Madres y extremismo violento
La estrategia de prevenci¨®n debe incluir a la familia y los amigos de los j¨®venes captados
Cuando el joven de 19 a?os Akhror Saidakhmetov empez¨® a frecuentar a dos hombres mayores que ¨¦l y a hablar de ir a hacer la yihad en Siria, su madre le quit¨® el pasaporte. Las madres como ella podr¨ªan ser el primer, ¨²ltimo y mejor planteamiento para detener a los reclutadores de militantes, pero las autoridades policiales a menudo las dejan fuera de las medidas de lucha contra el terrorismo.
Un pa¨ªs puede optar por tres estrategias contra el terrorismo: la prevenci¨®n, la represi¨®n y la intervenci¨®n. Generalmente los pa¨ªses occidentales conf¨ªan en la prevenci¨®n y en la represi¨®n. Se centran en contener la actividad extremista mediante operaciones de sus cuerpos policiales o en financiar programas educativos y de apoyo a gran escala dirigidos a quienes se considera que est¨¢n en riesgo de radicalizaci¨®n violenta. Sin embargo, los Gobiernos occidentales subestiman a menudo programas de desradicalizaci¨®n m¨¢s espec¨ªficos que implican a las familias y entornos inmediatos de los individuos que pueden caer bajo la influencia de narrativas extremistas.
En muchos atentados, alguien del entorno social de los atacantes reconoci¨® un cambio inquietante en sus comportamientos
A medida que los Gobiernos incrementan su presi¨®n sobre grupos extremistas con operaciones encubiertas y redadas, algunos de sus miembros empiezan a dudar y se enfrentan a la elecci¨®n de dejar el grupo o de intensificar su compromiso mediante una acci¨®n violenta. Los programas de intervenci¨®n facilitan una salida a los miembros indecisos de una c¨¦lula terrorista. Si queremos evitar futuros ataques, necesitamos reclutar a familiares y amigos de los potenciales atacantes.
En muchos atentados, alguien del entorno social de los atacantes reconoci¨® un cambio inquietante en sus comportamientos. En ocasiones, ese pariente cercano o ese amigo incluso sab¨ªan algo acerca de los planes de ataque. Con frecuencia, esas familias o amigos quieren obtener ayuda o consejo sobre qu¨¦ hacer, a pesar de sus sentimientos encontrados ante el hecho de traicionar a un ser querido, pero las fuerzas policiales rara vez ofrecen una estrategia que lo haga parecer posible.
Esos programas facultan a familias y a comunidades para poder enfrentarse a la atracci¨®n del extremismo violento. Trabajan llegando hasta los guardianes: la familia y los amigos cercanos. Porque estos guardianes, al ser los que conocen mejor a sus amigos y familiares, tambi¨¦n saben qu¨¦ les puede haber motivado a unirse a un grupo radical y qu¨¦ les mueve. Estos guardianes tienen adem¨¢s la legitimidad de proponer alternativas y de aportar otras soluciones. Pero, por eso mismo, necesitan ayuda y s¨®lidas redes de apoyo.
Movilizar a las madres tapa otro agujero en la estrategia de las autoridades: la confianza
Las madres son las guardianas fundamentales. Muchas de las madres que han perdido a sus hijos por culpa del ISIS u otros grupos terroristas hab¨ªan notado que algo cambiaba en ellos, pero en su mayor¨ªa estaban solas y sin ninguna ayuda exterior. Muchos padres act¨²an por su cuenta, encierran a sus hijos, les quitan el pasaporte o se mudan con ellos a otra ciudad. Esas reacciones son comprensibles pero contraproducentes y pueden impulsar el proceso de radicalizaci¨®n pues los reclutadores y la ideolog¨ªa salafista-yihadista explican a los captados que esas se?ales de rechazo son la consecuencia natural de la verdad que han descubierto. La familia biol¨®gica es desbancada por la espiritual, la ummah, y de esta manera, hasta la propia madre puede ser etiquetada como ¡°infiel¡± y formar parte del enemigo.
Movilizar a las madres tapa otro agujero en la estrategia de las autoridades: la confianza. En ocasiones, los servicios de inteligencia y la polic¨ªa vigilaron a sus hijos y no hicieron nada para impedir que se fueran. A veces, las madres fueron tratadas como terroristas durante los registros. Otras veces incluso fueron acusadas ante los tribunales de proporcionar apoyo material a las organizaciones terroristas a pesar de haber hecho todo lo posible para que sus hijos volvieran.
El ISIS ha anunciado que el hecho de despojarle de su territorio en Siria e Irak no acabar¨¢ con su marca ni con sus ideas. Continuar¨¢ reclutando y cambiando sus t¨¢cticas y estrategia para realizar ataques terroristas en tierras extranjeras. Lo que hace que para las sociedades occidentales sea de la mayor importancia contrarrestar el atractivo del ISIS y el de otras organizaciones extremistas y terroristas. En esta causa no puede haber combatientes m¨¢s eficaces que las familias y el entorno inmediato de esos j¨®venes marginados tentados por la pervertida promesa del martirio.
Daniel Koehler es director del Instituto Alem¨¢n de Estudios sobre Radicalizaci¨®n y Desradicalizaci¨®n y creador de la red Mothers for Life.
Traducci¨®n: Juan Ram¨®n Azaola.
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