Arruinados, olvidados y trastornados: la maldici¨®n de interpretar a Tarz¨¢n
La ruina persigue a los que se meten en la piel del Rey de los Monos: psiqui¨¢tricos, mala suerte, marginaci¨®n... Uno lleg¨® a casarse con la baronesa Thyssen
Hace casi 100 a?os comenz¨® la saga m¨¢s longeva del cine: las aventuras de Tarz¨¢n han sido narradas nada menos que en 56 pel¨ªculas. El creador del personaje, Edgar Rice Burroughs (Chicago, 1875 ¨C California, 1950), escribi¨® 25 novelas al mismo ritmo que sus adaptaciones cinematogr¨¢ficas arrasaban en la taquilla. A lo largo del ¨²ltimo siglo, Tarz¨¢n se ha mantenido como un s¨ªmbolo y un espejo en el que la sociedad occidental posrevoluci¨®n industrial se ha examinado a s¨ª misma.
Como en los actuales ¨¦xitos de Marvel, el personaje est¨¢ por encima del actor (Spiderman va por su tercer Peter Parker en 15 a?os) y el cuerpo es solo un veh¨ªculo para recrear al h¨¦roe que todo el mundo conoce. Tarz¨¢n ha tenido 21 rostros (y torsos) distintos y la mayor¨ªa tienen algo en com¨²n: el mito devor¨® al hombre. Arruinados, olvidados y trastornados, los actores que conocieron la gloria saltando de liana en liana en taparrabos acabaron lamentando el d¨ªa que aceptaron encarnar al Rey de los Monos.
Johnny Weissmuller: acab¨® emulando el grito de Tarz¨¢n en un psiqui¨¢trico
El Tarz¨¢n m¨¢s famoso de la historia acab¨® en un hospital psiqui¨¢trico, con una de esas vergonzantes batas que dejan ver el trasero, escupiendo a otros pacientes y emulando su grito de Tarz¨¢n por los pasillos. La gran preocupaci¨®n de su cuarta mujer, que le acompa?¨® hasta su muerte, era que nadie le fotograf¨ªa en ese estado de locura. Y lo consigui¨®.
Nacido en 1904 en Ruman¨ªa (cuando todav¨ªa era el Imperio Austro-h¨²ngaro), el nadador Johann Wei?m¨¹ller estaba destinado a la gloria. Los 67 r¨¦cords mundiales que bati¨® a lo largo de su carrera y los 5 oros ol¨ªmpicos le permitieron retirarse en 1929 como el mejor nadador del siglo XX: nunca hab¨ªa sido vencido.
Rebautizado como Johnny Weissmuller firm¨® un contrato de 7 a?os, tal y como reg¨ªan las reglas de Hollywood, que inaugur¨® con Tarz¨¢n de los monos (W.S. Van Dyke, 1932). El ¨¦xito fue tan colosal que La Metro Goldwyn Mayer no le dej¨® interpretar a otro personaje. El ic¨®nico grito de Tarz¨¢n empez¨® siendo una mezcla de tres vocalistas, pero Weissmuller acab¨® siendo capaz de reproducirlo de forma natural (tal y como comprobar¨ªan todos los pacientes del hospital donde pas¨® sus ¨²ltimos d¨ªas) y a d¨ªa de hoy sigue siendo utilizado como el canon.
El af¨¢n del exnadador y estrella por demostrar otras facetas como actor qued¨® frustrado al abandonar la saga de Tarz¨¢n solo para verse atrapado en otra serie sobre un aventurero en la jungla: Jim de la selva. Entre 1948 y 1954 Weissmuller protagoniz¨® 13 pel¨ªculas sobre Jim de la selva, rodadas de dos en dos en estrictos plazos de 20 d¨ªas. Nueve jornadas de rodaje para cada pel¨ªcula (con dos d¨ªas de descanso en medio) que daban lugar a pel¨ªculas baratas casi de videoaficionado. Cuando se retir¨® del cine, Johnny invirti¨® sus ganancias en diversas empresas, como una de construcci¨®n piscinas que le termin¨® arruinado, a lo cual no ayudaron sus tres divorcios en 15 a?os. Retirado en Acapulco, M¨¦xico (donde muri¨®, en 1984, con 79 a?os), Weissmuller sufri¨® en la vida la derrota que no hab¨ªa conocido como nadador.
Elmo Lincoln: fue el primero, fracas¨® y se hizo minero
La llegada del cine sonoro arruin¨® la carrera y la vida de todos esos actores que eran muy expresivos pero no sab¨ªan hablar. El primer Tarz¨¢n mudo del cine (Tarz¨¢n de los monos, Scott Sidney, 1918) fue Elmo Lincoln (Indiana, 1889- Los ?ngeles, EE. UU., 1952), que sufri¨® todo tipo de censura por sus im¨¢genes violentas y por los planos de negros mirando lascivamente a Jane o llev¨¢ndola en brazos. Pero fue un ¨¦xito en taquilla y dio dos secuelas. Lincoln se retir¨® del cine con la llegada del sonido y, tras probar suerte como minero, se propuso volver a trabajar en Hollywood. Pero nadie le estaba esperando y solo consigui¨® papeles como extra. Elmo Lincoln apareci¨® en Tarz¨¢n contra el mundo (1942) y Tarz¨¢n y la fuente m¨¢gica (1949) acreditado como "pe¨®n de circo" y "pescador reparando su red" respectivamente.
