Una piel nueva

Los cient¨ªficos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) acaban de ofrecer un valioso avance en la lucha contra el envejecimiento: un gel de pol¨ªmeros biocompatibles con el organismo humano que act¨²a como una segunda epidermis. Su resultado puede proteger la piel de las heridas y restaurarla de los efectos del envejecimiento. Eliminar arrugas, manchas, bolsas. Crearte una cara m¨¢s dura con una piel nueva.

Hay muchos tipos de pieles. Marta Ortega, amazona y heredera del imperio Inditex, acaba de ser coronada en la portada de ?Hola! La prensa del coraz¨®n anda siempre hambrienta de pieles nuevas y qu¨¦ mejor que la heredera de la segunda fortuna del planeta, que es tan espa?ola como la revista. Una bicoca. Marta ha aprendido a domar su timidez y est¨¢ lista para saltar, con la ayuda del departamento de Dise?o de Zara, despu¨¦s del divorcio y la celebraci¨®n del 80 cumplea?os de su pap¨¢. Con Marta Ortega no pasar¨¢ como con otras herederas millonarias, que se refugian en matrimonios y se apartan de las portadas. Est¨¢ dispuesta a cabalgar en esta nueva h¨ªpica y convertir cada portada en un orgulloso trofeo. Zara ya tiene cara.

En la fiesta por el 40? aniversario de EL PA?S y entrega de los premios Ortega y Gasset, vi de cerca las pieles de los protagonistas del culebr¨®n electoral. Susana D¨ªaz me abord¨® dicharachera record¨¢ndome que en esta columna le hab¨ªa afeado su uso de medias en un siglo que las ha eliminado de las piernas femeninas. Pedro S¨¢nchez me hizo pensar en un gal¨¢n de telenovelas adapt¨¢ndose al papel de centuri¨®n romano con un ej¨¦rcito disperso. Albert Rivera me record¨® a un deportista muy ocupado, entrenado y con prisa. Pablo Iglesias me pareci¨® sacado de Zabriskie Point, la pel¨ªcula hippy de Michelangelo Antonioni. Sin embargo, fue con el que m¨¢s habl¨¦, o el que m¨¢s me habl¨®, unos breves minutos de charla sobre Juego de tronos y House of Cards, las dos series con las que puedes romper el hielo e incluso hasta formar gobierno.

Mis amigos, al d¨ªa siguiente, quer¨ªan saber todo sobre ¨¦l, pese a que no le votar¨¢n. ¡°?C¨®mo es? ?A qu¨¦ huele?¡±. No percib¨ª una colonia en especial a su alrededor, salvo la m¨ªa cada vez m¨¢s primaveral tirando a naranja y jazm¨ªn, pero not¨¦ la naturalidad teleg¨¦nica con que manejaba nuestro dialoguito. Iglesias me record¨® a mis amigos heterosexuales del instituto que se tomaban como una responsabilidad protegerme de los intolerantes. ¡°A m¨ª me gusta ver las series de una tacada¡±, dijo mientras nos separaban cuando por la derecha se acercaba Alicia Koplowitz, creando una perfumada paradoja de los 40 a?os de democracia. Pieles nuevas roz¨¢ndose con otras ricas en pol¨ªmeros y n¨²meros.

Una nueva piel puede entenderse como una segunda oportunidad. Es lo que esperamos que les suceda a los se?ores Alc¨¢ntara: Imanol Arias y Ana Duato, envueltos en una batalla judicial por presunta desviaci¨®n de impuestos. Han sido durante casi 15 a?os nuestro matrimonio favorito y no fue agradable ver a Duato declarar a las puertas del juzgado compungida y traicionada por su contable, el compiyogui Fernando Pe?a ?lvarez. La serie emblem¨¢tica de la televisi¨®n p¨²blica tambi¨¦n cae presa del mal m¨¢s emblem¨¢tico del pa¨ªs y, adem¨¢s, sus personajes son defendidos por abogados que defienden a otras figuras emblem¨¢ticas, como Luis B¨¢rcenas. Por momentos quieres pensar que se trata de una treta de los guionistas para acercar Cu¨¦ntame a la actualidad. Pero no, no es una trama. Sirve, quiz¨¢s, como reflexi¨®n de que todo eso por lo que tanto lucharon los Alc¨¢ntara de Cu¨¦ntame al final acaba por convertirlos en otras v¨ªctimas de lo presunto, con sus nombres emborronados en un papel de Panam¨¢.

Todas estas noticias me acompa?aron en un rodaje sobre el ap¨®stol Juan Bautista en el que interpreto a Poncio Pilato, algo que jam¨¢s imagin¨¦. Soy el peor actor del mundo: fingido, sobreactuado, aflautado, pero mi marido insisti¨® en que esto ser¨ªa una nueva piel para m¨ª. As¨ª que me encontr¨¦ en la Alcazaba de Almer¨ªa, con una suntuosa t¨²nica escarlata con pesados broches dorados y una corona de laureles de piel sint¨¦tica sobre las cejas para disimular los cables del micr¨®fono. Mi compa?era de escena, Alicia Machado, famos¨ªsima actriz de Televisa y Miss Universo 1996, me miraba vestida de sacerdotisa discotequera y sexy. ¡°No pienses tanto¡±, me dijo. ¡°Actuar es dejarse llevar, mi amor. Estamos en Judea, con d¨¢tiles y tequila¡±.

Por eso, apenas pis¨¦ Madrid, corr¨ª a ver Julieta, la pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var, tambi¨¦n afectada por los papeles de Panam¨¢. El bello cine Palafox estaba lleno y me dej¨¦ llevar por la pel¨ªcula, tanto que llegu¨¦ a pensar que se trata de una reflexi¨®n sobre Espa?a y de c¨®mo conseguir una piel nueva.