No quiero que mis hijos aprendan la Historia sin mujeres
Planeta DeAgostini encendi¨® las redes con su colecci¨®n de figuras hist¨®ricas de Playmobil, todas masculinas. Pero no es el ¨²nico caso
A finales de agosto Planeta DeAgostini y Playmobil anunciaban el lanzamiento de la colecci¨®n ¡°La aventura de la Historia¡±, que en cada entrega inclu¨ªa la explicaci¨®n de un gran hito hist¨®rico y una figura de Playmobil personalizada en funci¨®n de la tem¨¢tica abordada. Horas m¨¢s tarde, cuando los usuarios empezaron a darse cuenta de que entre las 60 figuras de la colecci¨®n no hab¨ªa ninguna mujer, las redes sociales empezaron a arder con la pol¨¦mica. Como un servidor, cada vez hay m¨¢s gente que quiere que sus hijas aprendan una Historia en la que s¨ª aparecen las mujeres.
¡°Hace relativamente poco que nos planteamos estas cuestiones y que conseguimos que se conviertan en pol¨¦mica. Creo que probablemente tienen algo que ver las redes sociales, donde se consigue correr la voz y la indignaci¨®n r¨¢pidamente¡±, sostiene la historiadora Cira Crespo. Opini¨®n que corrobora Paula Martos, doctora en Historia Contempor¨¢nea y cofundadora de la web Historia Feminista, que, aunque reconoce que es ¡°esperanzador¡± que cada vez sea ¡°m¨¢s f¨¢cil hacer saltar las alarmas¡±, recuerda que seguimos viviendo en una sociedad ¡°profundamente machista¡± y que no podemos ¡°caer en la trampa¡± de pensar que el feminismo ¡°est¨¢ de moda¡±.
La pol¨¦mica colecci¨®n no deja de ser un reflejo de lo que se estudia cada d¨ªa en miles de colegios
La Historia, como tantas otras cosas, seg¨²n Crespo, ¡°tampoco es neutral¡±, as¨ª que depender¨¢ de para qui¨¦n o hacia d¨®nde quieran mirar el que las mujeres sean incluidas o no: ¡°Si quieres hablar de los ej¨¦rcitos y las batallas encontrar¨¢s pocas mujeres, pero si miras en los hogares, solo las ver¨¢s a ellas. Desde mi punto de vista, el trabajo de las mujeres ha sostenido y sostiene el mundo. Sin los cuidados que ellas dispensaban no se consegu¨ªa todo lo dem¨¢s¡±, afirma. Martos, por su parte, explica que "en la b¨²squeda de consenso entre los historiadores, han comprendido que uno selecciona, interpreta, construye y relata guiado por sus propios prejuicios¡±. Algo a lo que no hay forma de escapar y que, seg¨²n la experta, "no es un problema en s¨ª mismo": ¡°Lo que s¨ª es un problema es que un grupo social, cultural, racial o sexual monopolice el discurso hist¨®rico. Cuando esto ocurre, los prejuicios propios de dicho grupo tienden a naturalizarse y resulta mucho m¨¢s complicado explicitarlos".
¡°Motivos comerciales¡±
Antes de rectificar ante la presi¨®n ejercida desde las redes sociales y de incluir mujeres en la colecci¨®n, Planeta DeAgostini y Playmobil se escudaron en ¡°los motivos comerciales¡± para explicar el porqu¨¦ de la ausencia de figuras femeninas en las entregas. Para Cira Crespo, los personajes masculinos ¡°son el est¨¢ndar¡±, algo similar a lo que sucede con el lenguaje, donde ¡°el masculino nos incluye a todos mientras que el femenino solo se destina para las mujeres¡±. Opini¨®n que refuerza la coautora de Historia Feminista: ¡°Seguimos crey¨¦ndonos la idea del sujeto universal. Ese sujeto es hombre, es blanco, es guapo y bien plantado. Supongo que desde un punto de vista comercial, es muy c¨®modo tener un personaje as¨ª, que sirva idealmente como referente para cualquier grupo. Entender¨¢n que las ni?as pueden identificarse con los grandes h¨¦roes masculinos, as¨ª que ellas comprar¨¢n igualmente su colecci¨®n; pero en cambio es un riesgo introducir mujeres, porque es absolutamente imposible que un ni?o se identifique con una mujer¡±, explica.
