H¨¦roes

En honor a mi t¨ªa Pepa hablar¨¦ de una secuencia cinematogr¨¢fica que cualquiera ha visto en alg¨²n momento de su vida y que nos pone verdaderamente enfermas.

El h¨¦roe de la pel¨ªcula, chamuscado y con magulladuras sexys en los p¨®mulos ¡ªlos malos se cuidan de no dejarle la nariz como un botijo o saltarle los incisivos¡ª, empuja a una mujer aterrada y a su hijito rubio de pelo ensortijado por un edificio en llamas lleno de terroristas y esp¨ªritus.

Cuando llegan a la habitaci¨®n sin salida, o al inesperado pasillo que acaba en verja ¡ªqu¨¦ os pasa, arquitectos¡ª, el h¨¦roe siente que ha llegado su momento. Bruce Willis y siempre hace lo mismo; agarra al ni?o por los bracitos ¡ªrepito: bracitos¡ª y le dice mir¨¢ndole a los ojos: "Cuida de tu madre". Y sale a repartir muerte.

Cuida de tu madre, dice. El imb¨¦cil. Porque ese t¨ªo es imb¨¦cil. Si piensa que en una habitaci¨®n en la que hay un adulto y un ni?o de 6 a?os en serio peligro lo m¨¢s sensato es depositar la responsabilidad de sobrevivir en el cr¨ªo, ese t¨ªo no tiene luces para abrir un pistacho, qu¨¦ quer¨¦is que os diga.

Yo he visto a madres fuera de s¨ª levantar un coche con las manos porque a su ni?o le ha pillado un piececito la rueda. Mi madre me llev¨® al hospital en albornoz conduciendo con una mano mientras con la otra taponaba el r¨ªo sanguinolento que brotaba de una brecha en mi cr¨¢neo de dos a?os. Ch¨²pese ¨¦sa, Chuck Norris.

Si yo fuera la madre aterrada y mi h¨¦roe susurrase "cuida de tu madre" como despedida, por m¨¢s nerviosa que estuviese (siempre gimotean y sacuden las manos como si quisieran secarse el esmalte de u?as antes de que las maten. Podr¨ªa tambi¨¦n hablar de esta actitud de mierda, pero quiero avanzar), justo antes de nos abandonase, le agarrar¨ªa a ¨¦l por los hombros, le mirar¨ªa a los ojos, le asestar¨ªa una patada en la bolsa escrotal tan fuerte como fuese posible, le dejar¨ªa inconsciente y le dir¨ªa al ni?o: "Hijo, cu¨ªdate t¨² de ser as¨ª de imb¨¦cil de mayor". Vamos saliendo.