ltimo de la ciencia es el bien de la Humanidad, pero tambi¨¦n que no es lo mismo la cura de la hepatitis C que la viagra. Claro que los laboratorios asumen riesgos cuando ponen en marcha una investigaci¨®n que puede durar a?os, pero tambi¨¦n que hay una falta total de transparencia en qu¨¦ porcentaje del precio que fija la farmac¨¦utica (distinto seg¨²n a qu¨¦ mercado se dirija, por cierto) corresponde a investigaci¨®n, cu¨¢l a producci¨®n y cu¨¢l a comercializaci¨®n y publicidad. Existe una total opacidad en el precio final que un gobierno paga por un medicamento, cuya patente con frecuencia monopoliza por d¨¦cadas los resultados de una investigaci¨®n realizada en instituciones financiadas con dinero p¨²blico. O, lo que es lo mismo, los contribuyentes pagamos dos veces. Adem¨¢s, no hay acceso p¨²blico a los ensayos cl¨ªnicos que miden la eficacia y seguridad de las medicinas, lo que implica que no es necesariamente lo m¨¢s innovador y lo que m¨¢s aporta al inter¨¦s p¨²blico y la salud lo que llega al mercado, sino lo m¨¢s rentable.
De modo que, cuando la ciudadan¨ªa reclama a los gobiernos que paguen precios desorbitados por tratamientos que salvan vidas, cuando una enfermedad cr¨®nica e incurable pasa a tener cura, cuando se hace obvio que el modelo vigente no funciona, las decisiones que han de tomarse ?son comerciales o pol¨ªticas?
Creo que ya adivinan mi respuesta. La Agenda 2030 es el ¨²nico compromiso pol¨ªtico com¨²n a largo plazo suscrito los 193 pa¨ªses miembros de Naciones Unidas. Un marco conjunto e integrado para la acci¨®n que, ineludiblemente, pasa por la igualdad de g¨¦nero como componente universal verdaderamente aplicable. Durante siglos, el mundo ha despreciado, ignorado o marginado a la mitad del talento, a la mitad de la inteligencia, a la mitad del esfuerzo... S¨ª, hemos vivido un mundo a medias. Pero nunca como hoy tuvimos la oportunidad de un cambio de tal magnitud en una sola generaci¨®n.
Beatriz Becerra es eurodiputada del? Grupo de la Alianza de los Liberales y Dem¨®cratas por Europa (ALDE).
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