Misi¨®n: nacer ni?a en India
Se estima que hubo cuatro millones de abortos selectivos de fetos femeninos en la ¨²ltima d¨¦cada en India. Expertos hablan de 'genocidio organizado' por el uso de t¨¦cnicas ilegales para determinar el sexo
Si naciese ni?a, se llamar¨ªa Priya o Anjali; hab¨ªan dicho sus padres d¨ªas antes. Apenas hace 24 horas del milagro y sus fr¨¢giles dedos de hojas de s¨¢ndalo agarran con vigor el coraz¨®n de su padre. A ciegas, pero con la vitalidad de sus cuatro portentosos kilos y sus 47 incre¨ªbles cent¨ªmetros de existencia. Lo prodigioso del alumbramiento de esta beb¨¦ todav¨ªa sin nombre no s¨®lo es que respire el aire plagado de microbios. Ni que el embri¨®n sobreviviese antes al vertiginoso viaje celular hasta ser feto. Tan siquiera sorprende que lo que fue un huevo m¨¢s peque?o que una alubia culminase la peligrosa migraci¨®n al ¨²tero hace nueve meses. Lo extraordinario del nacimiento de esta beb¨¦ es que se haya producido a¨²n siendo condenada desde su gestaci¨®n. A pesar de ser una ni?a nacida en India; donde ¡ªseg¨²n una investigaci¨®n publicada en la revista m¨¦dica The Lancet¡ª cada a?o medio mill¨®n de fetos femeninos desaparecen antes de sujetar el coraz¨®n, ¨ªndice o pulgar de sus padres.
Igualmente ins¨®litas fueron las palabras de Vishal Ashok Mulay horas antes del parto. ¡°Seremos muy felices si tenemos una hija porque s¨®lo hay chicos en nuestra familia. M¨¦dicos como Ganesh ayudan a cambiar la mentalidad de nuestra sociedad¡±, hab¨ªa dicho el padre, de 26 a?os, en referencia al pediatra que ayud¨® a dar a luz a su beb¨¦. Desde 2012, Ganesh Rakh ha tra¨ªdo a m¨¢s de medio millar de ni?as al mundo gratuitamente. En vez de cobrar hasta 870 euros, como en un hospital privado, o 130 euros, como en uno p¨²blico; la peque?a cl¨ªnica del doctor Rakh no ingresa dinero alguno por dar a luz a las hijas de sus pacientes. De esta forma, las familias que acuden a este centro privado de la ciudad de Pune ¨Cen el estado de Maharashtra¨C no tienen que costear el tratamiento durante y despu¨¦s del embarazo; una m¨¢s de las cargas econ¨®micas que conlleva ser mujer en India.
¡°Antes, nuestras pacientes s¨®lo quer¨ªan tener hijos. Muchas acuden a los babas (curanderos) en busca de pociones con las que s¨®lo concebir ni?os. Incluso doctores profesionales recetan falsos tratamientos de ese tipo¡±, cuenta Rakh. Su campa?a Save the Baby Girl (salvar a las ni?as beb¨¦) no s¨®lo ayuda a alumbrarlas sin costes en Pune gracias a los ingresos obtenidos con los nacimientos de varones, sino que tambi¨¦n asesora a familias y embarazadas sobre las pr¨¢cticas y tradiciones que discriminan a la mujer. ¡°Estamos en contra de la dote matrimonial, incluidos los regalos hechos por la familia de la novia durante la boda. Porque ah¨ª est¨¢ la ra¨ªz del problema en todas las culturas indias¡±, explica. Lo que fue una modesta iniciativa a nivel local se ha transformado en una ambiciosa misi¨®n nacional con el objetivo de sensibilizar a la poblaci¨®n. Desde el 24 de Agosto y hasta comienzos de 2017, la campa?a recorrer¨¢ todos y cada uno de los estados del pa¨ªs para concienciar sobre una vileza enquistada en India: el feticidio femenino.
