La gran extinci¨®n de la era de los dinosaurios lleg¨® hasta los polos
F¨®siles hallados en la Ant¨¢rtida confirman que la desaparici¨®n de especies fue repentina, masiva y alcanz¨® a todos los rincones del planeta
Hace unos 66 millones de a?os se produjo una de las grandes extinciones que ha vivido el planeta, la de los dinosaurios. Hasta aqu¨ª todos de acuerdo. Pero los cient¨ªficos difieren en la causa de la gran extinci¨®n, su velocidad y su alcance. Ahora, un estudio con miles de f¨®siles hallados en la Ant¨¢rtida muestra que la muerte fue repentina, masiva y generalizada.
Y esa gran extinci¨®n repentina, masiva y generalizada solo podr¨ªa haber sido causada por un b¨®lido ca¨ªdo del cielo. Esa es la teor¨ªa dominante entre los cient¨ªficos y que ahora mismo est¨¢ siendo comprobada experimentalmente con el estudio del cr¨¢ter de Chicxulub (M¨¦xico). Adem¨¢s de los da?os inmediatos, el enorme impacto debi¨® cambiar el clima de la Tierra, alterando radicalmente las condiciones en las que se desarrollaba la vida.
Muchas especies, como los dinosaurios terrestres no supieron adaptarse y desaparecieron en unos pocos miles de a?os. Fue la gran extinci¨®n que cerr¨® el periodo Cret¨¢cico y dio paso al Pale¨®geno, que inicia la era de los mam¨ªferos. Las pruebas de la gran extinci¨®n son innegables. Por todas partes, desde el golfo de M¨¦xico, hasta la actual Dinamarca, el registro f¨®sil muestra que hace 66 millones de a?os algo muy grande pas¨®. Los estratos inmediatamente posteriores a esa ¨¦poca aparecen casi vac¨ªos de f¨®siles. Unos cientos de miles de a?os m¨¢s arriba, la vida fosilizada vuelve con fuerza, aunque ya no est¨¢n los dinosaurios.
Pero hay una corriente nada despreciable de cient¨ªficos que, coincidiendo en la existencia de la gran extinci¨®n, consideran improbable que un asteroide provocara tal cataclismo. Para ellos, fue un cambio clim¨¢tico progresivo y gradual el que cre¨® las condiciones para el fin de los dinosaurios. Aunque no todos se?alan qu¨¦ pudo iniciar este cambio, muchos apuntan a una sucesi¨®n de grandes erupciones volc¨¢nicas en la meseta del Dec¨¢n (India), sucedida tambi¨¦n hace unos 66 millones de a?os. Tal vulcanismo pudo oscurecer el cielo e iniciar una era de enfriamiento global.
El 70% de la vida marina de la Ant¨¢rtida desapareci¨® cuando se extinguieron los dinosaurios
Ahora, un grupo de investigadores brit¨¢nicos ha estudiado qu¨¦ pas¨® con la vida muy lejos tanto del golfo de M¨¦xico como de la meseta del Dec¨¢n. En la British Antarctic Survey (BAS), han pasado casi una d¨¦cada excavando, recopilando y analizando el registro f¨®sil en la isla de Seymour, ubicada en el extremo de la pen¨ªnsula ant¨¢rtica. Lo que han encontrado, como explican en Nature Communications, apoya la tesis del impacto y la consecuente extinci¨®n repentina, masiva y generalizada.
"Nuestra investigaci¨®n muestra b¨¢sicamente que un d¨ªa todo iba bien, la Ant¨¢rtida ten¨ªa una pr¨®spera y diversa comunidad marina y, al siguiente, ya no. Queda claro que un evento catastr¨®fico y repentino ocurri¨® en la Tierra", dice en una nota el investigador de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y principal autor de la investigaci¨®n, James Witts.
Su trabajo muestra que hace unos 66 millones de a?os a unos estratos ricos en vida le sucedieron otros casi yermos. La investigaci¨®n se centra en los animales bent¨®nicos, los que viven en el fondo marino, como los moluscos. Al ser relativamente abundantes, funcionan como un indicador de la salud del ecosistema. Lo que encontraron los cient¨ªficos es que se produjo un marcada reducci¨®n, tanto en cantidad como en diversidad, de ambos grupos. As¨ª, hasta el 67% de las especies de moluscos desaparecieron del registro f¨®sil a finales del Cret¨¢cico.
Pero tambi¨¦n se extinguieron los amonites dimonocera, primos lejanos del calamar, o reptiles marinos gigantes como el Mosasaurus y todos en un relativamente corto espacio de tiempo. Sin embargo, progresivamente, la vida marina de la Ant¨¢rtida se recuper¨®. M¨¢s, como pas¨® en otras latitudes, ya no era la misma vida, apareciendo nuevas especies de animales. 350.000 a?os despu¨¦s de lo que provocara la gran extinci¨®n, la densidad y diversidad de vida ya era la misma.
"Se trata de la prueba m¨¢s consistente del registro f¨®sil de que el principal causante de la extinci¨®n fueron las consecuencias del impacto de un gran asteroide y no un paulatino declive provocado por cambios naturales en el clima o por el estr¨¦s sufrido por los ecosistemas por un severo vulcanismo", sostiene Witts.
Este trabajo es uno de los primeros que muestra el verdadero alcance geogr¨¢fico de la gran extinci¨®n. Hollywood y sus pel¨ªculas de cat¨¢strofes han hecho creer que tras el desastre siempre queda alg¨²n lugar en el planeta, una selva perdida, la monta?a m¨¢s alta o el eterno sur, donde la muerte no lleg¨®. Pero, como dice la investigadora de la BAS y coautora de la investigaci¨®n, Jane Francis, "incluso los animales que viv¨ªan en los confines de la Tierra, cerca del Polo Sur, no estuvieron a salvo de los efectos devastadores de la extinci¨®n masiva del fin del Cret¨¢cico".
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