Derechos de los viajeros

La frecuencia con que los ciudadanos son tomados como rehenes de un conflicto laboral cuando se disponen a tomar sus vacaciones es uno de los problemas del mundo en que vivimos. Sus derechos como viajeros suelen ocupar un lugar secundario en relaci¨®n con los de los controladores a¨¦reos o los del personal de las compa?¨ªas de aviaci¨®n a la hora de establecer medidas de presi¨®n para defender las correspondientes reivindicaciones. Y para rematar la vejaci¨®n, los viajeros deben recorrer despu¨¦s un complejo procedimiento de queja y reclamaci¨®n, cuando el perjuicio puede ser ya irreparable si no se ha podido volar en la fecha prevista.

El Gobierno en funciones de Mariano Rajoy ha sermoneado a los jefes de las compa?¨ªas a¨¦reas sobre la necesidad de cumplir con todas las programaciones. En otras palabras, pretende evitar nuevas y m¨¢s impactantes im¨¢genes de aeropuertos atestados de viajeros sin aviones ni explicaciones, como ocurri¨® recientemente en El Prat de Barcelona a cuenta de los problemas de Vueling. Pero cuando este conflicto parec¨ªa en fase de soluci¨®n, una nueva amenaza se cierne sobre el final de julio y los primeros d¨ªas de agosto en forma de huelga declarada por los pilotos de Air Europa.

Las reivindicaciones pueden ser justas si los procedimientos de trabajo son abusivos, las retribuciones indignas o si el personal ve amenazados sus puestos de trabajo. Pero eso es lo que no suele quedar claro en estos conflictos. Mientras tanto, al viajero se le incita a volar y a comprar los billetes cuanto antes, pero no se le garantiza que podr¨¢ viajar en las condiciones previstas, y al final se encuentra en medio de infinitas colas con personas tan desconcertadas y desinformadas como ¨¦l. Tanto los ejecutivos de las empresas de aviaci¨®n como los diferentes colectivos de personal, sobre todo los pilotos, deber¨ªan enfocar sus relaciones de modo que no quiebren la confianza de los viajeros, que son la base del gran desarrollo alcanzado por la aviaci¨®n civil.