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En la habitaci¨®n hace mucho calor y el ambiente est¨¢ enrarecido con un fuerte olor a sudor y a humedad. Ocho chicos repiten una y otra vez unos pasos de baile que no terminan de dominar. Uno de ellos detiene la m¨²sica mientras el resto vuelve a colocarse en posici¨®n de salida y comienza a practicar de nuevo. As¨ª, una y otra vez, hasta que consiguen hacer los mismos movimientos simult¨¢neamente. La coreograf¨ªa va tomando forma poco a poco y la docena de j¨®venes sentados alrededor de las paredes aplauden y comentan lo visto.

La escena tiene lugar en el Centro c¨ªvico de Djoum, una ciudad del sur de Camer¨²n, cerca de la frontera con la Rep¨²blica del Congo y Gab¨®n, rodeada de grandes selvas y a la que es dif¨ªcil llegar debido al mal estado de las carreteras. Los adolescentes de la zona tienen pocas oportunidades de ocio o laborales y la desesperaci¨®n les lleva a iniciarse en la bebida y las drogas a edades muy tempranas, lo que acarrea consecuencias muy nefastas para su formaci¨®n y su salud. ¡°Una de las grandes problem¨¢ticas de Djoum es la falta de ocio o de cosas que hacer. Como consecuencia, muchos empiezan a consumir a una edad muy temprana, esto les lleva a abandonar los estudios y dedicarse a hacer peque?os trabajos informales, como conductores de mototaxis o, simplemente, a no hacer nada¡±, explica Irene Ariza, responsable de educaci¨®n de la ONG Zerca y Lejos en el pa¨ªs.

Todas las tardes, unos 18 j¨®venes se re¨²nen en un centro gestionado por la ONG para practicar su pasi¨®n por el hip hop. Algunos de ellos han formado un grupo al que han llamado Elementrix. Su l¨ªder, Eman, de 16 a?os y estudiante de cuarto de secundaria en el Instituto biling¨¹e de la ciudad, explica por qu¨¦ optaron por este ritmo: ¡°Nos gusta bailar algo diferente de lo que se baila aqu¨ª. Y porque tambi¨¦n es una manera de entrenar y requiere de una disciplina muy estricta. Nos gustar¨ªa llegar a ser profesionales del baile¡±.

Emam comenta que el objetivo del grupo es permitir que ¡°los j¨®venes practiquen¡±. Su sue?o es adquirir un nivel profesional que les permita participar en competiciones o actos en los que puedan conseguir dinero para comprar vestuario y protecciones. ¡°Adem¨¢s, ¡ªa?ade el l¨ªder¡ª, ¡°es una manera de estar entretenidos despu¨¦s del colegio y no empezar a beber alcohol, aqu¨ª somos muy estrictos con ese tema si alguien de nosotros fuma [droga] o bebe no puede formar parte del grupo, somos deportistas y no podemos hacer ese tipo de cosas¡±. Seg¨²n el Ministerio de Sanidad camerun¨¦s, el consumo de alcohol, tanto elaborado como artesanal, est¨¢ grandemente extendido entre los j¨®venes del pa¨ªs. Adem¨¢s, se?ala que un 9% de los chicos y chicas entre 15 y 24 a?os son grandes consumidores. Seg¨²n las mismas fuentes los j¨®venes se inician a las drogas entre los 8 y los 15 a?os, sobre todo en zonas urbanas. Se calcula que un 5% de los menores de 24 a?os son adictos a alguna sustancia t¨®xica, pero las cifras est¨¢ creciendo

Mientras los chicos ensayan en otra de las salas del centro, Irene y Cristina Sanz , voluntarias, est¨¢n reunidas con algunas chicas que tambi¨¦n son parte del grupo Elementrix. Bouquet, de 16 a?os, Etoile, de 13, y Merveille, de 15, est¨¢n sentadas alrededor de una mesa y hacen preguntas sobre cuestiones de sexo.

