Espejismos
La realidad pol¨ªtica en Espa?a ha cambiado. Pero los partidos no acaban de estar en ella
Parec¨ªa que todo cambiar¨ªa. Y lo hizo, pero a peor. El nuevo tiempo pol¨ªtico se atasca en el primer obst¨¢culo para arrancar la legislatura, dejando a los ciudadanos en un limbo de pol¨ªtica sin pol¨ªticas. Mientras, la econom¨ªa sigue su curso sin que la falta de actividad pol¨ªtica parezca debilitarla. Una buena noticia a medias, pues el reverso de esa impermeabilidad econ¨®mica frente a la ausencia de Gobierno es la impotencia de los representantes pol¨ªticos para corregir su rumbo.
En este escenario de quietud econ¨®mica y cambios pol¨ªticos que no culminan se han colado reminiscencias de un tiempo pol¨ªtico anterior. Se habla del PNV como un posible aliado del Partido Popular para ayudarle a completar los apoyos en un nuevo intento de investidura, condicionado al correspondiente quid pro quo tras las elecciones vascas.
La idea de un pacto PNV-PP sugiere que los partidos nacionalistas siguen manteniendo su cualidad bisagra en el nuevo escenario pol¨ªtico. A pesar de la multiplicaci¨®n de partidos en el Parlamento, el hecho de que la negociaci¨®n para formar Gobierno se haya desarrollado en bloques ideol¨®gicos (esencialmente entre formaciones contiguas en el eje izquierda-derecha) sit¨²a a nacionalistas catalanes y vascos en la posici¨®n de desempate.
Sin embargo, aunque los n¨²meros den, lo que no da es la pol¨ªtica. La suma de apoyos entre los nacionalistas, PP y Ciudadanos es aritm¨¦ticamente posible, pero pol¨ªticamente improbable. Lo es porque la opini¨®n p¨²blica est¨¢ m¨¢s polarizada sobre la cuesti¨®n territorial y porque los partidos han dedicado demasiado tiempo a destruir puentes. Hoy recogen lo que sembraron. Por eso los rumores sobre un pacto PNV-PP solo pueden ser un espejismo de un pasado lejano. Se requerir¨¢ algo m¨¢s que la urgencia de una investidura para reconstruir el di¨¢logo.
La realidad pol¨ªtica en Espa?a ha cambiado. Pero los partidos no acaban de estar en ella. Se han quedado perdidos en mitad de una transici¨®n hacia algo distinto que no pueden definir. El nuevo tiempo pol¨ªtico envejece sin colmar las esperanzas de cambio que lo alumbraron. Sin su ansiado colof¨®n. Sin final feliz.@Sandraleon_
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