Lex Barker: vida de 'playboy', boda con la baronesa Thyssen y suicidios
En Espa?a, Lex Barker (Nueva York, 1919-1973) es m¨¢s famoso por ser el marido que convirti¨® a Tita Cervera en b¨ªgama al casarse con Espartaco Santoni cuando a¨²n no estaba legalmente divorciada de Lex. Pero adem¨¢s de eso fue Tarz¨¢n. Con solo cinco pel¨ªculas, estrenadas entre 1949 y 1953, Barker se convirti¨® en el Tarz¨¢n m¨¢s famoso del siglo junto con Johnny Weissmuller. En cuanto se deshizo del personaje abraz¨® la vida de playboy y encaden¨® un matrimonio con otro. Su tercera mujer fue Lana Turner y la quinta una Miss Espa?a llamada Carmen Cervera que pasar¨ªa a la historia de la vida social y cultural de nuestro pa¨ªs como la baronesa Thyssen. ?Qu¨¦ hace en esta lista de se?ores desdichados? Cada matrimonio acab¨® peor que el anterior.
La hija de Lana Turner le acus¨® de abusos sexuales cuando ella ten¨ªa entre 10 y 13 a?os, lo cual termin¨® con Turner ech¨¢ndole de casa a punta de pistola. Ese mismo a?o Lex se cas¨® con una actriz suiza, Irene Labhardt, que se suicidar¨ªa 5 a?os despu¨¦s. Su ¨²ltima esposa fue Tita Cervera y aunque se divorciaron en 1972 una confusi¨®n administrativa declar¨® el divorcio como no v¨¢lido. Cuando en 1973 Lex Barker se dirig¨ªa a ver a la que iba a ser su sexta esposa, la actriz Karen Kondazian, muri¨® de un infarto y las cenizas fueron enviadas a la que legalmente segu¨ªa siendo su mujer. Tita tir¨® las cenizas al Mediterr¨¢neo desde su chal¨¦ en la localidad gerundense de Sant Feli¨² de Gu¨ªxols. Y adi¨®s Lex.
James Pierce: el Rey de los Monos con m¨¢s mala suerte
El escritor y creador de Tarz¨¢n, Edgar Rice Burroughs, qued¨® tan impresionado con la virilidad de James Pierce (Indiana, 1900- California, 1983) que le convenci¨® para encarnar al h¨¦roe de la jungla. Un a?o m¨¢s tarde, James protagonizaba Tarz¨¢n y el le¨®n dorado (J. P. McGowan, 1927) y se casaba con la hija de Burroughs, Joan. Todo iba sobre ruedas. Solo un dato que luego resultar¨ªa letal: para poder rodar la pel¨ªcula, Pierce tuvo que renunciar a protagonizar Alas (William A. Wellman, 1927). El destino de ambas pel¨ªculas fue radicalmente opuesto: Tarz¨¢n y el l¨¦on dorado desapareci¨® (literal) y el actor se pas¨® toda su vida buscando una copia, que solo apareci¨® tras su muerte; sin embargo, Alas pas¨® a la historia como la primera ganadora del Oscar y convirti¨® en una leyenda al joven actor que sustituy¨® a James Pierce. Un muchacho llamado Gary Cooper. S¨ª, muy mala suerte la de James Pierce.
Frank Merrill: gritaba bien, hablaba mal
El destino puede ser muy s¨¢dico y m¨¢s en Hollywood, donde todo el mundo es reemplazable. Frank Merrill (Nueva Jersey, 1893-1966) fue el primer actor que enton¨® el emblem¨¢tico grito de la victoria de Tarz¨¢n. Lo hizo para doblar al pobre Elmo Lincoln, pero Frank acab¨® corriendo su misma suerte. Tras protagonizar un par de aventuras (Tarzan The Mighty y Tarzan The Tiger, en 1928 y 1929) fue despedido porque, aunque el grito le sal¨ªa imponente, su voz no era adecuada para el cine sonoro.
Jock Mahoney: enferm¨®, perdi¨® 20 kilos y le despidieron
Aunque irrumpi¨® en la saga como el villano de Tarz¨¢n el magn¨ªfico (Robert Day, 1960), su imponente envergadura f¨ªsica le llev¨® a encarnar al h¨¦roe en Tarz¨¢n en la India (1962) y Los tres desaf¨ªos de Tarz¨¢n (1963). Durante el rodaje de esta ¨²ltima en Tailandia, Mahoney contrajo disenter¨ªa y la fiebre del dengue. Debido a su enfermedad Jock perdi¨® 20 kilos y la Metro Goldwyn Mayer rescindi¨® su contrato.