Un lento y silencioso genocidio m¨¦dico
La dote matrimonial fue abolida en India en 1961, pero su pr¨¢ctica sigue ocurriendo en todos los estados. Bien en la forma m¨¢s arcaica, o mediante abusivos regalos de boda de la familia de la novia. Estas y otras tradiciones similares de una sociedad marcadamente patriarcal perpet¨²an la discriminaci¨®n de la mujer; que es vista como una carga econ¨®mica y social para las familias. La consecuencia ¨²ltima de estas costumbres son los abortos selectivos de fetos femeninos. Los n¨²meros hablan por s¨ª solos de una lacra masiva y silenciosa. El ¨²ltimo censo, de 2011, muestra un ratio artificialmente desequilibrado: 940 mujeres por cada 1.000 hombres. Los datos concernientes a los menores de seis a?os en el estado de Maharashtra son m¨¢s preocupantes. En 1991, la proporci¨®n era de 946 chicas por cada mil chicos, pero ha descendido a 883 ni?as. Un reciente estudio de la revista m¨¦dica The Lancet estim¨® que 12 millones de fetos femeninos hab¨ªan sido v¨ªctimas de abortos selectivos en India en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.
Muchas acuden a los curanderos en busca de pociones con las que s¨®lo concebir ni?os Ganesh Rakh, m¨¦dico
¡°El censo recoge 26 millones de nacimientos anuales. La mitad deber¨ªan ser ni?as. Pero la realidad es que perdemos al 5% de nuestras hijas¡±, explica Varsha Deshpande, abogada defensora de los derechos de la mujer en Mumbai. S¨®lo en esta ciudad, los abortos registrados se han duplicado en cinco a?os. Sin embargo, el problema no es el n¨²mero oficial., sino la mala praxis de los m¨¦dicos que registran interrupciones de embarazos como masculinos cuando son de ni?as, o los abortos no registrados. ¡°Ni abortar ni la determinaci¨®n del sexo del feto son delitos en India. Pero la revelaci¨®n del sexo s¨ª lo es. Ese es el origen de la eliminaci¨®n de fetos femeninos¡±, argumenta Deshpande, miembro de la Comisi¨®n Nacional para la Supervisi¨®n de la Ley de T¨¦cnicas y Diagn¨®sticos Prenatales (PCPNDT Act, en ingl¨¦s); que castiga los ex¨¢menes de determinaci¨®n del sexo de los fetos mediante sonograf¨ªas y otras t¨¦cnicas, as¨ª como el aborto selectivo. Deshpande organiza operaciones se?uelo en cl¨ªnicas que ofrecen estos servicios ilegales y ha presentado casos contra medio centenar de doctores acusados de quebrantar la ley.
La PCPNDT fue aprobada hace dos d¨¦cadas, pero ni siquiera la mitad de los estados indios han registrado juicios por el incumplimiento de la misma pese a que la desproporci¨®n de ni?as respecto a ni?os es clamorosa en casi todo el pa¨ªs. De hecho, la ley no se ejecuta en Bihar o Uttar Pradesh; dos de los estados m¨¢s grandes del pa¨ªs, donde la pr¨¢ctica de la dote est¨¢ muy extendida y donde s¨®lo una de cada tres ni?as concebidas acaban por nacer.
Por su parte, Maharashtra se ha convertido en adalid de la cruzada contra el feticidio femenino. El mayor cumplimento de la PCPNDT en este estado, moviliz¨® a 450 radi¨®logos en contra de la norma el pasado junio. Diversas asociaciones m¨¦dicas nacionales la critican por injusta y solicitan su revisi¨®n. Pero sus defensores sostienen que las quejas de los colectivos de la salud son una muestra de que algunos profesionales act¨²an ilegalmente. ¡°La ley lleva vigente en Maharashtra desde 1988 y en India desde 1994, pero s¨®lo ahora exigen su enmienda. ?Por qu¨¦? Porque antes se saltaban la ley, cuando ahora muchos son enjuiciados gracias a nuestras operaciones¡±, razona Deshpande, tambi¨¦n miembro de la comisi¨®n encargada de revisar la ley. ¡°Estos organismos no quieren salvar a las hijas de India, sino a sus colegas los doctores. No estamos en el comit¨¦ para cambiar la ley, sino para protegerla. Es la mejor norma que hemos tenido para prevenir una forma abyecta de violencia. La ley no se cambiar¨¢¡±.