¡°Las chicas empiezan a tener relaciones sexuales muy pronto, suele ser con chicos m¨¢s mayores, y no toman precauciones, muchas se quedan embarazadas en el instituto y se ven obligadas a abandonar los estudios¡±, explica Irene.

¡°La falta de informaci¨®n, los tab¨²es culturales y las ideas falsas sobre la sexualidad hacen que cada vez haya m¨¢s casos de enfermedades de transmisi¨®n sexual y VIH, sobre todo entre la poblaci¨®n m¨¢s joven¡±, a?ade Cristina, que es m¨¦dico. De hecho, un 25 % de las muertes maternas son de adolescentes menores de 19 a?os. Los embarazos adolescentes suponen un 47 % de todos los del pa¨ªs.

Los adolescentes tienen pocas oportunidades de ocio o laborales y la desesperaci¨®n les lleva a iniciarse en la bebida y las drogas

Desde hace tiempo, Zerca y Lejos est¨¢ muy implicada en la sensibilizaci¨®n sobre temas de salud reproductiva y VIH/SIDA,una epidemia que, seg¨²n Onusida, en Camer¨²n afecta al 4,3% de la poblaci¨®n.Y en el sur del pa¨ªs esta se eleva hasta el 7,29%. Entre los j¨®venes hace estragos: un 2% de los j¨®venes entre 15 y 24 a?os son VIH positivos. En el caso de las chicas las cifras son ligeramente superiores llegando al 2.9 % en las zonas urbanas y el 2.6 en las rurales. No hay datos oficial sobre las enfermedades de transmisi¨®n sexual en Camer¨²n, pero la OMS advierte del continuo aumento de estas, alertando de que son muchos los j¨®venes infectados.

pero resulta muy dif¨ªcil convencer a la poblaci¨®n local, por ejemplo, de acudir al centro de salud para hacer las pruebas despu¨¦s de haber tenido un comportamiento de riesgo, tal y como asegura Irene. Por ello se buscaron nuevas estrategias de comunicaci¨®n para trabajar con la poblaci¨®n joven o adolescente de Djoum proponiendo diversas actividades como las sesiones de sensibilizaci¨®n en los institutos o durante los campeonatos de f¨²tbol sin alcohol que organiza la ONG.

Tras visitar uno de ellos y hablar de la existencia del centro c¨ªvico donde se puede ir a practicar deporte o participar en otras actividades siempre y cuando se respetase la regla de no consumir alcohol o drogas, Elementrix se present¨® pidiendo una sala para ensayar y ayuda para materiales. ¡°La ONG lo vio como una oportunidad para atraer a la poblaci¨®n joven¡±, explica Irene. Adem¨¢s, se plante¨® trabajar con los adolescentes ofreciendo seminarios y cursos de formaci¨®n. ¡°Despu¨¦s de un tiempo conociendo al grupo se fue preguntando a sus miembros sobre qu¨¦ tem¨¢ticas les gustar¨ªa saber m¨¢s o qu¨¦ preguntas ten¨ªan sin contestar. Fueron las chicas las que hicieron una primera demanda de informaci¨®n sobre sexualidad y reproducci¨®n. Es a partir de este momento que se empezaron las sesiones de sexualidad con j¨®venes¡±, explica la voluntaria.

Desde entonces, junto a los adolescentes que acuden al centro se han programado una serie de charlas en las que se les explica o se discute de diversos temas que a ellos les interesa. Algunas veces son sesiones abiertas a todos, otras solo para chicas o solo para chicos, as¨ª hay m¨¢s intimidad y menos verg¨¹enza al preguntar.