Christopher Lambert: palos de ciego
En los 80 parec¨ªa destinado a ser una estrella. Su encarnaci¨®n de Tarz¨¢n en Greystoke. La leyenda de Tarz¨¢n, rey de los monos (porque no cab¨ªan m¨¢s palabras en el p¨®ster), dirigida por Hugh Hudson en 1984, logr¨® tres nominaciones al Oscar y devolvi¨® al mito a su concepci¨®n original en las novelas de Burroughs: ya no era un ser humano torpe y sin habilidades sociales sino una criatura con asombrosas destrezas y capacidad de aprender.
Los inmortales (Russell Mulcahy, 1986) fue un fen¨®meno de taquilla y Lambert se convirti¨® en uno de esos actores admirados por padres, madres, ni?os y abuelos. Su suerte acab¨® ah¨ª, tras s¨®lo dos a?os de gloria. La carrera de Christopher Lambert se hundi¨® en productos baratos que nunca se estrenaban en cines y su miop¨ªa galopante le oblig¨® a rodar sus pel¨ªculas sin ver pr¨¢cticamente nada, ya que no le dejan rodar con gafas. El resultado han sido multitud de ca¨ªdas y accidentes que han ido mermando su estado f¨ªsico.
Casper Van Dien: 12 a?os en el olvido (y ah¨ª sigue)
Un a?o antes de que Disney trajese al h¨¦roe al siglo XXI en dibujos animados (Tarz¨¢n, de 1999), Tarz¨¢n y la ciudad perdida (Carl Schenkel, 1998) se propuso recuperar el esp¨ªritu de follet¨ªn de aventuras para el domingo por la tarde. Supuestamente era una secuela de Greystoke, sustituyendo a Christopher Lambert por un Tarz¨¢n forjado con batidos de prote¨ªnas. Casper Van Dien (Florida, 1968) hab¨ªa protagonizado Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997) y crey¨® estar por encima de su secuela, la cual rechaz¨® en 2004. Su carrera se fue a pique y en 2008 acept¨® desesperado la tercera parte, Starship Troopers. Armas del futuro, que se estren¨® directamente en dvd. Ese parece ser su terreno, pues lleva 12 a?os sin estrenar nada en cines.
Y el ¨²ltimo, Alexander Skarsgard: de 'True blood' a Tarz¨¢n domesticado
Con esta ristra de actores desgraciados a sus espaldas, s¨®lo un loco aceptar¨ªa engrosar la lista de Tarzanes. Un loco o alguien que tampoco tiene nada mejor que hacer. Este sueco de 39 a?os, Alexander Skarsgard, arras¨® en la serie True blood como el magn¨¦tico y carism¨¢tico vampiro Eric Northman. Pero desde que termin¨® hace dos a?os la serie no ha tenido demasiada suerte. El blockbuster que deb¨ªa convertirle en una estrella gener¨® p¨¦rdidas millonarias: Battleship (Peter Berg, 2012) era una adaptaci¨®n testosteroica del juego de mesa Hundir la flota que nadie entendi¨® del todo.
En la pel¨ªcula que se acaba de estrenar, La leyenda de Tarz¨¢n (David Yates, 2016), el h¨¦roe debe volver a la selva tras varios a?os establecido en la civilizaci¨®n. Se estren¨® en EE. UU. con ¨¦xito moderado, pero se quedar¨¢ lejos de dar beneficios por culpa de un desorbitado presupuesto de 160 millones de euros. Las cr¨ªticas se ha mostrado hastiadas con la pel¨ªcula y especialmente decepcionadas con el trabajo de Skarsgard, que juzgan con cierta sorna. "Por mucho que d¨¦ pu?etazos a simios, se aferre a ?us y se haya pasado meses en el gimnasio, Skarsgard parece demasiado domesticado para ser hombre cuyo coraz¨®n reside en la selva", describe The Guardian. Por su parte, Variety critica que "los efectos visuales son incre¨ªblemente decepcionantes, la pel¨ªcula intenta distraernos de su mala calidad con postales de la sabana africana y planos de los abdominales de Skarsgard. Las criaturas resultan atrozmente digitales y los actores ni siquiera se molestan en mirar en la direcci¨®n correcta".
No parece que Alexander Skarsgard vaya a romper la maldici¨®n del personaje. Aunque quiz¨¢ se libre: al fin y al cabo la campa?a promocional se ha centrado mucho m¨¢s (por primera vez en 100 a?os) en la presencia de su compa?era de aventuras. Jane est¨¢ interpretada por la actriz de moda Margot Robbie (la pareja de Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street). Su presencia y carisma en pantalla son abrumadores, tanto que Margot est¨¢ por encima de cualquier maldici¨®n: ellos se rindieron a un personaje m¨¢s grande que su actor, pero ella pone las reglas.
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