15 series de televisi¨®n para entender la ciencia

Junto con el polic¨ªaco y el legal, el drama m¨¦dico ha constituido gran parte de las historias de la televisi¨®n. Los workplace programs, o programas ambientados en un lugar de trabajo, se popularizaron hace d¨¦cadas tras el ¨¦xito City Hospital, de la CBS, estrenada en 1951 y, sobre todo, el de Hospital General, que naci¨® en 1963 y sigue emiti¨¦ndose en la actualidad.

El libro La medicina en las series de televisi¨®n?ofrece las reflexiones de 18 profesionales del mundo de la salud acerca de la representaci¨®n audiovisual que se hace de ellos en varias series de ficci¨®n. La obra, que puede descargarse gratuitamente en Internet, ha sido coordinada por el cr¨ªtico de series Toni de la Torre y publicado por la Fundaci¨®n Dr. Antonio Esteve.

Los dramas m¨¦dicos anteriores a House se basaban en los hechos paralelos a las enfermedades, como los encuentros amorosos o los problemas familiares de los protagonistas, quedando los diagn¨®sticos y los pacientes relegados a segundo plano. Esta serie surge de Diagnosis, la columna mensual de la periodista y doctora Lisa Sanders que relataba historias m¨¦dicas de enfermedades o tratamientos poco comunes.

La figura del doctor Gregory House es la ant¨ªtesis del profesional m¨¦dico retratado en series y pel¨ªculas que exist¨ªan hasta la fecha. Arrogante, irritable y adicto a las drogas, pero un genio en su profesi¨®n. Este rebelde sin causa muestra el diagn¨®stico m¨¦dico como un misterio que debe resolverse sin importar lo que digan los dem¨¢s. En definitiva, es el m¨¢ximo defensor de "el fin justifica los medios".

Los avances en el ¨¢mbito de la cirug¨ªa se presentan como los protagonistas principales de esta serie. Situada a principios del siglo XX, The Knick toma como referencia los primeros pasos de la evoluci¨®n de esta especialidad y trata, paralelamente, otras subtramas de fondo social, entre la que destaca la xenofobia latente en la ¨¦poca y la adicci¨®n a la coca¨ªna y el desconocimiento de sus efectos secundarios. Este libro muestra el recorrido hist¨®rico de las t¨¦cnicas quir¨²rgicas, citando algunas figuras relevantes para el desarrollo de esta especializaci¨®n como Karl Ferdinand von Graefe, considerado el padre de la cirug¨ªa pl¨¢stica moderna por su perfeccionamiento de la reconstrucci¨®n nasal.

El reconocimiento de la Asociaci¨®n Psicoanal¨ªtica de Am¨¦rica demuestra que Los Soprano es la serie de televisi¨®n que mejor representa el psicoan¨¢lisis moderno. El autor del cap¨ªtulo, Oriol Estrada, explica que el psicoan¨¢lisis freudiano es "un modelo te¨®rico y explicativo sobre las emociones, un m¨¦todo de investigaci¨®n y una forma de terapia, criticado por su ¨¦nfasis en la cuesti¨®n sexual". El mafioso Tony Soprano, protagonista principal de la producci¨®n, representa fielmente el comportamiento recurrente de pacientes reales, por ejemplo, al negar su problema o al expresar su miedo a que descubran que est¨¢ recibiendo tratamiento psiqui¨¢trico. La figura de la doctora Melfi (la psiquiatra en la serie) ha sido criticada por su falta de profesionalidad, ya que algunos expertos consideran que revela demasiados detalles de su vida personal al paciente, cuando deber¨ªa mostrar una actitud m¨¢s distante y pasiva. "Cuando uno se enfrenta a la serie desde un punto psicol¨®gico, descubre muchas cosas que quiz¨¢s pasaron desapercibidas entre palizas y asesinatos", sostiene el autor.

