Australia no ser¨¢ tu hogar
Las duras medidas de inmigraci¨®n contemplan remolcar los barcos a Indonesia o la detenci¨®n indefinida de refugiados y solicitantes de asilo
Australia es uno de los pocos pa¨ªses democr¨¢ticos que mantiene f¨¦rreos controles de inmigraci¨®n a cualquier refugiado o solicitante de asilo que intenta llegar a sus costas. Y lo hace mediante dos posibles acciones: interceptar las embarcaciones y devolverlas a aguas de Indonesia o, por el contrario, trasladar a este colectivo de forma indefinida, indiscriminada y autom¨¢tica a cualquiera de los centros de detenci¨®n que regenta. En total, 1852 personas ¡ªde las cuales, un 47% lleg¨® por barco¡ª se encontraban en estos centros a la espera de una soluci¨®n a 30 de diciembre de 2015.
Una llamada a tiempo evit¨® que Khadim Dai (19 a?os) fuese otro n¨²mero m¨¢s en estos centros. ¡°Ten¨ªa 16 a?os y vi como mi mejor amigo fue asesinado. Era mi colegio y de un momento a otro no hab¨ªa nada. Simplemente tuve que huir; era eso o que me matasen¡±. Con la esperanza de unirse a sus hermanos con residencia en Australia, Khadim, nacido en Afganist¨¢n, pag¨® 7.000 d¨®lares americanos a un traficante para que le ayudara a llegar a Indonesia. Su ¨²nico problema era ser hazara, una etnia con afiliaci¨®n chiita que ha sido blanco de secuestros y persecuciones desde 1880. Sus marcados rasgos mongoles, su religi¨®n y su baja posici¨®n social han llevado a los hazaras a sufrir constantes ataques en la regi¨®n de Afganist¨¢n donde habitan. Esta zona se caracteriza por la gran presencia de grupos extremistas como los Talibanes, Al-Qaeda o, recientemente, el DAESH (tambi¨¦n conocido como el autodenominado Estado Isl¨¢mico).
Indonesia, la nueva parada de Khadim, es el lugar donde miles de solicitantes de asilo como ¨¦l se encuentran en una situaci¨®n de limbo esperando su oportunidad para alcanzar territorio australiano, donde los deseados derechos b¨¢sicos est¨¢n garantizados para la poblaci¨®n. La forma de llegar es un precario viaje en barco de varias semanas de duraci¨®n hasta la Isla de Christmas, la parte m¨¢s cercana del continente australiano al pa¨ªs asi¨¢tico. Durante los dos primeros meses que Khadim vivi¨® en Cisarua, al sur de Jakarta, intent¨® llegar a Australia por barco cuatro veces; la ¨²ltima el 19 de julio de 2013, cuando decidi¨® bajarse del cami¨®n que le llevaba a la embarcaci¨®n al recibir una llamada de su hermana: el primer ministro australiano, Kevin Rudd, hab¨ªa reintroducido parte de la conocida como Soluci¨®n del Pac¨ªfico.
Operation Sovereing Bordes: no har¨¢s de Australia tu casa
La reapertura de los centros de detenci¨®n en estas islas en julio de 2013 es la ¨²ltima medida de inmigraci¨®n realizada por el partido de Kevin Rudd. S¨®lo dos meses despu¨¦s, la Coalici¨®n Liberal encabezada por Tony Abbot accede al Gobierno. La primera de las pol¨ªticas desarrolladas se llama Operation Sovereing Borders (en espa?ol, operaci¨®n de fronteras soberanas) una acci¨®n coordinada entre el Ministerio de Inmigraci¨®n y la Marina militar. Bajo la argumentaci¨®n de salvar vidas en el mar y luchar contra el tr¨¢fico de personas, esta operaci¨®n se introduce con una propaganda m¨¢s que llamativa: "Si vienes por barco, no habr¨¢ forma de que Australia sea tu casa". El principal objetivo de la operaci¨®n Sovereing Borders es interceptar barcos sospechosos de llevar solicitantes de asilo sin visa cuando entran en aguas australianas y devolverlos al borde de las aguas territoriales de Indonesia, acompa?¨¢ndolos, remolc¨¢ndolos o en botes salvavidas completamente cerrados y de un llamativo color naranja. Desde que entrara en vigor esta operaci¨®n hasta 2015, un solo barco ha llegado a costas australianas.
