¡°Una vivienda peque?a no puede ser una vivienda grande encogida¡±.

FOTO: Fernando Alda

¡°Una vivienda peque?a no puede ser una vivienda grande encogida¡±. Caer en ese error solo delata, en opini¨®n del arquitecto Miguel ?ngel Astiz, complejo de inferioridad. Tambi¨¦n aboca a vivir con la sensaci¨®n de habitar una caja de cerillas. Por eso, partiendo de esa premisa, Astiz opt¨® por reformar una antigua bodega transform¨¢ndola en una estancia-casa.

No se trata de un estudio ya que los usos de la vivienda, m¨¢s que convivir se solapan. Los 35 metros cuadrados del piso (30 en realidad si se descuenta el pasillo de acceso) son un generoso sal¨®n que se convierte en una amplia cocina, un gran comedor y un enorme dormitorio abriendo, cerrando y bajando y subiendo puertas y trampillas. As¨ª, la casa multiplica su espacio en lugar de dividirlo y solo el ba?o ¨Ccon suelo elevado para poder conectarlo a los desag¨¹es- permanece aislado, como un armario m¨¢s.

Astiz explica la casa con un s¨ªmil: -¡°el mundo en una botella¡±- y una lista de n¨²meros 30: 30 metros de sal¨®n, 30 metros de sala de baile, 30 metros de sala de cine, 30 metros de ducha o 30 metros de suite. Entendidas las ventajas de una estancia despejada, ?c¨®mo resuelve un espacio vac¨ªo las necesidades de una vivienda? Trabajando el per¨ªmetro: las paredes de este piso esconden en realidad la casa.

Armarios, cocina, una ducha, el aseo, una cama abatible y por supuesto el vestidor y los armarios y las estanter¨ªas arropan las paredes y, con sus diversos fondos, regulan la geometr¨ªa del sal¨®n. Un panelado de madera vista (hasta los 2,40 metros de altura) y compuertas de madera pintada de blanco (para rebajar el peso visual, hasta los 3,55 metros del falso techo) ocultan todas estas instalaciones.

Los arquitectos remiten a la industria automovil¨ªstica, que ocupa el per¨ªmetro del coche para ocultar el maletero, el motor o la guantera en lo que ellos llaman ¡°el vac¨ªo tecnificado¡±. Tambi¨¦n la tradici¨®n japonesa podr¨ªa inspirar esa manera ordenada de potenciar el disfrute y el orden de la casa. En cualquier caso se trata de una soluci¨®n con gran potencial para remodelar los pisos antiguos de los centros urbanos.

Sabemos que con el paso del tiempo, el centro de las ciudades se ampl¨ªa, el tama?o de la mayor¨ªa de los pisos en ese centro se reduce y muchos edificios reorganizan sus instalaciones. Ese fue el caso de este inmueble del ensanche madrile?o en la calle de Almagro. Una bodega oscura de 35 metros cuadrados aneja a la cocina de una vivienda ha sido transformada en una especie de estancia-casa que se despliega y se recoge seg¨²n la tradici¨®n japonesa de liberar el espacio desplegando los usos.

Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitecto: 830 euros. El arquitecto recuerda tener en cuenta que los espacios muy reducidos distorsionan ese porcentaje.