Las enfermedades viajaron por la Ruta de la Seda
Hallan par¨¢sitos intestinales en las letrinas de una posada para mercaderes de hace 2.000 a?os
Mil a?os antes de Marco Polo, la Ruta de la Seda era la principal conexi¨®n comercial entre el este y el oeste de Eurasia. Ya entonces exist¨ªan posadas que jalonaban la ruta que llevaba seda y otros productos del este y sur de Asia hasta Grecia y Roma, pasando por medio mundo conocido. En una de esas posadas se han encontrado restos biol¨®gicos humanos con par¨¢sitos intestinales originarios de regiones muy lejanas. Esto confirmar¨ªa a la Ruta de la Seda como el gran vector para el viaje tambi¨¦n de enfermedades entre oriente y occidente.
A lo largo de m¨¢s de 6.000 kil¨®metros, la ruta de la seda conectaba zonas de producci¨®n y mercados. Desde el este de Asia, atravesaba Asia central, bajando hasta el sur por Samarkanda, tomando el Camino Real Persa hasta llegar a los puertos de lo que hoy son el L¨ªbano y Turqu¨ªa. Y, desde ah¨ª a toda Europa. Durante la dinast¨ªa Han (2.200 a?os antes del presente), la porci¨®n china de la ruta ya contaba con postas en las que los viajeros y comerciantes pod¨ªan descansar y los correos y funcionarios del imperio cambiar de caballos.
Investigadores chinos y brit¨¢nicos han encontrado en una de estas paradas heces humanas con m¨¢s de 2.000 a?os de antig¨¹edad. La posada, levantada hace 2.200 a?os y que funcion¨® durante 400, contaba con su propia letrina. La pr¨¢ctica higi¨¦nica china era algo diferente de la occidental. Tanto en Roma como en China usaban palitos higi¨¦nicos, pero en la primera los culminaban con una especie de esponja y en la segunda usaban tela envolviendo el palo.
Entre los restos de la parada de Xuanquanzhi (en la actual provincia de Gansu, al noroeste de China) los arque¨®logos encontraron hasta siete de estos palitos higi¨¦nicos con heces humanas, cuentan en la revista cient¨ªfica Journal of Archaeological Science: Reports. Tras analizarlos, encontraron huevos de tres par¨¢sitos intestinales: una especie de tenia, probablemente la Taenia asiatica, Ascaris lumbricoides, las conocidas como lombrices, y Trichuris trichiura o tricoc¨¦falo. Los tres gusanos ten¨ªan entonces una distribuci¨®n generalizada en Eurasia, por lo que pueden dar pocas pistas sobre el trasiego de enfermedades por la Ruta de la Seda.
Varios palillos higi¨¦nicos conservan restos biol¨®gicos humanos con huevos de par¨¢sitos
Pero los investigadores encontraron tambi¨¦n otro par¨¢sito mucho menos frecuente y, sobre todo, con una distribuci¨®n geogr¨¢fica mucho menor: la duela hep¨¢tica china (Clonorchis sinensis). Este bicho, perteneciente a los platelmintos, tiene una forma alargada y parasita el h¨ªgado humano, en concreto los conductos biliares y la ves¨ªcula biliar, aliment¨¢ndose de bilis. Antes de llegar hasta ah¨ª, en su ciclo biol¨®gico pasa por otros dos hu¨¦spedes, un caracol de agua y peces. Sus larvas pasan a los humanos al comerlos poco cocinados.
"Encontrar huevos de duela hep¨¢tica china en esta letrina es importante porque este gusano par¨¢sito solo se encuentra hoy en el este y sur de China y en Corea. Necesita de un entorno pantanoso h¨²medo para completar su ciclo vital e infecta a los humanos que comen peces de agua dulce crudos", dice el investigador del departamento de arqueolog¨ªa y antropolog¨ªa de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y coautor del descubrimiento, Piers Mitchell.
Este gusano es el responsable de la clonorquiasis, una de las tres mayores enfermedades parasitarias. Suele provocar dolor abdominal, diarrea, ictericia y, en algunos casos, c¨¢ncer hep¨¢tico. Su rango geogr¨¢fico, como dice Mitchell, es muy limitado. Seg¨²n las autoridades sanitarias chinas, la mayor¨ªa de las personas infectadas con la duela hep¨¢tica china viven en la provincia de Guangdong, al sur de China. Y eso est¨¢ muy lejos de la parada de Xuanquanzhi.
"La letrina est¨¢ localizada en un lugar del noroeste de China, en una regi¨®n que es muy seca y no muy lejos del desierto de Taklamakan. As¨ª es como sabemos que un viajero infectado con la duela hep¨¢tica china tuvo que viajar al menos 1.500 kil¨®metros a lo largo de la Ruta de la Seda", comenta Mitchell. "Se trata del caso m¨¢s antiguo de transferencia de organismos infecciosos por la Ruta de la Seda y tambi¨¦n el ¨²nico ejemplo de este tipo de pruebas encontrado en un yacimiento arqueol¨®gico de la propia ruta", a?ade este paleopat¨®logo que estudia los par¨¢sitos, y enfermedades del pasado para conocer mejor aquellas civilizaciones.
La Ruta de la Seda, que permiti¨® el intercambio cultural entre oriente y occidente tanto como el comercial y econ¨®mico, ha sido se?alada por algunos investigadores como un vector clave en la circulaci¨®n tambi¨¦n de enfermedades infecciosas. Las sucesivas epidemias de peste podr¨ªan haber llegado a Europa desde Asia usando estas rutas comerciales. Otros ejemplos investigados son la lepra o el ¨¢ntrax.
El problema es que esta conexi¨®n solo se basa en la filogenia o parentesco entre muestras antiguas encontradas en Europa y variedades actuales asi¨¢ticas de los pat¨®genos. El caso de estos huevos de la posada de Xuanquanzhi ser¨ªa la primera prueba arqueol¨®gica hallada en pleno coraz¨®n de Asia de que muchas enfermedades vinieron del este. Mitchell no sabe casos del viaje inverso, de enfermedades que fueran de Europa hasta China con viajeros como Marco Polo pero, reconoce, "que en teor¨ªa es m¨¢s que posible".
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