"Es importante que en las clases de Historia se hable de mujeres, para que las ni?as se atrevan a imaginar", dice la historiadora Cira Crespo
M¨¢s all¨¢ de motivos comerciales, Martos observa que la colecci¨®n plasma con sus figuras ¡°la historia de los vencedores¡±. En ese sentido, recuerda que los hombres han controlado siempre la Historia por varios motivos. En primer lugar, porque son los que han controlado la escritura: ¡°Las historiadoras feministas tenemos muchos problemas para localizar documentos escritos en primera persona por mujeres. Hasta el siglo XIX son terriblemente escasos. Hay que esperar hasta el XX para que terminen de popularizarse los escritos femeninos¡±. "A eso habr¨ªa que a?adir", seg¨²n la historiadora, "que desde que la Historia surgi¨® como disciplina, en el siglo XIX, todas las instituciones que intervienen en el proceso de su construcci¨®n (los archivos, las bibliotecas y, fundamentalmente, las universidades y los centros de investigaci¨®n) est¨¢n controladas por hombres¡±. Y, por ¨²ltimo, que los hombres son lo que se han interesado hist¨®ricamente por las guerras, las alianzas, los tratados de paz o las relaciones diplom¨¢ticas: ¡°En otras palabras: todas las cosas de las que se han ocupado otros hombres¡±, reflexiona.
Lleg¨® un momento, sin embargo, con la introducci¨®n del pensamiento feminista en la academia y en la Historia, en el que algunas investigadoras empiezan a cuestionar este modelo: "?Y la Historia por qu¨¦ tiene que ir solo de guerras? ?Por qu¨¦ no hablamos mejor de c¨®mo se cocinaba el pan, de los rituales de cortejo, de c¨®mo se par¨ªa, de c¨®mo se amamantaba?¡±. Y ah¨ª, explica Martos, es cuando empiezan a aparecer las mujeres, ¡°aunque siempre en menor medida porque ellas no sab¨ªan escribir¡±.
En ese sentido, viendo el tipo de personajes que se han incluido en la colecci¨®n, Cira Crespo cree ¡°que no solo se trata de mujeres, sino que la mayor¨ªa son soldados o emperadores¡±. La autora del libro Maternalias: de la historia de la maternidad asegura que m¨¢s que personajes femeninos ilustres, echa de menos que hubiera ¡°mujeres corrientes, con los trajes t¨ªpicos, que ayudaran a recrear el mundo anterior al nuestro, porque con las figuritas que hay ahora mismo en la colecci¨®n pr¨¢cticamente solo se puede jugar a guerras¡±.
Necesidad de referentes femeninos
La colecci¨®n de Planeta DeAgostini no deja de ser un reflejo de lo que se estudia cada d¨ªa en miles de colegios repartidos por toda Espa?a. Abundan los hombres. Es innegable la ausencia de mujeres. Para Cira Crespo esta realidad ¡°es bastante tr¨¢gica¡±, ya que deja a las mujeres sin referentes ¡°para ser algo m¨¢s, para ir m¨¢s all¨¢ a la hora de imaginar" qu¨¦ pueden "hacer o ser en el futuro¡±. ¡°Como no nos compensa crear referentes femeninos, no los creamos; y como no los creamos, las ni?as y los ni?os nunca tendr¨¢n referentes femeninos¡±, a?ade Paula Martos, que explica que en ese c¨ªrculo vicioso a las empresas les seguir¨¢ rentando m¨¢s crear personajes masculinos que ya funcionan como referentes ¡°en un sentido neutro¡±.
Crespo recuerda como ejemplo un reportaje sobre la llegada a la presidencia de Evo Morales en Bolivia, tras convertirse en el primer ind¨ªgena que lograba alcanzar el poder en el pa¨ªs andino: ¡°Sal¨ªa una ni?a que dec¨ªa que ella de mayor quer¨ªa ser 'presidenta del pa¨ªs'. El primer paso es atreverse a imaginar. Por eso es tan importante que en las clases de Historia se hable de mujeres, para que las ni?as lo hagan¡±, afirma.
Ambas historiadoras mencionan a m¨²ltiples mujeres que podr¨ªan haber formado parte de la colecci¨®n incluso, seg¨²n Paula Martos, ¡°siguiendo criterios tan rancios como los elegidos¡± por los creadores de la misma. Ah¨ª est¨¢n para la autora de Historia Feminista los nombres de Mary Wollstonecraft, Isabel la Cat¨®lica, Marie Curie, la reina Victoria de Inglaterra, Emmeline Pankhurst, Alice Paul, Juana de Arco, Isabel I de Inglaterra, Sor Mar¨ªa de ?greda, Cleopatra o la emperatriz bizantina Teodora. Y para Cira Crespo los de Safo, Boudica, Cristina de Piz¨¢n, Clara Campoamor o Rosa Parks, ¡°por poner algunas menos conocidas¡±.
No obstante, Crespo insiste en que no se tratar¨ªa tanto de mencionar nombres de mujeres en las clases de Historia como de hablar de ¨¦sta ¡°dando valor a todos los trabajos que tradicionalmente han sido realizados por mujeres, a aquello que han hecho las mujeres en el seno de las civilizaciones hist¨®ricas, de su contribuci¨®n¡±. Algo en lo que coincide con Martos: reivindicar el papel de las mujeres ¡°significa cambiar completamente el discurso hist¨®rico: significa interesarnos por el pan m¨¢s que por la guerra¡±.
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