Asegurar el refugio
MSF pide a Kenia que no cierre Dadaab, abandonando a 325.000 personas, y demuestre al mundo que brindar un santuario seguro es posible
Hace unos d¨ªas, el Gobierno de Kenia anunci¨® una decisi¨®n que pone en riesgo la vida de cientos de miles de personas. Su intenci¨®n de cerrar los campos de refugiados de Dadaab tendr¨ªa consecuencias inmediatas, devastadoras y duraderas para unas 325.000 personas, acogidas como refugiados que huyen de la guerra en Somalia.
El secretario principal del Ministerio del Interior de Kenia, Karanja Kibicho, expres¨® p¨²blicamente su preocupaci¨®n por la d¨¦bil respuesta de la comunidad internacional para responder a la crisis mundial de refugiados. M¨¦dicos Sin Fronteras, que gestiona un hospital y dos cl¨ªnicas en los campos de Dadaab, coincide plenamente en que esta respuesta es terriblemente inadecuada.
Hoy, dos meses despu¨¦s de la firma del acuerdo entre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa para la deportaci¨®n de refugiados, estamos dolorosamente de acuerdo en que los incesantes dobles est¨¢ndares de muchos pa¨ªses occidentales en esta cuesti¨®n son inaceptables. Mientras dan la espalda ¡ªo activamente maltratan y deportan, como hace la UE¡ª a quienes huyen de la guerra, la opresi¨®n y la desesperaci¨®n, siguen esperando que estados como Kenia brinden protecci¨®n a los cientos de miles de refugiados de Somalia y Sud¨¢n del Sur, entre otros. Esta incongruencia alcanza proporciones esperp¨¦nticas con la adopci¨®n de un plan con el que Europa casi aniquila el principio de no devoluci¨®n, piedra angular de la protecci¨®n de los refugiados que impide devolver a una persona a un territorio en el que su vida o libertad corran peligro. Un acuerdo, el turco-europeo, que se traduce en la externalizaci¨®n de la asistencia a los refugiados a un pa¨ªs para negarles el derecho a solicitar asilo.
Kenia y sus habitantes han facilitado refugio a miles de personas en los campos de Dadaab desde hace un cuarto de siglo; un despliegue de solidaridad y generosidad del que Kenia ¡ªy por extensi¨®n, ?frica¡ª deber¨ªa estar orgullosa.
En lugar de asumir y continuar las inhumanas pol¨ªticas de la Uni¨®n Europea, ahora m¨¢s que nunca, Kenia debe reforzar su compromiso. El pa¨ªs africano debe servir como ejemplo a otras naciones, incluidas las occidentales, sobre c¨®mo tratar con humanidad a quienes huyen de la violencia.
El acuerdo UE - Turqu¨ªa hace necesario que un liderazgo de otras naciones sobre la protecci¨®n de refugiados
El Gobierno de Nairobi afirma que la seguridad de Dadaab est¨¢ en riesgo. Los equipos m¨¦dicos de MSF han sido testigos de las consecuencias de los atentados terroristas en Kenia. En abril del a?o pasado, nuestros equipos m¨¦dicos atendieron, junto con el personal del Ministerio de Salud, a las v¨ªctimas del aterrador ataque ¡ª147 muertos¡ª en la Universidad de Garissa. Sin duda, el Gobierno de Kenia tiene la responsabilidad de proporcionar seguridad y protecci¨®n a su poblaci¨®n. Sin embargo, bajo las convenciones de refugiados que ha ratificado, esta responsabilidad tambi¨¦n se extiende a quienes han escapado, y siguen huyendo, de la guerra.
Resulta inadmisible castigar a los 325.000 refugiados de Dadaab por las acciones de unos pocos. El conflicto en Somalia se ha prolongado m¨¢s de 25 a?os y las condiciones para un regreso seguro y digno de los refugiados, sencillamente, a¨²n no se dan.
Los masivos campos de Dadaab nunca estuvieron planificados para albergar al n¨²mero de personas que actualmente viven en ellos. En la actualidad, est¨¢n sobrepoblados e insuficientemente financiados. Su proximidad a la frontera somal¨ª hace que sean vulnerables a la inseguridad que prevalece en Somalia. A pesar de los repetidos llamamientos, no se han buscado soluciones alternativas y, hoy, son los refugiados en Dadaab quienes pagan el precio.
Hay una ausencia grave de voluntad pol¨ªtica para encontrar una soluci¨®n. Son muy pocos los refugiados a los que se les ha ofrecido una reubicaci¨®n en otros pa¨ªses. Los campos son inmensos pero, a pesar de ello, no se ha explorado la posibilidad de crear campamentos m¨¢s peque?os en localizaciones m¨¢s seguras y con mejores servicios. Los refugiados tienen muy pocas oportunidades para ser autosuficientes e integrarse en la vida fuera de los recintos. Para todo ello se requiere financiaci¨®n y compromiso pol¨ªtico.
Kenia debe servir como ejemplo a otras naciones, incluidas las occidentales?
Si no se aplican estas soluciones, para las que es imprescindible el apoyo de la comunidad internacional, los refugiados de Dadaab no tendr¨¢n otra opci¨®n que regresar una Somalia devastada por el conflicto o correr el riesgo de viajar al norte para cruzar el mar hacia Europa.
En el ¨²ltimo cuarto de siglo, Kenia ha asumido un admirable papel protagonista en la acogida a refugiados. El reciente acuerdo UE - Turqu¨ªa hace m¨¢s necesario que nunca un liderazgo claro de otras naciones y otras regiones del mundo sobre la protecci¨®n de refugiados.
Reconsiderando su decisi¨®n y dando marcha atr¨¢s al cierre los campos de Dadaab y Kakuma, el Gobierno de Nairobi tiene una oportunidad de demostrar a la UE y al resto del mundo c¨®mo se trata y se facilita un santuario seguro a personas que huyen de la violencia y no tienen otro lugar donde ir.
Jos¨¦ Antonio Bastos es presidente de M¨¦dicos Sin Fronteras
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