Estas son las cinco sustancias m¨¢s adictivas de la Tierra, y estos son sus efectos en el cerebro
La capacidad de adicci¨®n de una droga depende de diversas circunstancias, como la activaci¨®n del sistema de la dopamina del cerebro o la sensaci¨®n de placer
?Cu¨¢les son las drogas m¨¢s adictivas? La pregunta parece sencilla, pero la respuesta depende de a qui¨¦n se pregunte. Seg¨²n diferentes expertos, el potencial de una droga para ser adictiva se puede juzgar en funci¨®n del da?o que cause, de su valor en la calle, de en qu¨¦ medida active el sistema de la dopamina del cerebro, de lo placentera que la gente dice que es, de en qu¨¦ grado provoca s¨ªntomas de abstinencia, y de la facilidad con que se ¡°enganchar¨¢¡± a ella quien la pruebe.
Existen otros aspectos para medir el potencial adictivo de una droga, e incluso hay investigadores que sostienen que ninguna es adictiva siempre. Dada la diversidad de opiniones de los especialistas, una manera de clasificar las sustancias causantes de adicci¨®n es consultar con grupos de expertos. En 2007, David Nutt y sus compa?eros pidieron a diversos especialistas en adicciones que hiciesen una clasificaci¨®n, y descubrieron varias cosas interesantes.
1. La hero¨ªna
Los expertos consultados por Nutt y su equipo situaron la hero¨ªna como la droga m¨¢s adictiva y le otorgaron una puntuaci¨®n de 3 sobre 3. La hero¨ªna es un opi¨¢ceo que hace que el nivel de dopamina del sistema de recompensa del cerebro se eleve hasta un 200% en animales de laboratorio. Adem¨¢s de ser probablemente la droga m¨¢s adictiva, la hero¨ªna tambi¨¦n es peligrosa porque la dosis que puede causar la muerte es solo cinco veces mayor que la necesaria para?colocarse.
Asimismo, la hero¨ªna se ha clasificado como la segunda droga m¨¢s nociva considerando el da?o que causa tanto a los consumidores como a la sociedad. Se calcula que en 2009 el mercado de opi¨¢ceos ilegales, incluida la hero¨ªna, alcanz¨® los 68.000 millones de d¨®lares en todo el mundo.
2. La coca¨ªna
La coca¨ªna interfiere directamente en el uso que el cerebro hace de la dopamina para transmitir mensajes de una neurona a otra. B¨¢sicamente, impide que las neuronas desactiven la se?al de la dopamina, lo cual causa una activaci¨®n anormal del circuito de recompensa del cerebro. En experimentos con animales, la coca¨ªna hizo que los niveles de dopamina se elevasen m¨¢s de tres veces por encima del nivel normal. Se calcula que entre 14 y 20 millones de personas consumen coca¨ªna en el mundo, y que, en 2009, el valor del mercado de esta droga rondaba los 75.000 millones de d¨®lares.
La coca¨ªna interfiere directamente en el uso que el cerebro hace de la dopamina para transmitir mensajes de una neurona a otra
Los expertos han clasificado el crack como la tercera droga m¨¢s perjudicial, y la coca¨ªna en polvo, que produce un efecto m¨¢s suave, como la quinta. Alrededor del 21% de las personas que prueba la coca¨ªna se convertir¨¢n en dependientes de ella en alg¨²n momento de su vida. Esta droga es parecida a otros estimulantes adictivos, tales como la metanfetamina ¨Cque constituye un problema cada vez mayor a medida que se hace m¨¢s accesible¨C y la anfetamina.
3. La nicotina
La nicotina es la principal sustancia adictiva del tabaco. Cuando alguien se fuma un cigarrillo, es absorbida r¨¢pidamente por los pulmones y transmitida al cerebro. Seg¨²n el grupo de expertos consultado por Nutt y su equipo, la nicotina (el tabaco) es la tercera sustancia m¨¢s adictiva.
M¨¢s de dos tercios de los estadounidenses que han fumado alguna vez dicen haberse convertido en dependientes a lo largo de su vida. En 2002, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcul¨® que hab¨ªa m¨¢s de 1.000 millones de fumadores, y se prev¨¦ que, para 2030, el tabaco acabe con la vida de m¨¢s de ocho millones de personas al a?o. Los animales de laboratorio tienen la sensatez de no fumar. Sin embargo, las ratas pueden apretar un bot¨®n para recibir nicotina directamente al torrente sangu¨ªneo, lo cual hace que los niveles de dopamina del sistema de recompensa del cerebro aumenten m¨¢s o menos entre un 25 y un 40%.
4. Los barbit¨²ricos (¡°tranquilizantes¡±)
Los barbit¨²ricos ¨Ctambi¨¦n conocidos como ¡°caramelos¡±, ¡°bombones¡±, ¡°barbis¡±, ¡°demonios azules¡± o ¡°mu?ecas¡±¨C son una clase de droga que se utiliz¨® inicialmente para tratar la ansiedad e inducir el sue?o. Interfieren en las se?ales qu¨ªmicas del cerebro, lo cual hace que diversas regiones cerebrales dejen de funcionar. A dosis bajas producen euforia, pero a dosis m¨¢s elevadas pueden ser letales porque inhiben la respiraci¨®n. La dependencia de los barbit¨²ricos era frecuente cuando estos medicamentos eran de f¨¢cil acceso con receta, pero ha descendido dr¨¢sticamente desde que se han sustituido por otros. Esto pone de relieve el papel que el contexto desempe?a en la adicci¨®n: si una droga adictiva no es f¨¢cilmente accesible, no puede causar mucho da?o. Los grupos de expertos de Nutt y su equipo situaron los barbit¨²ricos como la cuarta sustancia m¨¢s adictiva.
5. El alcohol
A pesar de ser legal en la mayor parte de los pa¨ªses occidentales, los especialistas consultados por el equipo de Nutt lo puntuaron con 1,9 sobre 3. El alcohol causa m¨²ltiples efectos en el cerebro, pero en experimentos de laboratorio con animales aumentaba los niveles de dopamina en el sistema de recompensa cerebral entre un 40 y un 360%. Adem¨¢s, cuanto m¨¢s beb¨ªan los animales, m¨¢s sub¨ªan los niveles.
Alrededor del 22% de las personas que han tomado una copa desarrollar¨¢n una dependencia del alcohol en alg¨²n momento de su vida. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha calculado que, en 2002, 2.000 millones de personas consumieron alcohol, y que en 2012 murieron tres millones por el da?o que la bebida caus¨® a su cuerpo. Otros especialistas han clasificado el alcohol como la droga m¨¢s perjudicial.
Este art¨ªculo se ha rectificado para corregir un error en la lectura de los datos de Nutt y su equipo. El autor agradece a Erin Brodwin/Business Insider que lo detectase.
Eric Bowman es profesor no numerario de Psicolog¨ªa y Neurociencia en la Universidad de St Andrews.
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n: Eric Bowman ha recibido fondos del Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica de Reino Unido.
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