Sheldon Cooper, uno de los protagonistas de The Big Bang Theory, es un f¨ªsico te¨®rico con un coeficiente intelectual de 187, dos doctorados y un m¨¢ster, que tiene una serie de man¨ªas muy peculiares. A pesar de que el cocreador de la serie niega que la personalidad de Sheldon est¨¦ basada en s¨ªndrome de Asperger, las conductas del personaje representan algunos comportamientos de una persona que lo sufre. El autor del pasaje, Ramon Cererols, defiende que Sheldon es una caricatura del Asperger, ya que comparte una gran cantidad de caracter¨ªsticas con la enfermedad, como llamar a la puerta con una secuencia de tres golpes, afrontar preguntas de sus amigos con brutal sinceridad, el odio hacia los cambios o su razonamiento puramente l¨®gico y racional.

Aunque el doctor Cooper sea la figura que mejor representa el s¨ªndrome, existen otros personajes con algunos rasgos del trastorno. Gil Grissom, de CSI; Spencer Reid, de Mentes Criminales; Gregory House, de House; o la "ojos locos", de Orange Is The New Black, son ejemplos de la representaci¨®n de esta enfermedad en series televisivas.

'Breaking Bad' aborda el consumo producci¨®n y distribuci¨®n de la metanfetamina

"El tema de la adicci¨®n presentado en la serie concuerda con la evidencia cient¨ªfica y muestra claramente el proceso adictivo", explica la escritora del art¨ªculo, Patricia Robledo. Breaking Bad exhibe el mundo de las drogas desde todas sus perspectivas: los efectos que produce la metanfetamina, las consecuencias de su consumo, la s¨ªntesis y distribuci¨®n de la droga, la guerra por el control del mercado o los diferentes perfiles de drogadictos, entre otras.

La autora aporta la visi¨®n cient¨ªfica que se esconde detr¨¢s de la ficci¨®n. "La metanfetamina produce sus efectos psicoestimulantes al aumentar las concentraciones extracelulares de monoaminas en el cerebro", sostiene. Por otra parte, critica algunas incoherencias del gui¨®n relacionadas con el tono azul de la droga y su pretensi¨®n de pureza del 99%, ya que cualquier color es signo de adulteraci¨®n.

Inspirada en el Nueva York de los a?os 60, esta serie cuenta con una presencia importante del tabaco y de las empresas tabaqueras. La trama se centra en el trabajo de las agencias publicitarias de la ¨¦poca y en los cambios sociales que se presenciaron en los Estados Unidos hasta 1970, entre ellos, ca¨ªda en picado del consumo de cigarrillos. Mad Men presenta tres momentos clave con relaci¨®n al tabaco: el primero, cuando la agencia ignora toda preocupaci¨®n sobre el tabaco y lo publicita para conseguir beneficios; el segundo, al descubrir las consecuencias negativas que produce; y el tercero, cuando el c¨¢ncer de pulm¨®n afecta a uno de los personajes. Tambi¨¦n muestra de forma fidedigna los efectos derivados de su consumo con la tos persistente de los personajes o la coronaria de uno de los protagonistas.

En esta ocasi¨®n, los colaboradores Josep M. Comelles y Enrique Perdiguero Gil han querido hacer un recorrido hist¨®rico por los imaginarios de los muertos vivientes y su relaci¨®n con las epidemias. Entre los miedos m¨¢s representados en televisi¨®n, citan los brotes epid¨¦micos cl¨¢sicos a partir de un vector humano, los brotes de fiebre hemorr¨¢gica de origen viral y la amenaza de las armas biol¨®gicas. El libro sit¨²a a esta serie?en un escenario que combina varios de esos miedos. "No es un azar que The Walking Dead parta de una novela gr¨¢fica en las que la infecci¨®n viral es la causa mayor del apocalipsis, en un contexto en que la amenaza de la guerra biol¨®gica, generada tras el 11-S, aliment¨® los temores populares", afirman los autores. La infecci¨®n propagada en la serie presenta "una naturaleza m¨¢s viral que bacteriana, lo que significa que los muertos no son resucitados, sino transformados".

