?Me da algo para que mi hijo apruebe?
Superar el fracaso escolar es complejo. A veces se trata de buscar una soluci¨®n m¨¦dica a los problemas en el colegio
"Doctor mi ni?o no se concentra, creo que va a suspender todo. ?Podr¨ªamos darle algunas vitaminas o algo para ayudarle?"
Clar¨ªsima se?al de alarma de unos padres que vislumbran un fracaso no solo del ni?o ante la sociedad, sino de ellos mismos como educadores a punto de convertirse en "malos padres". ?Qu¨¦ hemos hecho mal??Por qu¨¦ el ni?o no estudia?
Ya se ven¨ªa barruntando, no ha pillado por sorpresa, que el peque no haya puesto bien ni su nombre, que no haya aprobado ni el recreo no se consigue de un d¨ªa para otro, y a ning¨²n padre le habr¨¢ pillado por sorpresa. A los pediatras tampoco: no es raro que en estos meses previos nos lleguen a la consulta peticiones de ayuda para el ni?o que se retrasa y se dispersa, que no obtiene el pl¨¢cet de sus maestros.
No ha sido infrecuente la consulta intentando buscar soluciones m¨¦dicas a este problema escolar. ?Le faltar¨¢n vitaminas??Se le puede dar alg¨²n complemento que nos ayude??Tendr¨¢ alg¨²n problema? ?No deber¨ªa verle un especialista?
Es com¨²n o¨ªr y ver en los medios de comunicaci¨®n publicidad dirigida a los malos estudiantes. Tanto que potenciar la concentraci¨®n y la memoria parece estar al alcance de un complejo vitam¨ªnico suplementado con minerales. Y no es as¨ª, aparte de que no tienen esa capacidad, los productos que se venden tienen menos f¨®sforo que una raci¨®n de pescado. Medicalizar todo es una caracter¨ªstica de nuestro d¨ªas, y no iba a ser menos el fracaso escolar o el estr¨¦s por conseguir los objetivos que el entorno nos marca.
En tiempos pasados, al que no quer¨ªa estudiar se le sacaba del colegio y se le pon¨ªa a cavar patatas, o a hacer cemento para ladrillos. Pe¨®n era a la par que castigo una forma para los padres de recuperar a la primera de cambio lo invertido en el zagal. Hoy d¨ªa afortunadamente la escuela es obligatoria hasta los 16, lo que exige un esfuerzo suplementario a los padres hasta esa edad. Seguir¨¢ habiendo malos alumnos por muchas razones: porque algunos estaban ya despistados a la hora del reparto de cerebros, por problemas en su entorno, ambiente inadecuado, por falta de est¨ªmulos, programas escolares inadecuados, etc¨¦tera. Ser¨ªa muy prolijo averiguar qui¨¦n es responsable y cu¨¢l es su soluci¨®n y no es el objeto de esta liviana reflexi¨®n.
No es de f¨¢cil soluci¨®n, eso est¨¢ claro. Requiere un esfuerzo que la escuela no proporciona y un esfuerzo tambi¨¦n en los padres que a veces no pueden o no est¨¢n dispuestos a dar, por falta de conocimientos o de tiempo. El camino requiere mucha dedicaci¨®n y atenci¨®n al peque y no siempre hay disponibilidad por los horarios, por las obligaciones que hemos elegido, y nuestros propios intereses a los que no estamos dispuestos a renunciar. A veces es m¨¢s f¨¢cil la trampa, el dopaje como en el deporte. Si existiera una droga m¨¢gica con la que los ni?os abrieran su mente enciclop¨¦dica y fluyera el saber sin esfuerzo, ser¨ªa maravilloso. Pero no existe.
Ante la desesperaci¨®n cualquier supuesta ayuda es bien recibida. As¨ª como el entrenador del gimnasio sugiere unas vitaminas que vienen de no s¨¦ d¨®nde que tienen un gran efecto sobre la resistencia o sobre la formaci¨®n de masa muscular, del mismo modo aparecer¨¢ el maestro, el m¨¦dico que sugerir¨¢ la panacea de los ¨²ltimos tiempos ?Y si es TDAH?
El trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n e hiperactividad existe, ya nos lo ha demostrado y explicado clarito Mar¨ªa Jos¨¦ Mas, nuestra neuropediatra favorita en su blog. Pero el sobrediagn¨®stico y la mitificaci¨®n del proceso como el origen de todos los males tambi¨¦n. El uso de anfetaminas y sus derivados entre los estudiantes viene de lejos, una forma de dopaje que junto al caf¨¦ permit¨ªa ara?ar horas de sue?o para hincar los codos. Pero a d¨ªa de hoy, la necesidad de solucionar todo y la inmediatez con la que hay que conseguirlo nos hace pensar en atajos, en buscar remedios farmacol¨®gicos a problemas de vida: unas malas notas de los ni?os, la ansiedad por un despido laboral, un duelo por el fallecimiento de un familiar, una separaci¨®n, un fracaso amoroso adolescente, todo tiene su remedio y su pastilla adecuada.
Jes¨²s Mart¨ªnez es pediatra, autor del libro y del blog El m¨¦dico de mi hij@ y director m¨¦dico de Mamicenter. Si quieres hacerle alguna consulta, escribe a mamasypapas@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.