?Bajan los muertos en carretera por los controles de la DGT o depende de la prudencia de los conductores?

Estos son los comentarios m¨¢s destacados hasta ahora:

Me preocupa mucho m¨¢s la tendencia pol¨ªtica a hacer enormes y desproporcionadas inversiones en aeropuertos y l¨ªneas de AVE por encima de las carreteras. Se dir¨ªa que se pretende beneficiar al ciudadano de mayor nivel econ¨®mico que puede permitirse viajar muy r¨¢pido y c¨®modo y alquilar un veh¨ªculo en su destino, por encima de aquellos ciudadanos menos afortunados que vemos los aeropuertos y estaciones de AVE en los informativos, y viajamos en utilitarios por la triste meseta.

Octavi S¨¢nchez

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La siniestralidad en la carretera depende de demasiados factores: meteorolog¨ªa, visibilidad, trazado de la carretera, estado del pavimento, densidad de circulaci¨®n, se?alizaciones, estado del coche, estado f¨ªsico y ps¨ªquico del conductor, su capacidad de reacci¨®n etc.

En aeron¨¢utica, el dise?o del los aviones se hace con la condici¨®n de que dependiendo de las consecuencias, si es una situaci¨®n peligrosa la probabilidad de fallo del sistema sea 1 entre 10 millones, y si el fallo es catastr¨®fico sea 1 entre 1000 millones. En cualquier caso, a pesar de todos los criterios de dise?o, se producen accidentes de aviaci¨®n. El desplazamiento en autom¨®vil de millones de personas, en millones de veh¨ªculos, haciendo cientos de kil¨®metros cada d¨ªa hace que la probabilidad de unas condiciones adversas sea "enorme" en comparaci¨®n con los criterios aeron¨¢uticos. Solo la disminuci¨®n del factor humano puede hacer disminuir sustancialmente el n¨²mero. La automatizaci¨®n de los veh¨ªculos para circular sin conductor y su falta de disponibilidad en condiciones de fallo, y las ayudas a trav¨¦s de instalaciones fijas y m¨®viles (GPS) pueden llegar a disminuir sustancialmente dichos accidentes. Camino de ellos vamos.

Jos¨¦ Antonio Ruiz Gamborena

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Las sanciones deber¨ªan endurecerse. Adem¨¢s, creo que se podr¨ªa establecer alg¨²n tipo de recompensa por no haber sido amonestado o tener todos los puntos. Por ejemplo, un descuento en la compra del nuevo vech¨ªculo, lo cu¨¢l ayudar¨ªa, como antes hizo el plan PIVE, para renovar el parque automovil¨ªsico y reactivar el consumo.

Javier Rodr¨ªguez P¨¦rez

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Las claves, sin duda, son: educaci¨®n vial, el estado de las carreteras y la modernizaci¨®n de las v¨ªas (dos tercios de los accidentes mortales se producen en v¨ªas convencionales y solo cerca del 20% en autopistas), la edad del parque automovil¨ªstico (el mayor porcentaje de accidentes mortales ocurre en veh¨ªculos de m¨¢s de 10 a?os de antig¨¹edad), la confianza y transparencia de las instituciones (es decir, que las autoridades definan y apliquen normas con car¨¢cter preventivo y no con un evidente af¨¢n recaudatorio) y, como siempre, como en cualquier empresa, un buen equipo de gesti¨®n por parte de la DGT. Sin embargo, me gustar¨ªa dar un paso m¨¢s: habr¨ªa que limitar la velocidad m¨¢xima de los veh¨ªculos a 140 kil¨®metros por hora. La velocidad duplica el n¨²mero de fallecidos cada 100 accidentes. Resolvamos el problema en origen.

Juan Carlos Delrieu

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El mantenimiento es casi nulo. En v¨ªas de alta capacidad, tipo autov¨ªas, es un riesgo. Pero en la red secundaria todav¨ªa es peor. E incluso hay zonas, como en la que vivo, donde oficialmente no existen carreteras; es la zona de Gimenells, a escasos 25 kil¨®metros de Lleida, donde hay unos 70 kil¨®metros de caminos asfaltados que son responsabilidad de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, quienes, al no tener entre sus atribuciones el mantenerlas y no tener asignado presupuesto para ello, acumulan d¨¦cadas de abandono.

David Tom¨¢s

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La velocidad es un factor m¨¢s, pero no lo m¨¢s importante. He conducido en otros pa¨ªses y van m¨¢s r¨¢pido porque tienen carriles m¨¢s anchos, carreteras secundarias cuyo firme mojado no refleja la luz de otros coches etc. S¨ª creo que el m¨®vil ha conseguido entretenernos al volante. La mayor¨ªa lo coge mientras conduce. Por fin, otro de los puntos que ha pasado m¨¢s desapercibido es que julio este a?o ha tenido cinco fines de semana: el 1 cay¨® en viernes y el 31 en domingo, ambas fechas clave en desplazamientos.
Rafa¨¦l G¨¢lvez Perea

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Ya que no se puede incidir sobre la irresponsabilidad e imprudencia de muchos conductores, por lo menos hagamos algo sobre lo material, sobre lo que s¨ª se puede modificar f¨¢cilmente: por favor, aumenten el tama?o de letra de las se?ales que indican un desv¨ªo. Son diminutas. O tiene muy claro su camino o inducen al titubeo y la confusi¨®n, y pueden producir accidentes.

