El f¨¢rmaco para evitar infectarse de VIH existe, falta expandirlo
El tratamiento conocido como PrEP solo llega a unas miles de personas. El objetivo es que en 2030 alcance a tres millones de las m¨¢s vulnerables al sida
Hace 16 a?os, la XIII Conferencia Internacional de Sida de Durban supuso un espaldarazo a los modernos tratamientos antirretrovirales (ARV), que permiten que los seropositivos puedan hacer una vida normal. Hoy, en el mismo escenario, los m¨¢ximos responsables de la XXI edici¨®n de este congreso insisten en que esta vez servir¨¢ para expandir y generalizar lo que se conoce como PrEP, la terapia profil¨¢ctica para evitar la transmisi¨®n del VIH a las personas sanas.
La Sociedad Internacional del Sida (IAS, por sus siglas en ingl¨¦s) la considera una de las patas fundamentales para acabar con la epidemia de aqu¨ª a 2030, que es la meta que se ha puesto la comunidad internacional dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La presidenta electa de la IAS, Linda-Gail Bekker, asegura que para esa fecha tres millones de personas deber¨ªan seguir el tratamiento profil¨¢ctico. Se refiere a los colectivos m¨¢s vulnerables a la infecci¨®n (trabajadores sexuales, hombres homosexuales, transexuales, presos, personas que se inyectan drogas), ya que no es un f¨¢rmaco indicado para toda la poblaci¨®n. Hoy en d¨ªa solo lo toman unas decenas de miles de personas pero, una vez m¨¢s, surge el paralelismo con el congreso de Durban del a?o 2000: entonces el tratamiento antirretroviral solo llegaba a 700.000 personas; hoy, a unos 17 millones.
Como suced¨ªa hace tres lustros con los modernos ARV, el PrEP lleva pocos a?os disponible. La Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en ingl¨¦s) aprob¨® la Truvada ¡ªel nombre del f¨¢rmaco que se usa hoy¡ª en 2012, tras los ensayos cl¨ªnicos satisfactorios. La Conferencia de Vancouver de 2015 sirvi¨® para poner encima de la mesa nuevas evidencias a favor de este tratamiento, obtenidas de entre un mayor n¨²mero de poblaci¨®n. En Durban, las pruebas de su efectividad siguen aumentando. Se han presentado varios estudios que vienen a respaldar las ventajas del PrEP en la poblaci¨®n con pr¨¢cticas de riesgo. Uno de ellos muestra que entre parejas serodiscordantes, si el portador de VIH toma ARV y el que no lo es se medica con PrEP, el riesgo de infecci¨®n es virtualmente nulo.
Los estudios tambi¨¦n vienen refutando uno de los temores que exist¨ªan en torno a esta estrategia: el aumento de otras enfermedades de transmisi¨®n sexual. En los experimentos no se han recogido tales incrementos. Seg¨²n Sybil Hosek, del Stroger Hospital del Condado de Cook, no se observa que quienes inician el tratamiento est¨¦n dejando de usar el cond¨®n masivamente: ¡°La mayor¨ªa son personas que ya ten¨ªan problemas con el preservativo, o no lo utilizaban o no lo hac¨ªan siempre¡±. De hecho, las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud con respecto a este f¨¢rmaco lo se?alan como un complemento, no como un sustituto.
Con la evidencia de efectividad y seguridad en los individuos suficientemente contrastada, ahora queda comprobar si es ¨²til para la salud global, es decir, para reducir la transmisi¨®n del virus a escala planetaria. ¡°Es el momento de que pasemos de la prueba a la pr¨¢ctica¡±, afirma Bekker.
El PrEP no se basa solo en tomar una pastilla. Es un programa de prevenci¨®n que requiere sistemas sanitarios competentes y con recursos para implementarlo
Hoy por hoy solo un pu?ado de pa¨ªses ha aprobado el uso del PrEP. El primero fue Estados Unidos, donde, seg¨²n Scott McCallister, de Gilead Sciences (la farmac¨¦utica ha desarrollado Truvada), se ha pasado de menos de 10.000 usuarios en 2012 a 79.000 en 2015. Tambi¨¦n han comenzado ya ha distribuirlo en Canad¨¢, Sud¨¢frica, Australia, Per¨² y Kenia. En la mayor¨ªa de Europa est¨¢ en estudio y previsiblemente su comercializaci¨®n ser¨¢ inminente.
En Francia comenzaron a hacerlo como prueba hace unos meses. Jean-Michel Molina, de la Universidad Diderot de Par¨ªs, ha tra¨ªdo a Durban los datos de lo que va de a?o. Alrededor de un millar de personas est¨¢ bajo tratamiento; de ellas, dos han reportado infecci¨®n de VIH, pero los investigadores est¨¢n casi convencidos de que?ya eran seropositivos cuando comenzaron a tomar PrEP. Esto sucede porque, a pesar de que para comenzar el tratamiento hay que hacerse las pruebas y dar negativo, hay un periodo ventana durante el cual los test tradicionales no pueden detectar el virus. Ser seronegativo es un requisito importante: en primer lugar porque no sirve como tratamiento y, en segundo, para evitar que el virus desarrolle resistencias al f¨¢rmaco.
El perfil del usuario de PrEP en Francia es el de un hombre homosexual (en m¨¢s de un 96% de los casos) franc¨¦s (87%) de entre 30 y 44 a?os. Existen dos formas de tomar la medicaci¨®n: a demanda, es decir, antes de tener relaciones sexuales, de forma irregular, o diariamente. M¨¢s del 65% eligi¨® la primera.
Uno de los retos que explic¨® Molina fue la implementaci¨®n de todo el programa. El PrEP no se basa solo tomarse una p¨ªldora. Es parte de una estrategia de prevenci¨®n de las infecciones que incluye test de VIH, monitoreo de la salud, seguimiento de posibles complicaciones y efectos secundarios, asesoramiento m¨¦dico.
Aqu¨ª est¨¢ la principal dificultad para los pa¨ªses en desarrollo, que por regla general son los que sufren una mayor presencia del virus y, por lo tanto, m¨¢s necesitan este tipo de herramientas. Hacen falta sistemas de salud competentes que en primer lugar determinen cu¨¢l es la poblaci¨®n adecuada para comenzar la medicaci¨®n y despu¨¦s realicen un seguimiento adecuado. Este es incluso un reto mayor que el precio del medicamento, que aunque puede ascender a cientos de euros, depender¨¢ de los acuerdos que la farmac¨¦utica alcance con cada pa¨ªs y, cu¨¢nto decidan estos cargar al usuario final.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.