La artesan¨ªa de la alta costura
UNA NOCHE de diciembre, estudios Cinecitt¨¤. En un hangar, una pasarela que en realidad es un laberinto de calles de Par¨ªs, boca de metro incluida. Alrededor, 800 espectadores desplazados al efecto, entre prensa, clientes e invitadas ilustres (Carolina de M¨®naco, las actrices Kristen Stewart y Rooney Mara). ¡°?Es una invasi¨®n de moda!¡±, r¨ªe Bruno Pavlovsky, el presidente de moda de Chanel, entre las bambalinas de su propia superproducci¨®n. Sin embargo, por dif¨ªcil que parezca, en el desfile Paris in Rome de la maison francesa, duod¨¦cima entrega de sus colecciones M¨¦tiers d¡¯Art (oficios de arte, en franc¨¦s), lo ¨²nico importante es fijarse en los detalles: la franja de lentejuelas que recorre el frontal de una falda l¨¢piz, los apliques de pedrer¨ªa sobre una capa de cachemir o un bajo de plumas que se mueven con coqueter¨ªa al caminar.
En un clima de crisis en el que el lujo carece de grandes perspectivas de crecimiento, y que tampoco invita a la ostentaci¨®n, las colecciones M¨¦tiers d¡¯Art son el veh¨ªculo que Chanel utiliza para exhibir las capacidades de los talleres que ha ido adquiriendo durante a?os, y que convierten esos detalles en espacio para el virtuosismo. Se trata de 13 peque?as empresas englobadas por la compa?¨ªa subsidiaria Paraffection, localizadas en su mayor parte en un complejo a las afueras de Par¨ªs. ¡°Chanel compr¨® Lesage en 2002, pero esto no ha cambiado nuestra forma de trabajar¡±, explica Jean-Fran?ois Lesage, hijo del fundador de la casa de bordados que lleva su apellido. ¡°Es verdad que produce ocho colecciones anuales y eso representa mucha actividad para nosotros, pero seguimos trabajando con otras casas de costura¡±.
pulsa en la fotoUna artesana de Lesage selecciona hilos para un tejido de tweed.Federico Reparaz
El proyecto M¨¦tiers d¡¯Art subraya la implicaci¨®n de la firma con unos oficios cuya desaparici¨®n no solo significar¨ªa su propio final, sino el de ese reducto casi m¨¢gico que es la confecci¨®n de calidad. Ya el padre de Lesage, Fran?ois, describ¨ªa su profesi¨®n con pasi¨®n m¨¢s all¨¢ de la simple t¨¦cnica: ¡°El bordado es a la costura lo que los fuegos artificiales al d¨ªa de la Bastilla¡±.
Lesage es el nombre m¨¢s c¨¦lebre dentro del paraguas Paraffection. En la profesi¨®n desde 1924, cuando Albert y Marie-Louise Lesage adquirieron el taller de bordado Michonet, en su archivo se conservan m¨¢s de 70.000 muestras, herencia de sus colaboraciones con grandes como Yves Saint Laurent, Balenciaga o Givenchy. Particularmente valioso es el legado que dej¨® su trabajo con Elsa Schiaparelli, gran rival de Coco Chanel en los a?os treinta, rico en motivos surrealistas.
Pero no fue el de Lesage, sino el del bisutero Desrues, el primer taller que Chanel compr¨®, en 1985. Once a?os despu¨¦s lleg¨® el turno de Lemari¨¦, plumajero y florista, y luego, los del sombrerero Maison Michel, Massaro (el zapatero que fabrica los salones beis con puntera negra desde que Chanel los dise?ase en 1957) o el antiqu¨ªsimo guantero Causse.
Karl lagerfeld: ¡°es artesan¨ªa en el mejor sentido de la palabra porque hay arte: el arte de hacer las cosas bien¡±.
En octubre de 2012, cuando se hizo p¨²blica la noticia del cierre de Barrie, un productor escoc¨¦s de cachemir con el que Chanel llevaba un cuarto de siglo colaborando, la maison intervino y compr¨® la empresa. En diciembre, una festiva caravana de la moda con el logo de la ce entrelazada aterrizaba en el castillo de Linlithgow, cerca de Edimburgo, con una colecci¨®n llena de tartanes, gui?os a Mar¨ªa Estuardo y, por supuesto, toneladas de cachemir. El espect¨¢culo no celebraba la conservaci¨®n de los 176 puestos de trabajo que genera Barrie, sino parte del legado de Chanel: la fundadora pas¨® mucho tiempo en las Highlands con el duque de Westminster, su amante a finales de los a?os treinta, y a trav¨¦s de ¨¦l descubri¨® el tweed y los jers¨¦is de cenefas que hoy siguen poblando sus tiendas.
La historia de mademoiselle Chanel no solo inspira la est¨¦tica de la casa que fund¨®. La dise?adora, de or¨ªgenes modestos, destron¨® a los modistos de principios de siglo que, como Paul Poiret, impon¨ªan inc¨®modas fantas¨ªas para las mujeres. Relaj¨® la silueta y simplific¨® los patrones; se cort¨® el pelo, invent¨® su propia historia y, cuando muri¨®, en 1971, hab¨ªa alcanzado un nivel de ¨¦xito casi inaudito para una mujer sola. Si Chanel, la creadora, retrat¨® su ¨¦poca, Chanel, la empresa, es pionera en todo lo que hoy identifica a una casa de lujo: la salvaguarda de la creatividad y el savoir faire, la responsabilidad social corporativa y, naturalmente, la necesidad de ofrecer espect¨¢culo en la sociedad de Internet. Las colecciones M¨¦tiers d¡¯Art, que desde 2002 invaden anualmente una ciudad del mundo a bombo y platillo, re¨²nen todo lo anterior. ¡°Es artesan¨ªa en el mejor sentido de la palabra, porque en la artesan¨ªa hay arte¡±, dice Karl Lagerfeld, su dise?ador. ¡°El arte de hacer las cosas bien¡±.
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