Roman Abram¨®vich podr¨¢ construir su mansi¨®n en Nueva York

El pasado abril Roman Abram¨®vich vio sus planes frustrados de convertir tres casas en una ¨²nica mansi¨®n en el Upper East Side de Nueva York se vinieron abajo. El proyecto del magnate ruso consist¨ªa en unificar las fachadas de las tres viviendas contiguas para que parecieran una sola y convertirlas en un ¨²nico espacio: ser¨ªa una de las mansiones m¨¢s grandes de Manhattan. En ese momento, la comisi¨®n de conservaci¨®n del patrimonio hist¨®rico de la ciudad le par¨® los pies.?Ahora,?tras presentar un nuevo proyecto, le han concedido el permiso para llevar a cabo la macrorreforma con la condici¨®n de que mantenga las tres fachadas originales.?

El plan inicial era combinar los tres edificios de cinco plantas ¡ªadquiridos por el magnate por 69 millones de euros¡ª, situados en los n¨²meros 11, 13 y 15 de la calle 75. Pero dicho plan ha estado varias semanas parado porque las autoridades consideraban que cambiar el aspecto de esas fachadas?"ser¨ªa como borrar una parte de la historia de la ciudad¡±. Las casas datan de entre 1887 y 1889, pero la fachada de una de ellas fue reconstruida en 1923 y su aspecto es bastante diferente de las dos primeras.

Para conseguir su mansi¨®n, Abram¨®vich ha tenido que adaptarse a los requerimientos de las autoridades. Conservar¨¢ el aspecto hist¨®rico de los edificios en la fachada principal: las tres propiedades deben mantener su "aparente individualidad" y cada una debe tener una puerta de entrada para que parezcan tres edificios separados, aunque la ¨²nica entrada estar¨¢ en el n¨²mero 13.

A cambio, le han permitido mantener el proyecto de hacer?una fachada trasera de vidrio y bronce, un atrio central y una piscina en el techo que casi abarcar¨¢ el ancho de las tres casas. Adem¨¢s, en esa parte trasera tendr¨¢ un jard¨ªn vertical similar al que hay en el CaixaForum de Madrid, creado tambi¨¦n por los arquitectos de Herzog & de Meuron.?El futuro hogar del due?o del Chelsea FC tendr¨¢ casi 1.700 metros cuadrados, una peluquer¨ªa, sauna e incluso una sala de arte.

No es la primera vez que el ruso, a quien Forbes le calcula una fortuna de 8.000 millones de d¨®lares, tiene que lidiar con este tipo de batallas. Tard¨® tres a?os en conseguir la autorizaci¨®n para construir la mansi¨®n de 140 millones que tiene en Londres, en una de las calles m¨¢s caras de la capital brit¨¢nica. El dise?o para la que quiere construir en Nueva York, de hecho, es casi id¨¦ntico al de su casa londinense.