Cada una de las series est¨¢ situada en un momento hist¨®rico que determina la percepci¨®n social de la enfermedad. Mientras que en The Normal Heart se califica al sida como el "c¨¢ncer gay" por la creencia popular de que solo se contagiaba entre homosexuales, en Angels in America?ya existe m¨¢s informaci¨®n sobre las v¨ªas de transmisi¨®n, aunque est¨¢ igual de estigmatizada.?En el caso de Positius, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se establece como eje central de la trama, luchando para derribar los estereotipos y alejar prejuicios sobre las personas que lo sufren.

Ninguna de las series profundiza en el tratamiento m¨¦dico de la infecci¨®n. Sin embargo, los s¨ªntomas se muestran de forma expl¨ªcita en Angels in America. Prior Walter, uno de los protagonistas enumera los efectos le produce la enfermedad: lesiones por sarcoma de Kaposi, presencia de prote¨ªna en la orina, diarrea y heces con sangre. Aina Clotet y Marc Clotet, quienes han escrito el texto, afirman que en las tres series "se repiten los mismos conceptos: desinformaci¨®n, falta de prevenci¨®n, estigmatizaci¨®n y escasez de recursos por parte de la Administraci¨®n para luchar contra la enfermedad".

"La cirug¨ªa pl¨¢stica, est¨¦tica y reparadora es la especialidad m¨¦dico-quir¨²rgica que se ocupa de la correcci¨®n de todo proceso cong¨¦nito, adquirido, tumoral, o simplemente involutivo, que requiera reparaci¨®n o reposici¨®n, o que afecte a la forma o la funci¨®n corporal". Esta es la definici¨®n que Mar¨ªa del Mar Vaquero, experta en cirug¨ªa pl¨¢stica y autora del cap¨ªtulo, propone para definir su especialidad. La doctora opina que la representaci¨®n de su profesi¨®n cae en clich¨¦s y se centra en el lado m¨¢s fr¨ªvolo, intentando acercarla a la realidad con el uso de im¨¢genes intraoperatorias.

"Un cirujano pl¨¢stico puede ocuparse de reparar malformaciones, tratar quir¨²rgicamente a los quemados, reconstruir cualquier defecto anat¨®mico, trasplantar miembros y rostros, y hacer cirug¨ªa est¨¦tica, entre otros", relata la experta.

Basada en dos personajes reales, esta serie est¨¢ ambientada en la Am¨¦rica de los a?os 50 y 60 y la necesidad de su protagonista, William H. Masters, de sacar la sexualidad femenina a la luz. El doctor Masters y su secretaria, Virginia Johnson, revolucionaron la sexolog¨ªa con sus estudios sobre las relaciones ¨ªntimas, la terapia y las disfunciones sexuales. Definieron las fases de la respuesta sexual humana (deseo, excitaci¨®n, meseta, orgasmo y resoluci¨®n), sus aportaciones a la terapia sexual siguen siendo eficaces a d¨ªa de hoy y determinaron que las dificultades en el sexo son fruto de la relaci¨®n de pareja y no de una de las partes. Los profesionales dejaron los prejuicios a un lado para ayudar a miles de personas con sus pol¨¦micas investigaciones.

Crime Scene Investigation (CSI) es una serie estadounidense inspirada en las labores de un equipo de forenses, que investiga escenas de cr¨ªmenes y trata de resolver el misterio del asesinato. Pruebas de bal¨ªstica, detecci¨®n de huellas dactilares, an¨¢lisis de ADN y otros m¨¦todos tecnol¨®gicamente avanzados de los que se obtienen resultados casi de inmediato restan verosimilitud a la historia. Lo m¨¢s com¨²n, dicen los cuatro autores de este fragmento, es encontrarse con restricciones de utillaje, que algunas t¨¦cnicas no puedan aplicarse o que tarden a?os en analizarse. "La serie refuerza la percepci¨®n de que los criminales siempre dejan suficientes pistas para permitir la resoluci¨®n del crimen, pero hay situaciones en las que simplemente no hay suficientes pruebas para resolverlo", cuentan.

