¡°Si conseguimos averiguar c¨®mo funciona el cerebro, cualquier terapia ser¨¢ m¨¢s segura y efectiva¡±
Los neurocient¨ªficos Boyden, Deisseroth y Miesenb?ck, padres de la optogen¨¦tica, han sido galardonados en la VIII edici¨®n de los Premios Fronteras del Conocimiento en Biomedicina de la Fundaci¨®n BBVA

?C¨®mo puede la luz ayudar a investigar diversas funciones del cerebro, como como el apetito, la agresividad, las adicciones o el sue?o? Los desarrolladores de la t¨¦cnica de control? de la actividad cerebral conocida como optogen¨¦tica lo han explicado esta ma?ana en Madrid, con motivo de su galard¨®n en biomedicina en la VIII edici¨®n de los premios Fronteras del Conocimiento, otorgados por la Fundaci¨®n BBVA. Edward Boyden, Karl Deisseroth y Gero Miesenb?ck han explicado en qu¨¦ consiste esta t¨¦cnica, que ya utilizan cient¨ªficos de todo el mundo.
Las herramientas cl¨¢sicas de la neurociencia ten¨ªan una serie de problemas, como que no permit¨ªan distinguir entre tipos celulares distintos o que el emplazamiento de los electrodos se realizaba seg¨²n criterios "inciertos". "La optogen¨¦tica desarrolla una forma de control a distancia, como un sistema de comunicaci¨®n inal¨¢mbrica cuya se?al es la luz y el receptor es una prote¨ªna fotosensible¡±, ha explicado Miesenb?ck. De este modo, la particularidad de la optogen¨¦tica es que incluyendo dichas prote¨ªnas sensibles a la luz en las c¨¦lulas del cerebro, se puede activar o inhibir su actividad de un modo muy preciso y selectivo, afectando solo a las neuronas que se desee.
Esta t¨¦cnica, cuya principal aplicaci¨®n es la investigaci¨®n b¨¢sica, est¨¢ siendo de gran utilidad para comprender c¨®mo funciona el cerebro. ¡°Ese conocimiento har¨¢ posibles muchos avances cl¨ªnicos, pero hoy por hoy nadie est¨¢ utilizando la optogen¨¦tica directamente para tratar pacientes¡±, ha puntualizado Deisseroth. Tal y como indica Miesenb?ck, para entender un sistema en biolog¨ªa es necesario controlarlo de forma precisa, y eso hasta ahora hab¨ªa sido imposible en la neurociencia. Para poder comprender c¨®mo funcionan los circuitos cerebrales hac¨ªa falta una tecnolog¨ªa que permitiera controlar selectivamente las neuronas. Con la optogen¨¦tica, seg¨²n aclara Boyden, ¡°se habla el lenguaje natural del cerebro, controlando la actividad neuronal con la precisi¨®n temporal del cerebro vivo intacto¡±.
Boyden actualmente se encuentra trabajando en el dise?o de tecnolog¨ªas que permitan mapear el cerebro, para entender c¨®mo funciona y cu¨¢les son las ¡°autov¨ªas¡± de la informaci¨®n, los recuerdos o la toma de decisiones. ¡°La optogen¨¦tica, adem¨¢s, ha llevado a una explosi¨®n de nuevas aplicaciones y a una mejora en la comprensi¨®n de la codificaci¨®n de los recuerdos, del control del sue?o y de la vigilia o de c¨®mo se regula la conducta sexual, entre otras cosas¡±, ha concretado el investigador.
La optogen¨¦tica controla la actividad neuronal con la precisi¨®n temporal del cerebro vivo intacto
A falta de una comprensi¨®n profunda de los principios b¨¢sicos que rigen el funcionamiento del cerebro, los neurocient¨ªficos defienden que a¨²n no estamos en un estadio que permita construir terapias espec¨ªficas. Deisseroth cree que ¡°si conseguimos averiguar c¨®mo funciona el cerebro, cualquier terapia ser¨¢ m¨¢s precisa, m¨¢s poderosa, m¨¢s segura, m¨¢s eficaz y m¨¢s efectiva¡±.
Actualmente la optogen¨¦tica se est¨¢ utilizando en animales, como los ratones o la mosca de la fruta, pero no en personas. Esto se debe, tal y como indican los galardonados, a que es una t¨¦cnica agresiva que hace necesario introducir un cable de fibra ¨®ptica que lleve la luz al cerebro, por lo que antes de utilizarlo en personas se ha de garantizar su seguridad y valorar si su utilizaci¨®n est¨¢ justificada. Sin embargo, a pesar de que a¨²n no se haya empleado en seres humanos, Deisseroth cree que ¡°algunos animales como el rat¨®n tienen un cerebro mucho m¨¢s peque?o que el de los seres humanos pero con muchas estructuras semejantes¡±. Miesenb?ck ha recalcado que no importa tanto la regi¨®n del cerebro o la especie que se estudie, porque ¡°los principios subyacentes se mantienen en especies superiores, incluyendo a las personas¡±.
Los tres investigadores han coincidido en que las optogen¨¦tica abre la puerta a posibles aplicaciones cl¨ªnicas muy interesantes en el futuro. Ellos opinan que actualmente esta t¨¦cnica puede ayudar en especial a aquellos problemas vinculados al sistema nervioso perif¨¦rico y a la retina, como la ceguera, el dolor postquir¨²rgico, el causado por la diabetes o el control intestinal. ¡°En cuanto al sistema nervioso central, creo que puede ayudar a enfermedades como el p¨¢rkinson o la epilepsia, pero con cautela porque la t¨¦cnica en el cerebro a¨²n no es tan eficaz como nos gustar¨ªa¡±, ha indicado Deisseroth.
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