Australia incumple el derecho de non-refoulement devolviendo a los solicitantes de asilo a Indonesia
M¨¢s all¨¢ del peligro de llevar este tipo de acciones en altamar, Australia est¨¢ incumpliendo el derecho de non-refoulement, por el que est¨¢ obligado a no devolver a ning¨²n individuo que pueda estar sujeto a persecuci¨®n o agresi¨®n ¡ªrecogido en la Convenci¨®n sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, de la que este pa¨ªs forma parte¡ª. "Si la entrevista no se lleva a cabo en un ambiente adecuado donde se pueda hacer un buen an¨¢lisis de las necesidades del solicitante, este procedimiento no es v¨¢lido y con mucha probabilidad se incumplir¨¢ el derecho de non-refoulement", explica Lucy Morgan, responsable de pol¨ªticas del Refugee Council of Australia.
Las condiciones de la detenci¨®n: los indeseados
¡°La ¨²nica cosa m¨¢s dif¨ªcil que el sentimiento de estar atrapado es el de incertidumbre, no saber qu¨¦ te depara el futuro. Al menos en la c¨¢rcel ellos saben cu¨¢ndo ser¨¢n libres. Para alguno de nosotros aqu¨ª, la libertad no es ni siquiera una opci¨®n. Siempre estar¨¢ el miedo de que te hagan volver a tu pa¨ªs¡±. Estas palabras salen de un centro de detenci¨®n de Australia de forma an¨®nima. Quien las reza es un refugiado de entre las m¨¢s de mil personas que se encuentran en los centros de detenci¨®n. ¡°No podemos publicar sus nombres, el centro en el que est¨¢n o ning¨²n otro dato que pueda ser identificable; si hacemos eso, sus solicitudes pueden verse perjudicadas¡±, cuenta Nanak Narulla, cofundador de Humans of Detention.
Naciones Unidas, en 2013, ya calificaba este tratamiento como ¡°cruel, inhumano y degradante¡±. Aun as¨ª, el pa¨ªs no ha modificado su pol¨ªtica de detenci¨®n. Espec¨ªficamente, la detenci¨®n de solicitantes de asilo y refugiados se realiza de forma indefinida; al no existir un tiempo l¨ªmite de estancia, una persona podr¨ªa pasarse all¨ª su vida entera. Adem¨¢s, esta detenci¨®n es autom¨¢tica e indiscriminada; est¨¢n incluidos ni?os y mujeres, independientemente de la situaci¨®n en la que se encuentren.
Actualmente, Australia cuenta con numerosos centros a lo largo del continente, uno en la Isla de Christmas y dos centros en los pa¨ªses Nauru y Pap¨²a Nueva Guinea, localizados en el oc¨¦ano Pac¨ªfico y gestionados en colaboraci¨®n con los Gobiernos locales. Este ¨²ltimo, situado en Manus, una isla en medio del Pac¨ªfico, ha sido declarado por el Gobierno de Pap¨²a Nueva Guinea como inconstitucional, por lo que Australia tiene que proceder a su desalojo y posterior relocalizaci¨®n de refugiados.
Naciones Unidas calificaba en 2013 el tratamiento de refugiados por Australia como ¡°cruel, inhumano y degradante¡±
En estos dos ¨²ltimos lugares es donde ha existido durante a?os una mayor violaci¨®n de los derechos humanos, seg¨²n relatan las visitas de ACNUR. En el informe publicado por expertos de esta organizaci¨®n internacional, estos declaran que en esas localizaciones ¡°se lleva a cabo una detenci¨®n obligatoria y arbitraria que va en contra del derecho internacional; no existe un sistema justo o eficiente de an¨¢lisis de las peticiones de los refugiados y no se proporcionan condiciones de tratamiento humanas¡±. Nauru es una peque?a isla de 21 kil¨®metros cuadrados donde hacen vida 537 refugiados que desde el 5 de octubre de 2015, pueden andar por la isla 24 horas al d¨ªa e interactuar con los locales. Por su parte, la isla de Manus pertenece a Pap¨²a Nueva Guinea y tiene una poblaci¨®n de 60.000 habitantes, entre los cuales se encuentran 922 refugiados ubicados en el centro de detenci¨®n. Aqu¨ª, en estas dos islas ¡ªde entre las cuales s¨®lo Nauru ha firmado la Convenci¨®n de 1951¡ª, es donde han sido reasentados los refugiados que hu¨ªan de las guerras y amenazas de sus pa¨ªses y que pretend¨ªan llegar a Australia.
