El Freddie Mercury del folclore asturiano que revolucion¨® Internet
Rodrigo Cuevas es dif¨ªcil de explicar: hace m¨²sica tradicional con bases electr¨®nicas y mezcla el atuendo rural con aires de 'pin up' y de cabaretera. Una de sus actuaciones se viraliz¨®, se hizo conocido en el 'underground' y esta semana act¨²a en Madrid con motivo del Orgullo Gay
Con sus madre?as, sus ligueros, su faj¨ªn rojo y una camiseta que reza Asturies underground, Rodrigo Cuevas baja con pasos sinuosos las escaleras de un auditorio de una poblaci¨®n de la cuenca minera. Va cantando canciones asturianas y tocando el acorde¨®n, y se arroja al regazo de algunos recios paisanos a los que les da una cuarta parte de risa y tres cuartas partes de sonrojo. Rodrigo Cuevas, ambiguo y provocador, contin¨²a luego hasta el escenario con suaves e hipn¨®ticos movimientos de reptil, siempre oculta la mirada tras unas grandes gafas de sol de pasta blanca.
Rodrigo Cuevas trae a este pueblo su exc¨¦ntrica mezcla de m¨²sica tradicional y bases electr¨®nicas, un c¨®ctel de sensualidad, humor e historias de un mundo lejano, el mundo rural. Y este pueblo le aclama. Rodrigo Cuevas domina el escenario y puede que pronto domine el mundo. Por el momento, durante el Orgullo, traspasar¨¢ la cornisa cant¨¢brica, al norte de la cual es una rutilante estrella en auditorios, bares y fiestas populares, y atacar¨¢ Madrid.
- Pero, ?qui¨¦n es Rodrigo Cuevas?
- Soy un agitador folcl¨®rico. En realidad el personaje de Rodrigo Cuevas es el propio Rodrigo Cuevas, solo que exagerado, llevado a la en¨¦sima potencia.
Cuando se habla de Cuevas (Oviedo, 1985) se monta una buena mara?a de conceptos. Electrocupl¨¦, cabaret, tonada glam, bollywood, electropop, pasodoble, asturianadas, folk, una buena tonelada de referencias y descripciones como agitador folcl¨®rico, sex symbol de la copla, exponente del movimiento sexyfolk, mezcla de pin up y aldeano astur. Cuevas no es nada de eso y lo es todo a la vez, un crisol con piernas bien torneadas y torso fibroso donde todo esto se revuelve y toma forma. Dice estar influenciado por el glamour de Tino Casal, el humor de Martes y Trece, el desparpajo (y el bigote) de Freddy Mercury, el cachondeo de Lina Morgan. ¡°Pero tambi¨¦n mucha gente que no es famosa, gente antigua que voy conociendo por los pueblos de Asturias, y que fabrican cestas o quesos¡±, dice.
Detr¨¢s de la fina c¨¢scara de frivolidad y cachonde¨ªto, se encuentra un m¨²sico s¨®lido, formado en piano cl¨¢sico en el Conservatorio de Oviedo
Hay algo que Cuevas seguro no es: una vedette petarda. Detr¨¢s de la fina c¨¢scara de frivolidad y cachonde¨ªto, se encuentra un m¨²sico s¨®lido, formado en piano cl¨¢sico en el Conservatorio de Oviedo y especializado en la Esmuc de Barcelona en Sonolog¨ªa. Despu¨¦s se hizo profundo estudioso de la etnomusicolog¨ªa, es decir, del estudio de las dimensiones culturales o sociales, etc, de la m¨²sica. Cuando agarra el pandero cuadrado y canta a capella una canci¨®n de los vaqueiros de alzada, una tribu de ganaderos n¨®madas que conserva sus costumbres ancestrales en las monta?as de Asturias, se le pone a uno la piel de gallina. "Me interesa la relaci¨®n de la m¨²sica con los seres humanos, los diferentes folclores y m¨²sicas del mundo. Desde los ritmos tribales hasta las m¨²sicas tribales contempor¨¢neas", explica.
