Malos tiempos

Parece que fue ayer cuando ibas de viaje y ve¨ªas a la gente pasear cogida de la mano, mirarse a los ojos, ponerse fotog¨¦nicos delante de la c¨¢mara con la ilusi¨®n de verse despu¨¦s en el retrato. Ahora nada de esto es posible: ya no se ve gente paseando de la mano, todo el mundo lleva en las manos el m¨®vil; ya no se miran a los ojos: van tecleando el susodicho m¨®vil; ya no hay ninguna ilusi¨®n en el que se fotograf¨ªa a cada instante preso del aburrimiento, no como la que ten¨ªamos nosotros que, con 15 a?os, solo cont¨¢bamos en nuestro ¨¢lbum de fotos con cuatro o cinco instant¨¢neas. Las primeras que nos hicieron eran en blanco y negro: una, al poco de nacer; otra, con el mapa de Espa?a a nuestra espalda, en el colegio; otra, de marinerito en la primera comuni¨®n, y otra a los 15 a?os, dejando atr¨¢s el rostro infantil. Eran bien pocas, s¨ª, pero mucho m¨¢s importantes y apreciadas por nosotros que la saturaci¨®n agobiante de selfies de ahora. Me temo que esto no tiene soluci¨®n.¡ª Josep Quilis ?lvarez. Valencia.