La convulsa matem¨¢tica europea

Ayer dio comienzo el S¨¦ptimo Congreso Europeo de Matem¨¢tica (7ECM) en Berl¨ªn. Hasta el pr¨®ximo viernes, m¨¢s de un millar de matem¨¢ticos se re¨²nen en la capital alemana en torno a conferencias cient¨ªficas, mesas redondas y actividades sociales. Estos macrofestivales son una peculiaridad de las matem¨¢ticas; en el resto de ciencias naturales no suelen celebrarse congresos colectivos de toda la disciplina. Frente a los encuentros especializados de cada ¨¢rea de investigaci¨®n, el 7ECM muestra los ¨²ltimos avances de la matem¨¢tica europea; reconoce el trabajo de los investigadores destacados (ayer se concedieron los premios de la Sociedad Europea de Matem¨¢ticas, EMS); y tambi¨¦n es una magn¨ªfica oportunidad para debatir sobre los problemas que preocupan a la comunidad, y que hemos de enfrentar como colectivo.

Entre ellos, est¨¢ el futuro de las publicaciones cient¨ªficas: ?es posible abrazar de una vez por todas el acceso abierto para difundir los resultados cient¨ªficos europeos, o seguiremos dependiendo de las grandes casas editoriales? Otro tema que ha ido cobrando inter¨¦s es la divulgaci¨®n y la comunicaci¨®n de las matem¨¢ticas al p¨²blico general. Parece que los matem¨¢ticos europeos son, por fin, conscientes de que la sociedad debe conocer lo que hacemos, por muy abstracto que sea, para valorarlo y contribuir a su financiaci¨®n. Adem¨¢s tenemos una responsabilidad de contribuir a una sociedad m¨¢s cient¨ªfica capaz de tomar decisiones con criterios objetivos.

Est¨¢ en debate el futuro de las publicaciones cient¨ªficas: ?es posible abrazar el acceso abierto o seguiremos dependiendo de las grandes casas editoriales?

En estos d¨ªas tambi¨¦n se debatir¨¢ el papel de la disciplina en el ¨¢mbito europeo, su importancia como dinamizador de la tecnolog¨ªa y la econom¨ªa, ya que, seg¨²n recientes informes en Reino Unido, Holanda, Australia y Francia han puesto de manifiesto, las matem¨¢ticas pueden ser un elemento clave para revitalizar la econom¨ªa europea. Asimismo, habr¨¢ espacio para reflexionar sobre el papel de la mujer en la investigaci¨®n, y el techo de cristal que no se consigue romper. Ayer, Christian Thomsen, presidente de la Universidad T¨¦cnica de Berl¨ªn (TUB), la instituci¨®n encargada de acoger el evento, destacaba la alta presencia de mujeres en el congreso (279, sobre un total de 1073), pero se lamentaba de que a¨²n no fuesen la mitad. ¡°Es algo en lo que tenemos que seguir trabajando¡±, se?alaba. De entre los diez premios EMS, solo uno ha sido otorgada a una mujer, la iran¨ª Sara Zahedi (Real Instituto de Tecnolog¨ªa de Estocolmo, Suecia).

Adem¨¢s, todas las tensiones socio-pol¨ªticas tambi¨¦n tienen su impacto, como siempre ha sucedido, en la comunidad cient¨ªfica. As¨ª, la Guerra Fr¨ªa produjo serias dificultades para la colaboraci¨®n con los matem¨¢ticos rusos y tras la Segunda Guerra Mundial se tard¨® unos pocos a?os en volver a incorporar a Alemania en la Uni¨®n Matem¨¢tica Internacional (IMU). En este caso, el 7ECM podr¨ªa ser el ¨²ltimo congreso europeo con presencia inglesa, aunque no lo creo. Ayer, durante la ceremonia inaugural, Pavel Exner, director de la Sociedad Matem¨¢tica Europea (EMS) recordaba su apoyo los brit¨¢nicos ante la posibilidad del BREXIT, y extend¨ªa sus palabras de amparo tambi¨¦n a los matem¨¢ticos turcos, despu¨¦s del ¨²ltimo fin de semana fat¨ªdico.

Recientes informes han puesto de manifiesto que las matem¨¢ticas pueden ser un elemento clave para revitalizar la econom¨ªa europea

La EMS es la organizaci¨®n que est¨¢ detr¨¢s del 7ECM. Es una uni¨®n de sociedades, que intenta aunar los intereses de todos los matem¨¢ticos europeos, coordin¨¢ndose con los esfuerzos nacionales. Desde la fundaci¨®n de la sociedad, el 28 de octubre 1990, la convivencia no ha sido f¨¢cil (nada resulta sencillo en esta Europa tan diversa). En la primera reuni¨®n, en Mandralin, un ¨¢rea boscosa a 20 kil¨®metros de Varsovia, los representantes de 28 sociedades europeas tuvieron su primer choque, a pesar del ambiente positivo general: la Sociedad Matem¨¢tica Francesa tem¨ªa que la EMS pudiera hacer competencia a las sociedades nacionales. Tambi¨¦n hubo un amplio debate sobre la pertinencia o no de que la EMS publicara revistas de investigaci¨®n propias. Este tema, junto con el consecuente de si se deb¨ªa o no contar con una editorial, persisti¨® por varios a?os, y ahora es un hecho.

Los congresos europeos de matem¨¢ticas tambi¨¦n han sido fuente de crisis. Durante el primero, que se celebr¨® en 1992 en Par¨ªs, hubo un gran conflicto dentro de la organizaci¨®n, que por poco acaba con el encuentro. Aparentemente, su promotor, el matem¨¢tico franc¨¦s Max Karoubi, no contaba con el apoyo de la Sociedad Matem¨¢tica Francesa (una discusi¨®n sobre si se limitaba o no el n¨²mero de participantes, pudo ser la causa de este desencuentro). Karoubi fue cesado como presidente del comit¨¦ organizador, aunque debido a sus esfuerzos, se le mantuvo en la organizaci¨®n y se le denomin¨® ¡°fundador¡±. Finalmente se celebr¨® el congreso en la Sorbona, con un enorme ¨¦xito. Esperemos que este congreso se desarrolle con igual acierto. Pese a los acalorados debates que puedan tener lugar durante estos d¨ªas, al final, a todos nos unen las matem¨¢ticas.

Manuel de Le¨®n es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y miembro del ICMAT.