Genocidio armenio

Una palabra que califica algo ocurrido hace 101 a?os acaba de poner una nueva e importante piedra en el camino de la soluci¨®n de la crisis humanitaria y de seguridad m¨¢s grave que ha vivido Europa en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El Parlamento alem¨¢n aprob¨® ayer la calificaci¨®n oficial de ¡°genocidio¡± para el asesinato de cientos de miles de armenios ¡ªlas cifras oscilan entre los 600.000 y 1.800.000¡ª a manos del Imperio Otomano en 1915. Turqu¨ªa, heredera de aquel Estado ¡ªy que a¨²n reconociendo las muertes niega en¨¦rgicamente el car¨¢cter programado y sistem¨¢tico que implica un genocidio¡ª ha reaccionado con dureza llamando a consultas a su embajador en Berl¨ªn.

Reconocer el genocidio armenio, aunque sea con m¨¢s de un siglo de retraso, es un hecho de justicia. Pero llama la atenci¨®n que este mismo rigor con los derechos humanos sea menos rotundo cuando se trata de firmar con Ankara un ventajos¨ªsimo ¡ªpara Turqu¨ªa¡ª acuerdo econ¨®mico y de eliminaci¨®n de visados con la UE con el fin de que el pa¨ªs liderado por Recep Tayyip Erdogan act¨²e como pieza fundamental en la soluci¨®n de la crisis de los refugiados.

En los ¨²ltimos meses Erdogan ha intensificado sus ataques a la libertad de expresi¨®n, contra la minor¨ªa kurda y contra la oposici¨®n. No admite la m¨¢s m¨ªnima critica, ni dentro ni fuera de sus fronteras, habiendo logrado el procesamiento ¡ªprecisamente en Alemania¡ª de artistas que le critican. Por un lado exige ¡ªy ha obtenido¡ª la reactivaci¨®n del proceso negociador para la entrada de Turqu¨ªa en la UE y por otro se niega a reformar la legislaci¨®n en materia de derechos humanos.

Por tanto, hay que dar la bienvenida al pronunciamiento alem¨¢n ¡ªque Espa?a no ha hecho todav¨ªa¡ª de una de las mayores tragedias del siglo XX. Este reconocimiento del pasado es un paso imprescindible para construir el futuro con una Turqu¨ªa democr¨¢tica y moderna. Un rumbo al que Erdogan debe volver.