A pesar de que las cifras de los abortos selectivos describen una aberraci¨®n de dimensiones abominables, Varsha Deshpande insiste en no usar el t¨¦rmino feticidio femenino. Seg¨²n la experta, esto presupone el asesinato de un ser viviente, mientras que los fetos s¨®lo se pueden abortar; reiterando que su misi¨®n no tiene que ver con los colectivos pro-vida: ¡°El feticidio femenino tambi¨¦n implica la responsabilidad de las embarazadas y no es cierto. Nuestro objetivo legal no son las cientos de miles de mujeres indias, sino los profesionales m¨¦dicos, delincuentes de cuello blanco. Las embarazadas son nuestros iconos y las embajadoras de nuestra lucha contra el mal uso de la tecnolog¨ªa [sonograf¨ªas y otras t¨¦cnicas] y los doctores que violan la ley¡±.
la Ley de T¨¦cnicas y Diagn¨®sticos Prenatales castiga los ex¨¢menes de determinaci¨®n del sexo de los fetos mediante sonograf¨ªas y otras t¨¦cnicas, as¨ª como el aborto selectivo
Siguiendo este principio, Deshpande y otros colectivos de mujeres firmaron un manifiesto conjunto en contra de las declaraciones de sindicatos m¨¦dicos y la propia Ministra de Desarrollo de la Mujer y la Infancia, Maneka S. Gandhi; quienes afirmaban que la ley ten¨ªa mecanismos para identificar a familias y doctores que consienten la revelaci¨®n del sexo de los beb¨¦s. ¡°No creemos en la vigilancia del embarazo de una mujer. Mi obligaci¨®n es regular el uso de la tecnolog¨ªa. Supervisar la vida privada de alguien es violar los derechos humanos¡±, zanja la abogada quien alega que tales propuestas restringen el libre acceso a servicios seguros y legales de interrupci¨®n del embarazo.
La vigilancia y persecuci¨®n de las embarazadas y sus familias fuerza a las encintas a acudir a curanderos y profesionales que les inducen abortos ilegales que ponen en riesgo sus vidas. ¡°En los estados en los que la ley no se cumple, los tratamientos son baratos, 700 rupias (9,4 euros). Pero el pack de determinaci¨®n del sexo m¨¢s aborto se ha encarecido en Maharasthra, donde los doctores cobran hasta 70.000 rupias (940 euros) por considerar que toman m¨¢s riesgos al estar m¨¢s vigilados¡±, explica el doctor Sabu Matthew George, quien lleva d¨¦cadas investigando acerca de los abortos selectivos. El experto se?ala, adem¨¢s, que aunque el n¨²mero de embarazos interrumpidos se hayan podido reducir en los estados que persiguen a los m¨¦dicos delincuentes, ¨¦stos no han dejado de ganar grandes sumas de dinero ya que ahora cobran por un s¨®lo aborto lo que antes ganaban despu¨¦s de realizar decenas de ellos.
Tambi¨¦n ex miembro del Comit¨¦ Nacional para la Inspecci¨®n y Supervisi¨®n de la ley PCPNDT, George describe la situaci¨®n actual como un genocidio organizado que no s¨®lo beneficia a profesionales m¨¦dicos, sino a grandes empresas multinacionales tambi¨¦n. ¡°Nos enfrentamos a cr¨ªmenes m¨¦dicos organizados, en los que compa?¨ªas como Google o Microsoft violan nuestras leyes s¨®lo por hacer dinero mientras contribuyen al genocidio. La ley condena taxativamente los anuncios de tecnolog¨ªas modernas para la determinaci¨®n del sexo de los fetos, pero estas empresas se creen en el derecho de publicitar lo que sea en cualquier sitio de la red¡±, clama en referencia a la acusaci¨®n por parte del Tribunal Supremo indio a compa?¨ªas como Google, Yahoo o Microsoft por la promoci¨®n online de t¨¦cnicas de selecci¨®n del sexo consideradas ilegales bajo la legislaci¨®n india.
Pese a los avances conseguidos por la ley en Maharashtra y otros estados, los expertos prev¨¦n que la proporci¨®n nacional de chicas respecto a chicos continuar¨¢ disminuyendo en futuros censos. Sabu M. George reconoce los esfuerzos de Rakh y su campa?a Salvar a las ni?as beb¨¦, que ha conseguido el respaldo de otros 10.000 pediatras de todo el pa¨ªs, as¨ª como de medios de comunicaci¨®n o celebridades. Pero piensa que el apoyo verbal no es suficiente y que los m¨¦dicos deber¨ªan denunciar a sus compa?eros de profesi¨®n ante el Tribunal de ?tica M¨¦dica por un genocidio contra la mitad de la poblaci¨®n del pa¨ªs.
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