Hoy Irene y Cristina est¨¢n hablando de embarazos. Tienen que explicar que una chica no se queda en estado ¡°porque dios quiere¡±, sino que hay una relaci¨®n directa entre el acto sexual sin protecci¨®n y engendrar un hijo. Con dibujos en la pizarra, Cristina habla de qu¨¦ es la regla, c¨®mo se produce la fecundaci¨®n¡­ El desconocimiento de las j¨®venes, todas ellas alumnas del instituto,? es sorprendente. Luego las dos voluntarias explican a Bouquet, Etoile y Merveille, que se perdieron la sesi¨®n del d¨ªa anterior y por eso tienen una especie de clase particular de recuperaci¨®n, c¨®mo usar un cond¨®n ayudadas de un pene de madera. Las chicas practican, un poco t¨ªmidas al principio, hasta que poco a poco van cogiendo m¨¢s confianza. Al final de la sesi¨®n Bouquet lo tiene claro: ¡°nunca m¨¢s tendr¨¦ sexo sin cond¨®n, y si el chico no quiere, peor para ¨¦l¡±.

Para Irene, ¡°la falta de informaci¨®n y la existencia de falsos mitos sobre la sexualidad entre la poblaci¨®n de Djoum est¨¢ teniendo consecuencias graves a nivel de salud. Esto afecta de forma directa a los m¨¢s j¨®venes que empiezan con sus primeras experiencias sexuales y a los que esta situaci¨®n les hace m¨¢s vulnerables. La falta de recursos informativos y de confianza con los padres o profesores hace que el sexo sea un tema del que no se hable y que a los j¨®venes les queden muchas cuestiones sin resolver¡±.

Es una manera de estar entretenidos despu¨¦s del colegio y no empezar a beber alcohol Emam, bailar¨ªn

La casualidad ha abierto un cauce para trabajar estos temas. Los chicos practican baile, son conscientes de que si consumen alcohol o drogas no llegar¨¢n lejos por lo que se mantienen lejos de ellos y al mismo tiempo reciben formaci¨®n sobre temas que desconocen y les interesan con libertad y sin miedo.

Emam explica que el grupo de hip hop naci¨® hace ya algunos a?os en el instituto: ¡°Un grupo de alumnos a los que nos gusta el baile empezamos a juntarnos para ensayar los pasos que ve¨ªamos en pel¨ªculas o videoclips. Cuando uno de nosotros aprende un paso nuevo, lo ense?a al resto y as¨ª sucesivamente. Ahora hay un ex alumno, uno de los que primero fundaron el grupo, que nos ense?a cuando tiene tiempo. Cuando ¨¦l no puede nosotros mismos compramos pel¨ªculas o v¨ªdeos o los vemos en internet y nos fijamos en los nuevos pasos para aprenderlos. Vinimos a hacer la petici¨®n al centro c¨ªvico para que nos apoyase y nos cediera un local porque ten¨ªamos un problema de espacio y materiales en el instituto, es as¨ª como nos encontramos con este programa que tanto nos est¨¢ ayudando a entender cosas de las que no nos atrev¨ªamos antes a preguntar¡±.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de la sesi¨®n de ensayo, Elementrix tiene una actuaci¨®n para todos los que acuden al centro c¨ªvico de Djoum. Al aire libre, sobre la hierba, se preparan seis chicos y cuatro chicas, visten pantalones vaqueros remangados para dejar ver los tobillos, ellos con camisas de cuadros y ellas con camisetas blancas de tirantes, pero todos llevan gorras de baseball, muchas de las cuales ir¨¢n perdi¨¦ndose a lo largo de la actuaci¨®n.

Cuando empieza a sonar la m¨²sica arrancan la coreograf¨ªa que durante semanas han estado ensayando. Las decenas de asistentes comentan y aplauden cada uno de los movimientos y acrobacias y r¨ªen si alg¨²n paso no sale como estaba previsto. Los m¨¢s peque?os tratan de imitarlos haciendo piruetas sobre el c¨¦sped.

Para finalizar el concierto se organiza una sesi¨®n de estilo libre en la que los j¨®venes se dividen en dos grupos y por turnos, uno a uno, sus componentes salen al centro a retar a alg¨²n contrincante. Muchos de los espectadores se unen a ellos, pero las que de verdad triunfan en este momento son las chicas, las m¨¢s provocativas y chulas de todos, que no se dejan amedrentar por las poses y acrobacias de sus compa?eros.