La exposici¨®n continuada a situaciones de riesgo puede alterar la mente de las personas y sus estados emocionales. Es el caso de la protagonista, Carrie Mathison, un agente de la CIA que intenta resolver conflictos internacionales y combate el terrorismo junto con su equipo. Al igual que su padre, Carrie sufre un trastorno de bipolaridad que, en muchas ocasiones, afectan a su vida privada y a su trabajo.

El trastorno bipolar afecta a la vida de la protagonista

La bipolaridad es un trastorno psicopatol¨®gico grave que afecta al estado de ¨¢nimo y se caracteriza por alteraciones del humor que var¨ªan desde la euforia hasta la depresi¨®n. El personaje principal ejemplifica estas fluctuaciones en escenas donde se expone a situaciones de riesgo por seguir sus impulsos o cuando se a¨ªsla del mundo e intenta suicidarse. Esta enfermedad mental requiere tratamiento psicol¨®gico y farmacol¨®gico, pero solo el segundo se aborda en la serie.?

Siguiendo el hilo de las enfermedades mentales, Olive Kitteridge presenta la depresi¨®n y c¨®mo varias generaciones de la sociedad estadounidense la han afrontado. "Lo que mejor describe al t¨ªpico paciente depresivo es la incapacidad por ver el lado positivo de las cosas y tener la certeza de que nada puede mejorar en el futuro", explica el autor, Oriol Estrada. Este s¨ªndrome se compone de un conjunto de s¨ªntomas relacionados con la capacidad afectiva del individuo.

Existen dos perfiles de persona depresiva en la serie. Olive trata la enfermedad como un rasgo de su personalidad, ya que no le supone ning¨²n problema, y tampoco se ha tratado nunca farmacol¨®gicamente. Por el contrario, Rachel es incapaz de disfrutar nada, pasando los d¨ªas durmiendo en el sof¨¢. Aunque los ¨²ltimos rasgos son los m¨¢s conocidos popularmente, solo son parte de un problema mucho m¨¢s complejo.

El argumento de esta serie gira en torno a la caza de un asesino en serie presentado como un psic¨®pata s¨¢dico, perverso, antisocial y de extra?a personalidad. Los dos polic¨ªas protagonistas investigan los asesinatos del condado de Luisiana que siempre presentan las mismas caracter¨ªsticas: comportamientos premeditados, el uso del enga?o, el cuidado en la selecci¨®n de las v¨ªctimas y la huella del criminal en la escena del crimen. La serie aporta una visi¨®n del mal concebido como una expresi¨®n de venganza, producto de un grave trastorno de la personalidad en el que no existe la noci¨®n de l¨ªmite.

De forma paralela, se describe la figura de la v¨ªctima expuesta a un acontecimiento traum¨¢tico. "Una situaci¨®n progresiva de estr¨¦s, como la de enfrentarse a una serie de cr¨ªmenes rituales en los que se ha maltratado y dado muerte a criaturas, puede afectar el equilibrio mental y emocional de un sujeto normal", cuentan los autores del fragmento.?

'Polseres vermelles' y el c¨¢ncer

La serie trata bien las enfermedades, pero se deben evitar algunos estereotipos

Dos tipos de c¨¢ncer, estado comatoso, afecci¨®n card¨ªaca, s¨ªndrome de Asperger y anorexia nerviosa. Estos son los diagn¨®sticos de los seis protagonistas adolescentes que se re¨²nen en las salas de pediatr¨ªa del hospital donde est¨¢n ingresados. El escritor, Pere Gasc¨®n, opina que el tratamiento al que se someten los j¨®venes es bastante correcto, desde el punto de vista m¨¦dico. La serie maneja con especial sensibilidad las historias tan delicadas que ofrece, aunque en ocasiones cae en estereotipos, por ejemplo, con los v¨®mitos y las n¨¢useas provocadas por la quimioterapia. "La historia ofrece un componente educativo extraordinario a la hora de inculcar valores a los ni?os y adolescentes", dice el autor.