¡°Creo que existe una gran diferencia entre las condiciones f¨ªsicas de los centros de detenci¨®n de Manus y Nauru, y las condiciones psicol¨®gicas. Las primeras han ido mejorando con el tiempo: ahora hay edificios en lugar de tiendas de campa?a e incluso tienen centros de recreo con algunos ordenadores. Lo que no ha cambiado con el tiempo son las condiciones psicol¨®gicas: estar detenido sin saber cu¨¢ndo vas a salir o qu¨¦ van a hacer contigo¡± explica Mark Isaacs, un exvoluntario de la asociaci¨®n The Salvation Army que trabaj¨® en Nauru durante nueve meses entre el a?o 2012 y 2013. Como resultado de esta experiencia, Mark ha escrito un libro titulado The Undesirables (en espa?ol, los indeseados) donde cuenta con detalle c¨®mo es la vida de los hombres, mujeres y ni?os ubicados en estas localizaciones.
Depresi¨®n, autolesiones y revueltas
El informe del Gobierno australiano del 30 de noviembre del 2015 se?ala que la media que pasa un refugiado en los centros de detenci¨®n es de 450 d¨ªas. Aunque m¨¢s significativo a¨²n es el dato referido a los refugiados que mayor tiempo han pasado en los centros: un 23,5% del total lleva m¨¢s de dos a?os ininterrumpidos en r¨¦gimen de detenci¨®n. Este hecho, aunado a la incertidumbre de no saber cu¨¢ndo va a llegar el momento de abandonar este lugar, ha hecho que exista un alto porcentaje de personas con enfermedades psicol¨®gicas.
Un 22% de las personas en Manus y Nauru fueron diagnosticados con depresi¨®n en 2014
¡°Cada refugiado es llamado por el n¨²mero de barco con el que ha intentado llegar a Australia¡± cuenta Mark. ¡°Existen ciertos tratos hacia las personas que est¨¢n all¨ª por parte de los trabajadores que son completamente deshumanizadores. Es preocupante ver c¨®mo ciertos trabajadores, no todos, piensan que esas personas merecen estar en centros de detenci¨®n, y en esas condiciones, en lugar de preocuparse por ellos de forma individual, independientemente de si buscan o no asilo¡±. Un expediente de la empresa IHMS ¡ªla subcontrata del Gobierno para la atenci¨®n sanitaria en los centros¡ª filtrado a la prensa, revela c¨®mo este tratamiento se refleja en las tasas de personas con depresi¨®n: un 22% de los adultos en Manus y Nauru ha sido diagnosticado con esta enfermedad a finales del 2014.
A las altas tasas de depresi¨®n y necesidad de ayuda se suman las constantes muestras de desesperaci¨®n: las personas con autolesiones dentro de los centros de detenci¨®n aumentaron considerablemente en el ¨²ltimo a?o. Seg¨²n la informaci¨®n publicada por el medio local The Sydney Morning Herald, hasta julio de 2015 se dieron 188 incidentes de autolesiones en el centro de Nauru. En el de Manus, 55 personas fueron las que se autoinflingieron alguna lesi¨®n. Este tipo de incidente incluye refugiados bebiendo insecticida o champ¨², tragando bolsas de t¨¦, haci¨¦ndose cortes con cuchillas o colg¨¢ndose con la ropa de cama. Las huelgas de hambre son, de la misma forma, numerosas y constantes; hombres con las bocas cosidas durante semanas que intentan hacer cambiar su situaci¨®n.
Ni?os y mujeres en riesgo
En este ambiente es en el que conviven 70 ni?os y ni?as, espec¨ªficamente en Nauru, el ¨²nico de los dos centros del Pac¨ªfico con menores. S¨®lo entre enero de 2013 y marzo de 2014, se dieron en todos los centros de detenci¨®n administrados por el pa¨ªs un total de 128 incidentes de menores de entre 12 y 17 a?os con autolesiones ¡ªincluidos intentos de suicidio¡ª seg¨²n una investigaci¨®n llevada a cabo por la Comisi¨®n Australiana de Derechos Humanos. Las mujeres, el otro colectivo en riesgo, eran presuntamente chantajeadas por los miembros de seguridad para ense?ar su cuerpo por m¨¢s minutos en las duchas como recoge el Informe Moss.
En medio de un f¨¦rreo bloqueo medi¨¢tico, las asociaciones en contra de estas medidas se unen para manifestarse. Una de las congregaciones m¨¢s numerosas uni¨® en octubre del a?o pasado a miles de personas en Sidney, Melbourne, Camberra, Brisbane y Perth. Aunque la situaci¨®n sigue siendo la misma para aquellos en los centros de detenci¨®n, la respuesta p¨²blica se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s fuerte con unas elecciones a la vuelta de la esquina. ¡°Tenemos m¨¦dicos, abogados, iglesias e instituciones oponi¨¦ndose p¨²blicamente a este tratamiento de los refugiados, lo ¨²nico que falta es una masa pol¨ªtica que cambie de verdad la forma de pensar y hacer del Gobierno¡± sentencia Ian Rintoul, director del Refugee Action Coalition.
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