Duncan Jones: ¡°Mi padre me infundi¨® el valor de ir contracorriente¡±

Tiene cara de ni?o bueno. No se parece a su padre, el icono de la m¨²sica David Bowie. Pero a Duncan Jones eso no le importa. Ahora tiene 44 a?os y una carrera como director de cine, que algunos cr¨ªticos definen como una de las m¨¢s interesantes de la ¨²ltima d¨¦cada. A¨²n as¨ª, las referencias a su padre son inevitables. Incluso en la camiseta que lleva, con la que promociona su nueva pel¨ªcula, Warcraft. Esta prenda une sus dos vidas, la que se ha labrado y la que le vino de nacimiento. "No es un orco cualquiera¡±, dice, se?alando el dibujo que adorna su pecho. ¡°Lleva la identificaci¨®n que le adjudic¨® la polic¨ªa a mi padre cuando le detuvieron en Nueva York", se r¨ªe.

Jones recibe a EL PA?S en los estudios Universal de Los ?ngeles para hablar de su nuevo estreno y tambi¨¦n su primera superproducci¨®n. Este proyecto, que espera convertir en saga, est¨¢ basado en uno de los videojuegos m¨¢s populares de la historia y uno de sus preferidos.

"No, mi padre no jugaba a estas cosas", se le escapa, como si alguien se imaginara a Ziggy Stardust detr¨¢s de una consola. Se le escapa porque preferir¨ªa no hablar de su vida familiar o de la muerte de su padre el pasado enero v¨ªctima de un c¨¢ncer de h¨ªgado que ocult¨® a todos aquellos que no eran ¨ªntimos. Pero cada pregunta sobre Warcraft, pel¨ªcula en la que el director de Moon y C¨®digo fuente ha invertido tres a?os y medio de su vida, acaba con un recordatorio al hombre que tiene en mente. "Siempre lo llevar¨¦ en mi coraz¨®n", concede sin perder la sonrisa. Se lo dijo antes de morir. Si algo lo tiene tranquilo es que pudo decirle adi¨®s al hombre con el que se cri¨®. "Tuve la fortuna de saberlo con anticipaci¨®n como para poder pasar tiempo con ¨¦l y no dejar nada por decir", admite. De lo que no tuvo tiempo el camale¨®nico m¨²sico fue de ver la nueva pel¨ªcula de su hijo o de conocer al que ser¨ªa su primer nieto, el primog¨¦nito de Jones fruto de su matrimonio con la fot¨®grafa Rodene Ronquillo. "Obviamente son momentos emocionantes", resume.

Son muchos los que no sab¨ªan que David Jones, m¨¢s conocido como David Bowie, era su padre. Desde su infancia como Duncan Zowie Haywood Jones, su nombre completo, Duncan Jones ha pasado por muchas encarnaciones. Cuando se llam¨® Joe, cuando se perdi¨® en Ohio (EE UU) para estudiar Filosof¨ªa, cuando fue la sombra de Tony Scott para aprender cine o cuando trabaj¨® en Londres en la industria del videojuego para pagar el alquiler. ?Lo que nunca fue? Un iconoclasta o un m¨²sico. "La m¨²sica nunca me interes¨®", se encoge de hombros. De su padre aprendi¨® otras cosas. "Con ¨¦l me vi La naranja mec¨¢nica cuando solo ten¨ªa 8 a?os. Demasiado joven", se r¨ªe. Tambi¨¦n ley¨® a George Orwell o John Wyndham, el tipo de ciencia ficci¨®n que luego ha inspirado su carrera. Y a su lado hizo sus peque?os cortometrajes con mu?equitos de los Pitufos o de La guerra de las galaxias como si fuera el nuevo Ray Harryhausen. "Mi padre tuvo mucha paciencia conmigo", reconoce. Pero, sobre todo, lo que aprendi¨® de ¨¦l fue el coraje. "Me infundi¨® el valor de ir contracorriente", confiesa.

Le habr¨ªa gustado poder hacer cine juntos. No hubo tiempo. Duncan quer¨ªa labrarse una carrera m¨¢s s¨®lida antes de trabajar con el actor de Dentro del laberinto, Hunger, Twin Peaks o Bienvenido Mr. Lawrence. Pero porque era su padre y "uno nunca es lo suficiente para un padre". No porque era Bowie. Eso lo fue para los dem¨¢s. "Por mucho que lo admire, solo veo a mi padre -deja claro-. El artista, el icono cultural, el instigador que ven los dem¨¢s es otra persona. Agradezco los p¨¦sames que recibo pero lloramos la muerte de alguien diferente", asegura.