Obama en Hiroshima
Las armas nucleares siguen siendo una amenaza que pende sobre la humanidad
La visita que Barack Obama realiza hoy a la ciudad de Hiroshima va mucho m¨¢s all¨¢ del simbolismo formal que supone el homenaje de un sucesor de Harry Truman ¡ªel presidente que hace 71 a?os orden¨® lanzar la bomba at¨®mica¡ª a las v¨ªctimas de la primera explosi¨®n nuclear sobre una urbe. La amenaza de las armas nucleares sigue pendiendo sobre los habitantes del planeta, aunque, con la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y el desmoronamiento del bloque comunista, haya desaparecido de la actualidad diaria. El adagio de ¡°lo que no se ve, no existe¡±, desgraciadamente muestra aqu¨ª una vez m¨¢s su falsedad.
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Como acertadamente record¨® Obama a su llegada a Jap¨®n, donde se encuentra para asistir a una cumbre del G-7, ¡°todav¨ªa queda trabajo por hacer¡±. Es especialmente significativo que el mandatario estadounidense haga esta advertencia cerca de Corea del Norte, una brutal dictadura asentada sobre su fuerza nuclear, cuyo desarrollo la comunidad internacional, por diversas razones, fue incapaz de frenar. Pyongyang es el perfecto ejemplo de lo que puede suceder con las relaciones internacionales si no hay un esfuerzo com¨²n para evitar la proliferaci¨®n de las armas at¨®micas.
Obama, a quien le quedan menos de ocho meses en la Casa Blanca, ha querido dejar como parte de su legado avances concretos en este campo. Y, como en otros aspectos, presenta luces y sombras. Durante su presidencia se han organizado las cumbres de seguridad nuclear, se ha negociado un nuevo tratado de reducci¨®n de cabezas nucleares con Rusia y, sobre todo, se ha alcanzado un complicad¨ªsimo acuerdo con Ir¨¢n para evitar que el r¨¦gimen de los ayatol¨¢s se dote de armas at¨®micas. A¨²n as¨ª, varios Estados juegan con la idea de adquirir su propia bomba nuclear y varios grupos terroristas se conformar¨ªan con material radiactivo para poder sembrar el p¨¢nico. La amenaza destructora nuclear sigue pues presente e Hiroshima es una dolorosa lecci¨®n de lo que es capaz.
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