J. Mart¨ªnez

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He conducido por m¨²ltiples pa¨ªses y hay un aspecto que siempre me ha llamado la atenci¨®n. Y es que en muchos de ellos la presencia policial es pr¨¢cticamente inexistente y el ¨ªndice de siniestralidad es inferior al nuestro. Lo que me hace pensar que no existe una relaci¨®n inversamente proporcional entre la vigilancia -tal y como la tenemos concebida en nuestro pa¨ªs- y el n¨²mero de accidentes. Si la intenci¨®n fuera meramente preventiva -y no recaudatoria-, no ser¨ªa necesario que hubiera radares camuflados o escondidos en las cunetas, pues precisamente hacerse m¨¢s visibles ser¨ªa su gran triunfo y su ¨²nico objetivo. La soluci¨®n no pasa tanto por la cartera de los conductores, como por las medidas efectivas f¨ªsicas de seguridad vial y la sensatez de las personas al volante.

Luis Alberto Rodr¨ªguez Arroyo

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La siniestralidad en las carreteras espa?olas tiene una ra¨ªz com¨²n que crece en cuatro grandes ramas llamadas: educaci¨®n, DGT, fomento y fabricantes.

La primera es la falta de educaci¨®n c¨ªvica y compromiso con el resto de las personas, a pie o dentro de cualquier veh¨ªculo. Trasladar tus prisas, preocupaciones o vicios a la carretera, es un camino abocado al accidente o al homicidio por imprudencia. La segunda es la DGT. Su val¨ªa debe fundamentarse en la prevenci¨®n en lugar de la sanci¨®n. No siempre se encargan de regular el tr¨¢fico correctamente y la organizaci¨®n es muy lenta a la hora de habilitar los carriles adicionales y eso que las fechas de masivos desplazamientos llevan siendo las mismas muchas d¨¦cadas. Adem¨¢s, basan su esquema recaudatorio s¨®lo en el exceso de velocidad aunque si revisaran los humos y la carga de los veh¨ªculos, inmovilizar¨ªan a centenares cada hora. Tampoco ayuda el sistema de puntos y las opacas adjudicaciones para la recuperaci¨®n de un carn¨¦ a cambio de comisiones o favores. La tercera es el Ministerio de Fomento y las comunidades, que s¨®lo invierten en el mantenimiento y creaci¨®n de carreteras cuando una mano amiga les entrega suculentas comisiones. La cuarta es el reclamo publicitario de todos los fabricantes, ligando el ¨¦xito de su veh¨ªculo a la potencia y velocidad en cualquier gama y tama?o. Esa mentalidad arcaica impulsada por las agencias de publicidad, cree convertirnos en mejores personas o tener un mejor status, olvidando que un coche, moto, furgoneta o cami¨®n es un producto para servirnos, no al rev¨¦s.

Fernando Pajuelo

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La soluci¨®n es sencilla: volviendo a poner al frente de la DGT al mejor, que no es otro que Pere Navarro. Ah¨ª est¨¢n las cifras para el que las quiera ver. Al Partido Popular le import¨® poco la meritocracia y lo despidi¨®, sabiendo que ¨¦l y nada m¨¢s que ¨¦l fue el responsable de la bajada sostenida de la mortalidad en carretera, gracias a su eficacia y buen hacer.

Francisco Romero

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Gran parte de los "accidentes" no son tales sino el resultado l¨®gico de una determinada actitud al volante. Hay muchas formas de demostrar la mala educaci¨®n y la falta de respeto, siendo el exceso de velocidad una de las conductas m¨¢s peligrosas. Bastar¨ªa con inmovilizar y confiscar in situ los veh¨ªculos que cometen las faltas m¨¢s graves para que muchos no se la jugaran sabiendo que a lo mejor tienen que terminar su viaje cogiendo un taxi. Del mismo modo que es impensable que a un francotirador se le ponga una multa pero se le deje continuar con su arma de fuego, no s¨¦ por qu¨¦ quien es detenido con su veh¨ªculo en un control circulando a 200 km/h. puede seguir conduciendo despu¨¦s tranquilamente. Supongo que habr¨ªa que cambiar alg¨²n art¨ªculo de c¨®digo penal, cientos de vidas humanas al a?o bien lo merecen.

Francho Beltr¨¢n Audera

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Quienes llevamos m¨¢s de tres d¨¦cadas conduciendo, sabemos que un alto porcentaje de conductores est¨¢n mucho m¨¢s concienciados en respetar las normas viarias. Pero aunque te propongas no tomar nada de alcohol, no rebasar la velocidad m¨¢xima permitida y cumplir el resto de normas, no estamos libres de vernos implicados en un accidente o en ser sancionados por alguna de las "trampas" que la DGT instala en nuestras carreteras. Sabemos del presunto rescate de autopistas sin apenas tr¨¢nsito por parte del Gobierno del Partido Popular; mientras tanto, el mantenimiento del resto de autov¨ªas deja bastante que desear. A¨²n as¨ª, debido a la juventud de nuestra red de autov¨ªas, el deterioro no es notable. Desgraciadamente, entramos en una fase decadente en el mantenimiento que, si no se pone remedio, ser¨¢ un factor a?adido en el n¨²mero de siniestros. Los conductores, salvo alg¨²n "descerebrado" que haberlos, haylos; desde mi punto de vista, conducen m¨¢s despacio y usan las carreteras como un medio para compartir y respetar a tus "compa?eros de viaje". Baste retroceder a?os atr¨¢s, cuando se pensaba que la carretera era un circuito para competir.

Jos¨¦ Solano