La malaria vuelve a Europa
Los recortes en sanidad violan derechos fundamentales y suponen un riesgo para la salud p¨²blica
La malaria era una de las enfermedades erradicadas de suelo europeo, un logro importante que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud anunci¨® en abril, pero la dif¨ªcil situaci¨®n que atraviesa Grecia est¨¢ generando un retroceso de consecuencias nefastas: con un sistema sanitario debilitado por a?os de crisis y recortes y una oleada de inmigraci¨®n sin precedentes, el pa¨ªs ha contabilizado 65 casos de malaria en lo que va de a?o, cuatro de ellos aut¨®ctonos. Las autoridades sanitarias, alarmadas, han prohibido las donaciones de sangre en 12 municipios de distintas regiones del pa¨ªs, desde Sal¨®nica al Peloponeso, ante el temor al contagio, mientras las asociaciones m¨¦dicas de Atenas atribuyen los contagios locales a los recortes en fumigaciones y exigen responsabilidades.
La austeridad en Grecia gener¨® una ¡°tragedia sanitaria¡±, en palabras de un estudio de la Universidad de Cambridge publicado en The Lancet, al dejar a millones de personas fuera del sistema sanitario por el cobro que se impuso a la atenci¨®n m¨¦dica, el encarecimiento de las medicinas y los recortes generales en prevenci¨®n y personal. Aumentaron los suicidios, las enfermedades mentales y otras como la tuberculosis y el sida. El propio Parlamento Europeo denunci¨® en su informe sobre la actuaci¨®n de la troika en 2014 que los recortes en gastos y reformas sanitarias violaron la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que obliga a los poderes p¨²blicos a garantizar el derecho a la salud de la ciudadan¨ªa.
El sistema sanitario griego, como tantos otros en Europa, Espa?a incluida, se ha visto sometido, como consecuencia de la crisis, a presiones presupuestarias que en muchos casos han desembocado en pol¨ªticas restrictivas del acceso a la sanidad p¨²blica a colectivos especialmente vulnerables, como los inmigrantes irregulares. Esas restricciones, como se ha demostrado, no solo violan derechos fundamentales, sino que suponen un riesgo para la salud p¨²blica de toda la poblaci¨®n.
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