Dos corazones en busca del buen ritmo
U N D?A not¨® que el coraz¨®n se le desbocaba. Ten¨ªa 14 a?os. A esa primera vez le siguieron muchas otras durante a?os. ¡°Sin ning¨²n motivo aparente se me pon¨ªa a 200 pulsaciones por minuto. Me daba miedo ir de vacaciones, quedarme sola, salir a la calle¡ A mi cardi¨®logo le tra¨ªa loco¡±. Mercedes Ortiz, farmac¨¦utica, ten¨ªa un tipo de taquicardias que no la dejaban m¨¢s salida que medicarse de por vida. Hasta que, a principios de los noventa, oy¨® hablar de una nueva t¨¦cnica. ¡°No son arritmias que te matan, pero te hacen polvo¡±, coincide Juli¨¢n Villacast¨ªn, jefe de la Unidad de Arritmias del hospital Cl¨ªnico de Madrid. ¡°Hicimos una ablaci¨®n por cat¨¦ter que da unos resultados magn¨ªficos. Es de las pocas enfermedades en las que, despu¨¦s de intervenir, el paciente est¨¢ curado. La relaci¨®n que se establece es muy especial¡±. En Espa?a se hacen 12.000 operaciones al a?o, con un 97% de ¨¦xito.
Mercedes era un caso t¨ªpico: agresivo por el n¨²mero de taquicardias y joven. ¡°Para los m¨¦dicos es bastante presi¨®n porque tienes que convencer al paciente, y aunque es una peque?a intervenci¨®n, puede tener complicaciones. Pero ella es una valiente y minimiz¨® los riesgos¡±.
¡°?Que si me cambi¨® la vida?¡±, se pregunta Ortiz. ¡°Todo, porque a ra¨ªz de esto, el equipo me propuso trabajar con ellos y coordino los proyectos de investigaci¨®n¡±. Ahora es ¡°la que m¨¢s sabe de taquicardias¡±, bromea Villacast¨ªn. El d¨ªa que la oper¨®, marzo de 1996, el cardi¨®logo cumpl¨ªa a?os. Desde entonces no le falta la felicitaci¨®n de Mercedes. ¡°?Te acuerdas? Una vez me regalaste una tabla de snow con la que por poco me mato¡±.
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