El artista vive en profundo contacto con la tierra, entre Asturias y una peque?a aldea de Pontevedra llamada Barbeira de Arriba, de unos quince habitantes, donde comparte existencia con la burrina Sof¨ªa, una pita, dos perros y dos gatos. ¡°Ten¨ªa dos ovejas, pero me las mat¨® un lobo¡±, cuenta algo compungido.
Su ¨¦xito en Internet
Parte de su ¨¦xito viene de Internet. Un video de una de sus actuaciones se viraliz¨® (aunque no le hace justicia) y acab¨® ocupando p¨¢ginas de la prensa y minutos en la televisi¨®n regional. Comenz¨® actuando en los bares m¨¢s modernos de Oviedo y Gij¨®n (como La Lata de Zinc o Toma 3) pero ahora, como debe de ser, le llaman para actuar en teatros y fiestas de pueblo. ¡°Actuar en una fiesta de prao es complicado, porque va todo el mundo y no viene espec¨ªficamente a verte a ti. Y hay gente de todo tipo. Me da cierto respeto, pero siempre suele salir bien¡±.
Un v¨ªdeo de una de sus actuaciones se viraliz¨® y acab¨® ocupando p¨¢ginas de la prensa y minutos en la televisi¨®n regional
Ahora lanza su EP Prince of Verdiciu, en referencia a la playa asturiana de Verdiciu, que protagoniza su gran hit, Verdiciu, que utiliza melod¨ªas de canciones disco de los noventa. Le acompa?an la m¨²sica electr¨®nica y performer Violeta Nureyev y el m¨²sico Rub¨¦n Bada. Lo de Prince, seg¨²n cuenta, iba en principio referido a El Principito, ¡°pero muri¨® Prince y decidimos hacerle un homenaje¡±. En efecto, la portada del disco recuerda a la iconograf¨ªa del artista que una vez se llam¨® el artista anteriormente conocido como Prince.
Uno de los puntos fuertes de su show son las historias que cuenta entre canci¨®n y canci¨®n (hay hasta quien le ha comparado con c¨®micos como Bob Fosse o Lenny Bruce), muchas veces poniendo el estilete en los absurdos de la vida as¨¦ptica y tremendamente contempor¨¢nea que nos quieren vender. "Yo no tengo formaci¨®n en interpretaci¨®n, como tampoco la ten¨ªa Roc¨ªo Jurado, pero para lo m¨ªo me defiendo. Me gusta contar historias despacio, con todo lujo de detalles, como contaban los ancianos en los pueblos, cuando no hab¨ªa prisa por nada, y contar historias era una distracci¨®n como son ahora la televisi¨®n o Internet". nos dice.
- Tus historias tratan sobre temas del campo, muchas veces temas muy asturianos. ?No tienes miedo de que no te comprendan fuera?
?- Igual que se entiende el humor andaluz o vasco, creo que el humor asturiano, menos popular, tambi¨¦n se puede entender. El asturiano tiene un humor sencillo, que lo dice todo de frente, y sabe re¨ªrse mucho de s¨ª mismo. A un asturiano puedes decirle cualquier cosa. Cuando act¨²o en Madrid llevo huevos de mis gallinas, sin trazabilidad y completamente inseguros. Les digo que en Madrid andan muy despistados.
Los directores ?lex Zapico y Manuel Garc¨ªa, ya preparan un documental sobre sus peripecias, llamado El viaje de Rodrigo Cuevas. Cuando termina su concierto en la poblaci¨®n de la cuenca minera, buena parte del p¨²blico, la formada por los fans m¨¢s fatales, se acerca al escenario. Llevan puestas madre?as, pues el artista hab¨ªa prometido regalarles un p¨®ster firmado si acud¨ªan al concierto de esta guisa y, semidesnudo, se los entrega.
Los d¨ªas 30 de junio y 1 de julio, coincidiendo con el Orgullo, Cuevas act¨²a en la madrile?a sala DT Espacio Esc¨¦nico (Reina, 9), dentro del ciclo Versi¨®n original.
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